El terremoto en Chile se sintió en la Costa Atlántica

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Un terremoto de 8.4 grados en la escala de Richter sacudió este miércoles, 16 de septiembre, la zona nor-noroeste de Chile, 71 kilómetros al oeste-noroeste de Illapel, 232 kilómetros al norte-noroeste de Santiago, a las 22:54 horas GMT, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Ante este hecho, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) del Ministerio del Interior y de Seguridad Pública, emitió una alerta de tsunami para toda la franja costera del país, por olas de más de tres metros en Chile.

Por su parte, las as autoridades han ordenado la evacuación de toda la población de las localidades situadas en la costa del Pacífico.

De igual forma, informaron de una víctima y de varios daños materiales en viviendas, la telefonía colapsó y el metro de la capital chilena interrumpió sus servicios ante las fuertes réplicas que siguieron al terremoto.

En tanto, Denis Cortés, alcalde de Illapel, ha declarado a la televisión pública de Chile que la localidad está sin energía eléctrica y con el agua fluyendo por las calles. "Hay al menos un fallecido por la caída de un muro" dijo.

En Illapel viven unas 31 mil personas. Según el alcalde de la localidad, los más perjudicados pueden haber sido los más de 7 mil vecinos que viven en los cerros que rodean la ciudad.

La intendenta de la ciudad, Claudia Rojas, indicó que se prevé que a las 21:34 horas (hora local), lleguen las primeras olas a las costas de Iqueque.

El fuerte temblor se sintió e diferentes partes del país, especialmente en las provincias más cercanas a Chile, como la Rioja, San Juan, Mendoza, Córdoba e incluso en la Costa Atlántica.

Vecinos de Mar del Plata reportaron a Cuatro Vientos haber sentido los movimientos en departamentos de los pisos más altos en edificios de la vecina ciudad.

Diarios marplatenses relataron que algunos residentes de los edificios ubicados cerca de las vías del ferrocarril confirmaron que sintieron diversos temblores en sus departamentos.

Lámparas y vidrios se movieron durante algunos segundos y muchas personas que viven en las torres de la zona decidieron realizar una auto evacuación momentánea. Los más asustados por el fenómeno se reunieron en el exterior de los edificios y decidieron contactarse con Defensa Civil, que garantizó la seguridad edilicia y llevó calma a los residentes del lugar.

No se reportó la misma experiencia en nuestra ciudad, aunque sí hubo relatos similares en edificios de otras ciudades como Buenos Aires y Rosario.