Cipolletti, un alto en el camino a los Lagos del Sur

Cuando el ingeniero César Cipolletti de origen italiano, realizó sus primeros estudios sobre los caudales de los ríos de la región, como lo son los Ríos Colorado, Río Neuquén, Río Limay y Río Negro, nunca pensó en cómo iban a culminar dichos estudios sobre toda esta zona y la que sería para la región, la utilización del agua de estos ríos para el riego.  Fue así que estas tierras se transformaron en un verdadero Oasis.

La ciudad lleva su nombre en su honor;  y Cipolletti es una parada casi obligada cuando se pasa por el Alto Valle de Río Negro.

Pero la gran transformación se dio en 1916, cuando se inauguró el Dique Ingeniero Ballester. Esta obra, producto de las investigaciones y proyectos presentados también por el Ing. Cipolletti, logra irrigar vastas extensiones, así como regularizar el caudal de los ríos.

A partir de exitosas experiencias piloto, se comienza, alrededor de 1.920, con el cultivo extensivo de Frutales. Pronto se dan grandes cosechas y, para su conservación y distribución, comienzan a instalarse Galpones de Empaque, cada vez de mayor envergadura, centralizando esta actividad en la ciudad, que así se establece como paso obligado para los productores de las localidades vecinas (como lo son Allen, Cinco Saltos, Fernández Oro entre otras).

Es por esto que desde sus comienzos productivos, Cipolletti se hizo famosa por la calidad de sus Manzanas y Peras, que han alcanzado sabores y pesos increíbles, lo que motivó que desde este rincón de la Patagonia, se exportaran sus frutas a todo el Mundo.

Sus habitantes le dicen popularmente "Cipo" y se encuentra separada de la capital neuquina por el transparente y maravilloso Río Limay, en el que durante la temporada de pesca, se extraen grandes truchas arco iris y marrones.

Sus propios ritmos, actividades culturales y una vida social activa han hecho de Cipolletti una de las ciudades más pobladas del Valle de Río Negro. Esta forma de ser, se manifiesta tanto de día como de noche y es algo que los turistas que la conocen por primera vez logran entender en forma inmediata.

Es una ciudad sin demasiado bullicio, pero hay variados sitios para visitar; algunos de interés histórico, otros netamente recreativos. Visitar una Bodega Museo que cumplió 100 años, visitar las chacras con producción de frutales, fábricas de elaboración sidra espumante, visitar el Museo Ameghino, para contemplar los restos fósiles de los gigantes que habitaron en el pasado, el anfiteatro y los gigantes de la Margen Sur en un marco natural único, son algunas de las opciones que Cipolletti ofrece.

Está separada de la Capital Neuquén por dos puentes que unen estas dos ciudades, manteniendo en funcionamiento aún el primero de ellos construido hace ya muchos años, y paralelamente el nuevo construido hace solo algunos años atrás.

La ciudad tiene un balneario denominado la Isla Jordán. Un lugar que se ha convertido en un atractivo para actividades deportivas. Existe una pista de karting, una de rally y en forma frecuente se organizan competencias de motocross y de otras disciplinas deportivas acuáticas y terrestres. Como atractivo adicional hay una balsa en la que se puede cruzar a la margen sur del río Negro, donde hay diversas actividades para realizar como Mountain Bike, Enduro.

Resumiendo es una coqueta ciudad rionegrina que invita a hacer un alto cuando estamos de viaje hacia los Lagos del Sur argentino.

Por Nestor J. Procopio