Se llevó a cabo la tercera jornada de debate por la despenalización del aborto

Participaron 44 invitados, la mitad a favor del proyecto y la otra en contra. Hablaron Muriel Santa Ana, Darío Sztajnszrajber, Débora Plager y Julia Mengolini, entre otros.
miércoles, 18 de abril de 2018 · 08:28

Se desarrolló este martes en el Congreso la tercera audiencia por el debate sobre la despenalización del aborto, en el que participarán 44 invitados, entre los que se encuentraron el exministro de Salud Ginés González García, la actriz Muriel Santa Ana, el filósofo Darío Sztajnszrajber y las periodistas Débora Plager y Julia Mengolini entre otros.

Exposiciones en contra

Al abrir la audiencia, el presidente de la comisión de Legislación General, el diputado del PRO Daniel Lipovetzky, coordinador de los encuentros, recordó que las reuniones son "de carácter informativo y que no requieren quórum para celebrarse", y aclaró que "la actividad de la cámara continúa y por eso no todos los diputados pueden concurrir", al hacer referencia a la polémica por la ausencia de legisladores producidas sobre todo en el último plenario.

Luego, el pediatra Rodolfo Keller consideró que la despenalización del aborto es "una incongruencia inadmisible por el derecho a vivir que todo ser humano tiene por el sólo hecho de existir" y juzgó como "una cobardía desde la postura de un adulto terminar con un niño".

"Una madre en estado de confusión ante la noticia de un embarazo no deseado debe recibir apoyo enfocado a llevar adelante su problema y no a deshacerse del mismo", indicó.

A su turno, el abogado Ricardo Bach de Chazal puso de relieve que "ninguno de los tratados suscriptos por nuestro país incluye al aborto voluntario como un derecho ni admite siquiera, indirectamente, que su práctica sea promovida o aconsejada por sus órganos de monitoreo".

En esa línea, sostuvo que ningún organismo se encuentra facultado para imponer, proponer ni sugerir que en Argentina se disponga la grave violación al derecho a la vida que supone la legalidad del aborto".

En tanto, la médica y doctora en ciencias jurídicas de la UCA Débora Rainieri aseguró que el embarazo "no es una enfermedad que debe ser curada con el aborto", al advertir que existe "una valoración peyorativa del estado de embarazo de la mujer".

Pidió asimismo considerar "el daño irreparable en la salud psíquica de la mujer después de un aborto" y agregó: "Los países donde existe la despenalización muestran ésto como un dato científico que no pueden desconocer".

Por su parte, el abogado y profesor de la UCA Juan Gregorio Navarro Floria hizo referencia a la objeción de conciencia y sostuvo que "la libertad de conciencia quedaría desfigurada si, al momento de una mujer que quiere obrar respecto a los listados de su conciencia se lo castiga por eso", al sostener que "se trata de un conflicto de derechos humanos" porque -dijo- "en la objeción de conciencia hay una oposición de derechos".

En tanto, el secretario de Salud de San Miguel, Pablo de la Torre, dijo que desde ese municipio "acompañamos la vida y tratamos de acompañar a la mujer antes, durante y después del embarazo", y advirtió que "el post aborto es desvastador: he visto sus secuelas psíquicas como depresión, intentos de suicidios y hasta recaídas de salud cercanas a la fecha del aborto".

La jornada de hoy, con inicio a las 10, tiene 22 invitados que se manifestarán en contra de la interrupción del embarazo y 22 que lo harán a favor. A diferencia de las dos audiencias anteriores, en el turno mañana exponen los oradores que rechazan el proyecto, mientras que por la tarde estarán los que lo apoyan. Habrá médicos, abogados, políticos, periodistas y filósofos, entre otros.  

Exposiciones a favor

La actriz Muriel Santa Ana advirtió a los legisladores que si no se aprueba la despenalización del aborto "llevarán sobre sus espaldas las muertes que se produzcan por la realización de abortos clandestinos", al exponer hoy en la audiencia sobre los proyectos que permiten la interrupción del embarazo hasta la semana 14.

Santa Ana dijo que "el aborto existe, legislen ustedes lo que legislen", y relató una situación personal, cuando se realizó un aborto clandestino en un departamento acompañada por su mama y su hermana.

"Yo quedé embarazada a los 23 años y usaba un diafragma. Si aún hoy es conflictivo para los hombres usar profiláctico, porque aducen pérdida de placer, imaginen lo que sucedía hace veinte años donde el abuso era mucho peor", señaló.

La actriz dijo que "no deseaba ser madre forzosamente" y apuntó que "no quiero ni admito que nadie se arrogue el derecho de legislar sobre el deseo" de ser madre, y se preguntó: "¿Qué significa para ustedes una mujer muerta?

En tanto, el filósofo Darío Sztajnszrajber puntualizó: "El debate sobre el origen de la vida es un debate que no vale la pena dar. Dejemos las discusiones metafísicas para nuestra formación existencial, pero para construir el orden social hagamos política".

"Cada mujer que se desangra exige que el Estado intervenga. Política, no metafísica", continuó ante el auditorio y remarcó: "Una mujer que no decide sobre su cuerpo es una ciudadana de segunda".

"En Argentina, cada cinco minutos nace un bebé de madres que son menores de 19. ¿Saben que más de un tercio de las muertes maternas adolescentes son resultado directo de un aborto inseguro?", expresó a su turno Brenda Hamilton, presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA (Cefyl) y militante de PanYRosas.

"Hoy uno de los ponentes habló del aborto refiriéndose al supuesto trauma de la mujer por 'el hijo que ya no está'. Pero ¿cuándo van a hablar de las madres que ya no están para los hijos nacidos que quedarán huérfanos?", agregó.

Otras de las oradoras que manifestaron su postura a favor de la despenalización del aborto fue la periodista Julia Mengolini: "Un embrión no puede escribir poemas, un feto no es un bebito", disparó.

En ese sentido, Mengolini refutó todos los argumentos que dieron aquellos opositores al proyecto en los primeros debates. "Quienes cuestionan el proyecto hacen enormes esfuerzos de imaginación para poner en pie de igualdad a un embrión con una mujer. Para hacer que ambas cosas valgan exactamente lo mismo hubo que apelar a mentiras y falacias", sostuvo Mengolini.

Y continuó: "En Argentina la fe no se nos puede imponer. Nadie puede decir que perder un embarazo incluso deseado sea lo mismo que perder un hijo. No duele igual, porque para esa mujer no era un hijo todavía".

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