Nuevo aumento de gas: Lo único que no se congela este año es la tarifa

Si bien el gobierno lanzó una medida para frenar momentáneamente los aumentos de tarifas en el año electoral, el precio del gas registrará en junio una suba del 7,5% completando el 29% dispuesto en abril.

Para las demás tarifas, en el caso de la electricidad, suspendió las dos alzas del 4% cada una prevista para mayo y agosto, y en materia de transporte público dio marcha atrás con el último aumento del subte, que se iba a ir a $21 en abril y aseguró que al menos hasta después de las elecciones de octubre, no habrá cambios en el valor de los pasajes de tren y colectivo.

Para el gas, el esquema es distinto. Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia, el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren, había dispuesto dos aumentos por año: abril y octubre, que se basan en el valor del dólar al momento de las negociaciones con las empresas y la inflación de precios.

La suba de octubre quedó suspendida, pero el aumento de abril del 29%, que este año se aplica en 3 partes -abril, mayo y junio, sigue en pie. Así las cosas, este mes aumenta un 7,5% el gas para completar ese 29% fijado.

Al igual que el año 2017, el año que se eligió legisladores nacionales y provinciales , la gestión de Cambiemos resolvió en este año electoral «planchar» la tarifa del gas durante los meses de invierno, que es cuando más se consume y pagar la diferencia durante el verano.

Así, durante junio, julio, agosto y septiembre se pagará un 78% del valor final (que contempla el 29% de aumento) y el 22% restante de cada mes se abonará en 4 cuotas iguales, y con intereses, en diciembre, enero, febrero y marzo, los meses de menor consumo de gas, pero que sube fuerte el gasto de los hogares por el uso de energía eléctrica.

En la factura, el monto a pagar más adelante figurará como "diferimiento estacional".

La medida le costará al Estado $4500 millones, que deberá compensar con reducción del gasto en otro sector para cumplir a fin de año con la meta de equilibrio fiscal.

El costo adicional se explica porque el Estado se hará cargo de los intereses que implica para las empresas distribuidoras no cobrar el total del pago y salir al mercado a buscar financiamiento para cubrir esa factura. Por allí se irán $2500 millones.

Los restantes $2000 se deben a que las empresas recibirán el aumento del 29% desde abril, pero el usuario tendrá una suba menor.

Desastre dificil de retrotraer

Representantes locales de Consumidores Argentinos insistieron en sus críticas al Gobierno por haber dolarizado el esquema tarifario del gas y consideraron que el escenario actual refleja un "desastre difícil de retrotraer", después de esta semana que las pymes profundizarán su preocupación por los elevados montos de las últimas facturas.

Sergio Procelli, el presidente de la entidad, explicó que el reciente golpe del "tarifazo" que acusaron rubros como lavadores, clubes y panaderos, está ligado con la finalización de un descuento del 50 por ciento para el sector que se había aplicado desde el año pasado con respecto a los aumentos estipulados.

"Entonces, ahora, se aplicaron los aumentos que hubo en octubre de 2018 y en abril y por eso llegaron facturas de 60 u 80 mil pesos", detalló, y reconoció: "La verdad que provoca una gran angustia porque el problema no es solamente si se puede pagar o no, sino que genera la incógnita de saber si se va a poder seguir produciendo".

En diálogo con con el portal marplatense 0223, el referente de la organización aclaró que este importe no está atado a una cuestión «estacional» sino que tiene que ver con las características propias de cada industria o producción. "Esto quiere decir que le va a llegar estas facturas todos los meses", advirtió.

"Evidentemente la dolarización de la tarifa fue un error, que es algo que ya se marcó en 2017, y ahora es tal el desastre que es muy difícil ver cómo se va a retrotraer sin tener que afectar intereses en toda la cadena del servicio público del gas", planteó Procelli.

En este sentido, el titular de Consumidores Argentinos sostuvo que el esquema tarifario que definió el Gobierno "está tan mal estructurado" que provoca que todos los actores involucrados en el sistema se vean "afectados de algún modo".

"Cada uno tiene un problema: los productores porque les ofrecieron subsidios que no les pagan, los distribuidores porque cobran en pesos y tienen que pagar en dólares, y los usuarios que son el eslabón más débil de la cadena están endeudados", graficó, sobre el panorama.

Ante la preocupación que se agudizó en el sector pyme, Procelli dijo que mantuvo un encuentro con los representantes en la ciudad que tiene Camuzzi Gas Pampeana, la empresa distribuidora del servicio, en el cual se le solicitó que «no haya cortes» de suministro hasta tanto el Enargas defina la situación que pone en jaque a muchas empresas.