DERECHOS PARCIALIZADOS

DD.HH. de los K: Alicia Kirchner hablando del SAP

Alicia Kirchner se refirió al Sindrome de Alienación Parental mostrando la visión parcializada de los DD.HH. que percibe el gobierno: interpreta que la manipulación de los niños es una forma de protegerlos de los abusadores. ¿Tal como hace el gobierno con la población?
viernes, 25 de abril de 2014 · 18:37

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Una prueba más de la visión sesgada que tiene el gobierno para su política de Derechos Humanos: abiertamente ideologizada, la negación del Sindrome de Alienación Parental desestima los derechos de los niños en lugar de plantearse "escucharlos", como afirma el discurso populista. 

El jueves 24 de abril se realizó en el auditorio de la Sindicatura General de la Nación la jornada sobre "El pretendido Síndrome de Alienación Parental: otra forma de violencia de género".

Fue organizada por el Instituto Superior de Control de la Gestión Pública (ISCGP) de la Sindicatura General de la Nación, a través de su centro de investigación GENERA. Contó con el apoyo del enado de la Nación Argentina y del Consejo Nacional de las Mujeres. 

Las exposiciones estuvieron a cargo del Juez Federal del Tribunal Oral Federal Nº 1 de la Plata, Carlos Rozanski y de las psicólogas Sonia Vaccaro  y Alicia Ganduglia. De la apertura participaron el Síndico General de la Nación, Daniel Reposo, la Presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, Mariana Gras, el Secretario de la Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación, Gabriel Lerner, y la Directora Académica de GENERA, Silvina Zabala.

Mediante una comunicación telefónica abierta a todo el auditorio, también participó la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, quien destacó: "Las vinculaciones forzadas de niños con padres abusadores terminan siendo violencia para los chicos y violencia de género". 

La ministro aprovechó para relacionar el tema con el setentismo recurrente (y gastadísimo) del discurso kirchnerista y agregó: "El pretendido SAP es sin duda violencia de género. Con estas revinculaciones, la familia termina convirtiéndose en un centro de tortura. Es imprescindible que los jueces y los profesionales aprendan a escuchar a los niños, que no mienten". 

Y continuó: "Cuando uno escucha que las revinculaciones son una nueva oportunidad se pregunta, ¿una oportunidad para quién?. Eso termina siendo violencia para el niño y para la madre". 

El derecho de los hombres, de los padres... bien, gracias. 
 
"Hay que escuchar a los niños porque nosotros los consideramos sujetos de derecho, como lo marca la ley", señaló y finalizó: "Tengan la seguridad que desde nuestro Ministerio vamos a estar atentos a todas las conclusiones porque esta jornada le va a hacer mucho bien a la familia argentina que tanto lo necesita". 

Doctor polémico

Esta visto, para el gobierno el SAP es sólo una herramienta de los abusadores para seguir abusando de sus hijos, lisa y llanamente. Para hablar del SAP (al que califican arbitrariamente de "pretendido"), estuvieron los expertos pagados por el gobierno, aunque no se escuchó la versión de ningún defensor de esta teoría psiquiátrica. 

La definición del Sindrome de Alienación Parental que dió su creador, el doctor Richard Gardner es la siguiente:

"El SAP o Síndrome de Alineación Parental es un desorden que se da principalmente en el contexto de conflictos de custodia física o moral entre los padres y su primera manifestación es la campaña de denigración de un hijo contra uno de los padres.

Es el resultado de una combinación de programación o lavado de cerebro de uno de los padres hacia el otro, esto mediante distintas estrategias de adoctrinamiento con la finalidad impedir, obstaculizar o destruir los vínculos con el otro progenitor, es decir el hijo es utilizado como el objeto de venganza". 

Los detractores del SAP sostienen sus críticas "pegándole" al doctor que las postuló y no a la posibilidad de que se trate de una situación real.

Resulta dificil encontrar datos verídicos del doctor, profesor clínico de psiquiatría que trabajó ad honorem en la división psiquiátrica infantil de la Universidad de Columbia desde 1963 hasta su muerte en el año 2003, dado que la polémica de algunos de sus postulados quedó sepultada bajo una montaña de insultos en su contra de todo tipo en la web.
 
Se lo ha acusado de pseudocientífico y pederasta. Los más afiebrados lo mencionan como un soldado loco que abusaba de niños. El doctor murió en 2003 de 7 puñaladas en el pecho y la policía dictó que se trató de un suicidio... el muerto, obviamente, no puede defenderse de las acusaciones, de las que no hay ninguna prueba real.

Las razones de las críticas en su contra se encuentran no sólo en algunas de sus polémicas citas (generalmente descontextualizadas) sino también en que el doctor participó en muchos litigios de divorcio diagnosticando casos de SAP que contrarrestaron en varias oportunidades falsas denuncias de abuso sexual, en su mayoría, denuncias de madres instigadas por ánimos de venganza, en algunos casos en episodios que comprometían a movimientos feministas de Estados Unidos.

La posibilidad de que la teoría psiquiátrica de Gardner pudiera representar un argumento utilizable en las cortes para casos reales de abuso sexual hizo que sus postulados fueran desestimados con la misma falta de rigor que se le achaca a su teoría.

En este caso, el gobierno nacional, representado por Alicia Kirchner, cuyo principal mérito para desarrollar tareas en Desarrollo Social es la confianza que le tenía su hermano para otorgarle buena parte de la caja prebendaria que sostuvo al kirchnerismo a lo largo de la "década ganada", toma la versión politicamente correcta del SAP (la de que hay que desestimarlo por pedófilo) y habla de beneficiar a la familia a caballo de un populismo feminista de conveniencia.

Ideología para legislar la familia

Interpretar que el SAP sólo es un invento pseudocientífico es ideológico. Tiene que ver con la voluntad de sectores feministas que buscan desestimar cualquier opción que pueda hacer que los padres tengan argumentos para pelear por la tenencia de sus hijos. Negar a caballo de discursos de barricada la posibilidad de la existencia del SAP es igual de imprudente que usarlo de manera sostenida para forzar a madres a entregar sus hijos a padres abusadores. Y calificar de pseudocientífica a un área ya de por sí pseudocientífica (y dominada por los laboratorios) como la psiquiatría representa una redundancia absurda.

Sin embargo, al ser una cuestión en realidad ideológica, en este tema no existe consenso hasta el momento: el temor a las críticas y a ser relacionado con la pederastía ha servido de mordaza para padres preocupados por sus hijos y para todos aquellos que en algún momento deciden pasar por alto la corrección política y analizar la cuestión desde perspectivas menos apasionadas.

Es el caso de Caritina Sánez, que para el portal mexicano Milenio escribió esta semana:

El síndrome de alienación parental (S.A.P) es un término que el profesor de psiquiatría Richard Gardner acuñó en 1985 para referirse a lo que él describe como un desorden psicopatológico en el que un niño, de forma permanente, denigra e insulta sin justificación alguna a uno de sus progenitores.

Gardner, con el término SAP, se refirió al proceso por el que, generalmente la madre, mediante distintas estrategias, realizaría una especie de "lavado de cerebro" para transformar la conciencia de sus hijos con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, hasta hacerla contradictoria con lo que debería esperarse de su condición amorosa.

El SAP es un proceso familiar que surge en casos de divorcio conflictivo y es una forma grave de maltrato o abuso infantil de tipo emocional, dado que produce un daño psicológico permanente que afecta el vínculo con el progenitor alienado, lo cual en ocasiones puede ser peor que el abuso físico real. Asimismo, el Síndrome de Alienación Parental puede darse también durante la vida conyugal, porque así como existen los malos divorcios, se dan también los malos matrimonios en los que los conflictos conyugales se repiten y prolongan, dando origen al proceso de desplazamiento paternal.

Debemos considerar que la protección integral, la autonomía progresiva de los derechos de la infancia y el interés superior como derechos humanos son parte del marco teórico obligado al tratar temáticas relativas a la niñez y la alienación parental no es la excepción.

Por ello es fundamental tomar conciencia de esta situación que se presenta con mayor frecuencia en nuestra sociedad, a fin de evitar graves daños y consecuencias negativas a los menores, en virtud de que ésta es una problemática puede generar lo siguiente; a) afecta la escolaridad, el desarrollo cognitivo y los niveles de competencia intelectual de los niños; b) altera su desarrollo psicosexual y c) produce un desajuste psicológico, conductual y social.

El Síndrome de Alienación Parental se puede prevenir procurando un buen matrimonio o, por lo menos, un divorcio no conflictivo. Se debe considerar que un mal marido no es, necesariamente, un mal padre y los hijos lo necesitan; por ello, además de compartir los bienes obtenidos durante la unión, cuando el régimen lo permita, se debe compartir a los hijos durante el matrimonio y después de disuelto, porque lo exige el mejor interés de los niños, no sólo porque sea un derecho de los padres.

El Sistema Nacional DIF ha desarrollado un trabajo preventivo en este tema, en coordinación con los sistemas estatales y municipales DIF, desde el año 2009, enfocándose a fortalecer en el interior de las familias habilidades y conductas protectoras que les prevengan de caer en situaciones de riesgo, en el marco de una cultura de respeto a los derechos humanos.

La Estrategia de Promoción del Buen Trato en las Familias considera que la principal responsabilidad de la educación y el desarrollo de los hijos, recae en las familias y en las personas encargadas de su cuidado y protección. La estrategia parte de que algunos de los factores que pueden favorecer la protección de las niñas, los niños, los adolescentes y los adultos contra la violencia, tanto en el hogar como en otros entornos, es el desempeño de una parentalidad bien tratante, el desarrollo de vínculos afectivos entre padres e hijos y la práctica de modelos de crianza positivos y humanizados".

Como se ve, cuando se trata el problema de una manera que supera la bandería y la barricada o el oportunismo político, no se trata de padres abusadores, sino de manipulación de los hijos por parte de cualquiera de los dos progenitores. Como se probaron muchos más casos de mujeres que de hombres usando su influencia para manipular a sus hijos, el feminismo tan correcto en estos días no dudó en salir a despotricar y en desestimar la posibilidad. 

Equilibrando

Quizá la resolución de este conflicto esté en el dctamen ofrecido en Córdoba. El Colegio de Psicólogos de esa provincia zanjó una discusión de hace años sobre la existencia del SAP: a través de una resolución, advirtió a sus profesionales –y a la comunidad en general– que si bien el síndrome no tiene validez científica, las manipulaciones, las falsas denuncias y los impedimentos de contactos sí existen.

De cualquier manera, esas manipulaciones entran en algunas de las definiciones que hacen los defensores de la existencia del SAP. A saber:

- Impedimento por parte de uno de los progenitores a que el otro progenitor vea a sus hijos o pueda convivir con ellos.

- Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del hijo.

- Implicar al propio entorno familiar y a los amigos en los ataques al excónyuge.

- Subestimar o ridiculizar los sentimientos de los niños hacia el otro progenitor.

- Incentivar o premiar la conducta despectiva y de rechazo hacia el otro progenitor.

- Influir en los niños con mentiras sobre el otro progenitor llegando a asustarlos.

- En los niños puede detectarse cuando éstos no pueden dar razones o dan explicaciones absurdas e incoherentes para justificar el rechazo; y también si utilizan frases o palabras impropias de su edad, como diálogos similares o idénticos al del progenitor "alienador", llegando incluso a inventar y mencionar situaciones de abuso o maltrato que jamás han sucedido.

Algunos de estos elementos son sostenidos por madres y padres que alejan a sus hijos de sus ex parejas con una finalidad egoísta y más que evidente en la sociedad. En Necochea, sin ir más lejos, existe el caso de Claudio Salvador, que lleva casi dos años reclamando un fallo judicial para que le permitan ver con regularidad a su hija y le permitan a la nena relacionarse con su hermano.

Por lo pronto, con una dirigencia nacional que toma estos temas como bandera oportunista para conseguir seguidores, es dificil pretender un sistema que imparta justicia real para la población, por más derechos humanos que citen en sus discursos.

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