CASO NISMAN

Lagomarsino declaró y ratificó por qué le dio el arma a Nisman

Al declarar esta semana bajo la acusación de haber sido partícipe necesario en el homicidio de Alberto Nisman, Diego Lagomarsino no sólo ratificó su versión de por qué le entregó su arma, sino también de cómo era su relación con el fiscal, con quien incluso dijo haber colaborado en la causa AMIA y negó los vínculos con los servicios de inteligencia.
miércoles, 22 de noviembre de 2017 · 21:25

"Me mencionaba a Jaime y yo lo relacionaba con el Secretario de Transporte", indicó Lagomarsino según un reporte especial de Sergio Farella para la agencia de noticias NA.

No fue una declaración más, sino aquella sobre la cual el juez Julián Ercolini y la fiscalía a cargo de Eduardo Taiano definirán si crece el grado de sospecha sobre el imputado, que con el cambio de fuero y tras la pericia de la Gendarmería que estableció la hipótesis principal de homicidio quedo más complicado en la causa.

"Simplemente Alberto me pidió un arma ese día. Simplemente fui y se la di. No existió ningún plan ni ninguna otra cosa de la que yo haya sido partícipe", arrancó bien temprano ese martes Lagomarsino en su extensa declaración en los tribunales.

El técnico informático sostuvo que a Nisman lo conoció por Carlos "Moro" Rodríguez, de quien dijo no saber que había trabajado en inteligencia de PSA hasta después de la muerte del fiscal, y que el primer trabajo que le encargó aquel en 2006 fue por una falla en el encendido de una laptop.

Ya al año siguiente, según Lagomarsino, empezó a trabajar como empleado de Nisman y éste le indicó que "iba a cobrar la mitad de lo que decía el contrato".

"Cuando un fiscal que investiga terrorismo me ofreció trabajar con él me sentía el rey del mundo. Para mi curriculum era buenísimo, era trabajar con quien investiga el atentado más grave de la Argentina, por eso acepté la entrega de parte de mi sueldo y otras cuestiones", precisó.

A "otras cuestiones" Lagomarsino hacía referencia a esa relación de "amo-esclavo" que tejió con Nisman, tal cual dijo que le comentó su terapeuta por su "baja autoestima".

Lagomarsino dijo que una de las primeras tareas fue "controlar" por pedido de Nisman el trabajo que en la unidad AMIA realizaban dos informáticos, Germán del Rio, alias "Compuman", y Juan Manuel Toscano, conocido como "Compuboy".

"Después me dijo si me animaba a hacer los cruces telefónicos, no escuchas. Con los cruces me refiero a qué teléfono se comunicó con cuál teléfono, pero no al contenido de la llamada, que estaba relacionado al atentado a la AMIA", dijo Lagomarsino.

También recordó que Nisman le había pedido otro entrecruzamiento telefónico, algo que finalmente no hizo, pero que sí tenía información de la causa "Ciro James" en la que estuvo procesado el ahora presidente Mauricio Macri, quien fuera finalmente sobreseído.

También dijo que ocho meses antes de que Nisman denunciara a la expresidenta Cristina Kirchner por encubrimiento del atentado a la AMIA, cosa que hizo el 14 de enero de 2015, le había adelantado algo a él.

"Cuando fue lo de la denuncia, tenía un fajo de papeles y me dijo con esto me llevo puesta a Cristina. Al decirme esto, le pregunté: ¿Te vas a meter con Cristina? Y él me respondió como enojado que si yo también era de los que pensaba que estaba loco y yo solamente le había preguntado eso", agregó.

La versión que volvió a dar en detalle Lagomarsino fue sobre las horas antes a la muerte de Nisman: el sábado 17 él estaba en su casa, el fiscal lo llamó para que fuese a su departamento por una consulta en persona.

"Me preguntó si tenía un arma. Ahí empezó el tire y afloje en el que le dije que el arma era vieja y que además tenía custodia, a lo que él me refirió que si le pasaba algo a la custodia" y que "no confiaba" en los agentes de Policía Federal que lo cuidaban, indicó.

Lagomarsino explicó que volvió a su casa, tomó el arma cuyas partes estaban en distintos sitios, llevó cinco balas y pensó en que Nisman podría cometer una "cagada y disparar a alguien sin querer e incluso que lastimar a sus hijas".

"Se la di porque era mi jefe, porque era un fiscal federal y para ayudarlo a proteger a sus hijas", sostuvo el empleado informativo, aunque sostuvo que recién se enteró de que las dos nenas menores estaban fuera del país al presentarse el lunes 19 ante la Justicia.

Recordó que explicó a Nisman cómo funcionaba el arma y que el fiscal "la dejó armada y con el cargador puesto y con municiones", y luego se fue porque el funcionario le dijo que tenía que seguir trabajando.

Lagomarsino recordó que se enteró de la muerte de Nisman por llamados que recibió en las primeras horas del lunes 19 y ahí encendió el televisor y que horas después decidió presentarse voluntariamente ante la Justicia.

El empleado informático negó en reiteradas veces sus vínculos con los servicios de inteligencia, algo que siempre estuvo bajo sospecha, a tal punto que así lo trasluce en su acusación el fiscal Taiano.

Según señaló Lagomarsino, empezó a saber del ex espía Antonio Horacio "Jaime" Stiuso cuando "empezó a trascender en los medios y que nunca se lo había cruzado ni en la fiscalía de Nisman ni en ningún otro lado.

"Jaime para mí era el Secretario de Transporte", dijo, a la par que negó conocer a los exespías Fernando Pocino, Alberto Luis Mazzino, José Francisco Larcher, Héctor Icazuriaga, así como al exjefe de Gabinete Aníbal Fernández, tal cual le fuera preguntado durante la larguísima declaración.

Al igual que ocurrió con el arma, también explicó que no se pudo negar al pedido que Nisman le hizo en 2014 para anotarlo como titular de una cuenta bancaria en el Merryl Lynch de Nueva Cork, porque –según recordó- el fiscal le dijo que su madre estaba con problemas de salud y que si le pasaba algo "el estado americano se queda con la mitad del dinero de la cuenta" y porque él era una persona "políticamente expuesta".

Durante la audiencia, el fiscal y el juzgado le preguntaron sobre una llave de una caja de seguridad encontrada en allanamientos realizados recientemente en su domicilio, lo que él explicó era propiedad de su pareja, y de un "cañón largo" de un arma, sobre la cual explicó que es otro que venía junto con el arma que él había entregado a Nisman ese enero de 2015.

Lo llamativo, tal cual refrieron fuentes vinculadas a la investigación, es que cuando se realizó este último allanamiento tras la imputación sobre Lagomarsino tenía todo dispuesto en su domicilio como si estuviese "preparado" y a la "espera" de los agentes policiales.

"Yo soy de brindarme. Lo de amo-esclavo lo definió mi analista. Pero en concreto, esa fue la única vez que me pasó con alguien, como nunca me había pasado antes", dijo Lagomarsino.

El ahora imputado por homicidio aseguró que la investigación en su contra le arruinó su vida y perdió clientes: "La verdad no me importa si lo mataron o si se suicidó", agregó.

Este martes y miércoles declaran también como imputados cuatro custodios que tenía asignado Nisman pero no ya por homicidio sino por incumplimiento de los deberes de funcionario público, por no haber cuidado de su integridad física.

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