SILVIA PANARESE
"El acto no se opacó por el discurso, sino por la intolerancia"
La vicedirectora de la Escuela 40, Silvia Panarese, hizo una autocrítica por su discurso del Día de la Bandera. "Tal vez no fue el ámbito", dijo y explicó cuál fue su intención al presentar su alocución.
NECOCHEA (Cuatro Vientos) -Si hay algo que quedó en claro este martes 21 de junio durante el acto del Día de la Bandera en la plaza Dardo Rocha frente al Palacio Municipal es que los ánimos están caldeados y que cualquier expresión que se interprete como en un lado de la polaridad alimentada durante la llamada "década ganada", genera urticaria. Y no tanto por el contenido de lo que se diga, sino por el hartazgo de parte de la sociedad con las constantes fricciones que se presentan en el debate político partidario instalado en los últimos años.
Ese parece haber sido el motivo por el que los padres y vecinos abuchearon durante su discurso a la docente: en un punto se interpretó que el lugar y la ocasión no era la indicada, como expresó posteriormente el intendente Facundo López al inicio de su propia alocución.
Y eso mismo fue reconocido incluso por la docente que escribió y pronunció el discurso de la polémica, Silvia Panarese, que expresó "escribi el discurso tratando de llenar de contenido los espacios que a uno le dan. Seguramenete analizandolo con el diario de ayer tal vez no fue el ámbito. Más que el acto de Belgrano era la celebración de que los chicos prometan la bandera".
En diálogo con Pacho Armanelli en Segundo Aire (FM Cooperativa), Panarese explicó su intención al trazar el paralelismo de las ideas de Manuel Belgrano con la situación que atraviesa el país. "La vida de Belgrano tiene aspectos muy importantes y fue un actor político muy importante (...) tenía ideas que no son tenidas en cuenta", expresó la docente en respuesta a las acusaciones sobre el ejercicio de política partidaria en su presentación.
"Era un momento para poder escuchar algo que normalmente no escuchamos sobre nuestras ideas", dijo y agregó que "me pone feliz por un lado que la gente escuche los discursos, aunque no está bueno la reacción que se recibe cuando lo que escuchan no corresponde con lo que piensan".
Consultada acerca de la situación violenta que se produjo durante la presentación, la vicedirectora de la escuela quequenense aseguró que "a los chicos lo que les generó la violencia fue el abucheo". "Había gente que sí podía prestarle el oído un poquito pero decidieron no escuchar".
"Lo mío era un paralelismo entre la vida de Belgrano y algunas preguntas sobre lo que celebramos", comentó la docente, que ya había explicado la intención de darle un contenido real a su discurso. "La bandera no es la tela, sino los valores, que no son para todos los mismos".
En ese sentido, no se desentendió de la política. "Cuando les llevo leña a los chicos que se están muriendo de frío hago política; cuando hago una torta para el cumple de un chico, hago política", remarcó. "Cada uno tiene su elección partidaria. Obviamente, en la escuela no hago política partidaria", agregó.
"Me hago cargo de que seguramente me equivoqué, cuando pensé en el acto pensé en Belgrano y no en el acto de promesa", dijo la docente, que aclaró que la línea de su discurso tenía que ver con que "Belgrano era un protector de la industria nacional" y con que "me parecía que el tarifazo es algo que nos influía a todos, pero se ve que no".
"Ya sea mi ideología o la de otro, el hecho de no escuchar al otro es muy violento", sostuvo Panarese y agregó que "el acto no se opacó por el discurso, sino por la intolerancia". Los abucheos obligaron a la docente a dar por terminado su discurso cuando aún le quedaban dos páginas por leer.
"Lo que lamento tiene que ver con los chicos, después no siento que tenga que disculparme por nadie", afirmó y agradeció el apoyo de las personas que se solidarizaron con ella a través de las redes sociales y por diferentes canales de comunicación.
En las redes sociales el debate se encendió más por una agitación social latente y una tensión producida por 12 años de polarización política que por el contenido del discurso en sí. Negar la situación cuando resulta evidentemente agobiante puede resultar tan insano para la práctica de la democracia como la intolerancia frente a voces discordantes.
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