PARITARIA

Bancarios arreglaron y no habrá paro

Finalmente los bancarios y la cámara de empresarios de entidades financieras arreglaron la paritaria tras 10 horas de reunión. Cerraron en un aumento del 24,3% y no irán al paro de 72 horas que hubiera comenzado hoy (17-02)
viernes, 17 de febrero de 2017 · 07:55
Tras 10 horas de negociación paritaria, finalmente se cerró un acuerdo entre los bancarios y las cámaras. Así, el paro de 72 horas que iba a empezar este viernes y se extendía hasta el martes, se levantó.

El acuerdo, según difundió el ministerio de Trabajo, se cerró en un 19,5%, incluyendo cláusula gatillo, que se accionaría dos veces: una en junio y la otra en octubre. Asimismo, se fijó "un 4 por ciento que eleva la base a los salarios".

A las 21, la Asociación Bancaria confirmó que se levantaba el paro y que se "respetaba el 24,3%" acordado previamente. Y que el acuerdo es en un pago y retroactivo a enero.

"Se ha respetado el 24,3% de incremento para todos los bancarios que se compone de un 4% de reconocimiento a partir de enero más un 19,5% sobre ese 4. Lo que da 24,3% acumulado", informaron los bancarios.

Agregaron ​que se acordó una "actualización automática e inmediata toda vez que la inflación supere el 19,5%" y que "también se acordó que dicha actualización, cuando suceda, será retroactiva al 1/1/17".

"También hemos acordado un bono por el día del bancario de como mínimo 21.600 pesos y hasta 39.000 de acuerdo a la categoría de cada trabajador".

 

La discusión en el sector financiero anticipó la apertura de la ronda de paritarias de este año. En los períodos anteriores el gremio que encabeza Sergio Palazzo solía llegar a un acuerdo transitorio con los bancos a fin de año para diferir el arranque de la negociación hasta marzo a cambio de subas parciales.
 
De hecho, ese acuerdo se alcanzó en noviembre con Adeba y Abappra por un total nominal de 23,5%, pero Trabajo lo bloqueó en alianza con ABA. La controversia escaló una vez que el sindicato obtuvo de la Justicia una resolución favorable a la aplicación del aumento, en dos fallos consecutivos, a pesar de las apelaciones de funcionarios y banqueros en una estrategia común. 

Aunque la suba supera la pauta de 18% que alentaba el Ejecutivo en espejo con el acuerdo con los estatales bonaerenses, cerca de Triaca se jactaron de haber extendido a todo el año un arreglo inicialmente pautado para un trimestre, así como de la eliminación de un ítem no remunerativo que el sindicato quería imponer como compensación por el pago del Impuesto a las Ganancias.
 
El anzuelo para lograrlo fue la garantía de reabrir la paritaria en caso de una suba de la inflación por encima de los parámetros negociados, como se había anticipado cuando dio cuenta de la decisión oficial de habilitar este año las cláusulas gatillo. 

Se trata de un instrumento que, aunque suele aparecer en las discusiones bajo designaciones diversas, fue en los últimos años una suerte de tabú: el Gobierno anterior rehuía de esas cláusulas porque alegaban que restaba seguridad jurídica a los acuerdos firmados. En esa administración, con un Indec intervenido y sin un valor inflacionario único, cada organización podía esgrimir su propia medición para reabrir su debate. 

En el caso de los bancarios la agudización del conflicto tuvo aristas políticas y ligadas a la interna de la CGT. Entre las primeras, el Gobierno relacionó la intransigencia de Palazzo con un aparente alineamiento con Cristina de Kirchner. Así buscaba neutralizar un eventual efecto contagio en la ronda de negociaciones. El sindicalista también resultó incómodo para la central obrera mayoritaria, en la que aguijoneó desde el año pasado de manera constante por iniciar medidas de fuerza contra la administración de Mauricio Macri.
 
 

 

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