CRISIS ECONÓMICA

El carnaval de Brasil sufre por la inflación

La inflación; el aumento de los materiales para confeccionar carrozas y disfraces; la retirada de patrocinadores; las inundaciones; el virus del Zika. Estos son los problemas a los que se enfrenta el carnaval de Brasil.
martes, 26 de enero de 2016 · 11:43

 NECOCHEA (Cuatro Vientos) -La inflación que en el pasado 2015 llegó al 10,6% golpea al típico festival brasilero, y es que debido a la suba del dólar esta es su edición más difícil en los últimos 30 años.

Con el aumento de los costos de la energía eléctrica y la cotización del dólar en aumento (la semana pasada el dólar costaba 4.11 reales), el carnaval brasileño se encuentra en una situación particularmente difícil.

"Es un carnaval atípico, porque está en el medio de la Copa del Mundo (en 2014)  y las Olimpíadas. Las empresas que ya gastaron en marketing de estos acontecimientos deportivos tienen escaso margen para invertir". En Río de Janeiro, donde se realiza la mayor fiesta carnavalesca del país, los realizadores de los desfiles en el sambódromo ya acusan el shock. "Quedan todavía muchos camarotes por vender”, explicaba un  miembro de la organización. No es poco lo que deben pagar por esos espacios, donde los invitados no solo asisten al paso de las carrozas; también disfrutan comidas y bebidas. Hoy, estas salas cuestan cerca de 20 mil dólares.

 Las diez "escolas" de Porto Alegre quiénes forman parte del  llamado "grupo especial" (allí se encuentran las mejores), dijeron que: "el espectáculo será realizado, pero su concreción es la más difícil de estos últimos 30 años de fiesta carnavalezca". Muchos confesaron haber hecho una colecta entre sus fans para poder costear la compra de los materiales para las carrozas y los disfraces. Por ejemplo, el kilo de plumas que el año pasado costaba 290 dólares, alcanzó este año la cifra de 375 dólares. Lo real es que con el dólar a 4,11 reales, se dejaron de usar productos importados en la confección de fantasías y el armado de lujosos carros.

Con todo esto en su contra, los dos grandes centros carnavalescos, San Pablo y Río, tendrán sus lujosas fiestas. No así las ciudades del interior del país. Según informó O Globo las intendencias de 48 plazas del interior brasileño habían desistido de poner dinero en esta diversión. Según el diario carioca, "con los cofres públicos semivacíos, varias localidades desde Río Grande del Norte, hasta Minas Gerais y San Pablo, decidieron cancelar los desfiles”.

A todo esto se añade, una situación inédita: la epidemia del virus del Zika en el país, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegipty. Con esa  epidemia en curso, en las grandes concentraciones urbanas, el carnaval dejó de ser una prioridad de las alcaldías.

Muchas de estas ciudades enfrentan, además, la necesidad de recuperarse de las inundaciones que sufrieron en lo que va del año. "No hay clima de fiesta cuando todavía existen barrios aislados por las tormentas”, declaró Antonio del Bem, intendente de Cerquilho. Para todos la mayoría de los alcaldes hay otras prioridades. Deben aplicar recursos, entre otros problemas, al combate del dengue y del Zika.



 

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