BARRO
Reclaman el arreglo de calles frente a la Clínica José Ingenieros
El ingreso a la clínica psiquiátrica privada José Ingenieros suele llenarse de barro y agua cada vez que llueve. Vecinos reclaman un mejoramiento en la zona.
El plan de arreglos de calles de tierra que viene desarrollando la comuna está dentro de una agenda que incluye cientos de manzanas por diferentes sectores de Necochea y Quequén. Muchas áreas del distrito han sido repasadas y vueltas a dañar por las lluvias, lo que provoca que la Comuna deba volver a retomar sus pasos de vez en cuando.
Es el caso de la Clínica psiquiátrica privada José Ingenieros, en 67 entre 78 y 80, que a raíz de la constante circulación de vehículos, suele presentar anegamientos en su acceso principal. En este contexto, un vecino publicó su reclamo en el popular grupo de Facebook Librod e Quejas para la Municipalidad de Necochea:
Mario Dimauro
Qué mal que se han portado y se portan los intendentes de este municipio con la Clínica Psiquiátrica Privada José Ingenieros. Hemos hecho tantos pedidos y reclamos. La calle 67 entre 78 y 80 no deja de inundarse. Falta tosca en toda la calle, cuando la máquina, a las perdidas, se da una vuelta, y luego llueve, se hace un barrial que ni siquiera los cerdos vivirian en él. La pobre gente mayor que viene a esta clínica a curar sus tristezas y sus dolores , ni pueden bajar del automóvil en el que vienen . Enormes esfuerzos para llevarlos en andas desde el coche hasta la silla de ruedas, casi un metro más allá, sobre la vereda.
Es la única clínica que se encuentra habilitada para muchas obras sociales y mutuales, desde Mar del Plata a Bahía Blanca, y por el oeste hasta Tandil. Debiera ser orgullosamente cuidada por el municipio. De noche nos asaltan, han robado a mano armada a uno de nuestros médicos de guardia en una entradera, al tomar servicio, han robado carteras a pobres pacientes , familiares y empleados, que entran y salen a cada momento de la clínica.
Han lastimado abuelas, Hace 10 dias han ingresado y robado elementos de la clínica. Estamos rodeados por la inseguridad. Hace tiempo que estamos reclamando ante la Usina Popular que cambien un foco quemado de la luz pública, a diez metros de la entrada de esta institución, lo que proveé una cuota de oscuridad para que los amigos de la noche ingresen más fácilmente. Como la frutilla del postre, tras estas dificultades inauditas, cuando llueve, los dolientes que nos llegan (vienen de toda la provincia), enfrían sus pobres pies con el agua de la maldita calle. Pero ustedes, funcionarios a los que les pagamos con el dinero de nuestros bolsillos sus suculentos sueldos, no dan respuesta alguna. Se hacen los distraidos. Verguenza debieran sentir si tienen padres y abuelos como estos pacientes nuestros.
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