INSÓLITA JUSTIFICACIÓN

“Desahogo sexual”, el calificativo de un fiscal para una violación en manada

jueves, 4 de junio de 2020 · 10:49

En medio de la investigación de una “violación en manada” que se investiga en la provincia de Chubut, el fiscal penal de la causa, Fernando Rivarola, utilizó la insólita justificación de “desahogo sexual doloso” para bajar la calificación penal del delito contra los imputados.

El hecho se dio en el marco de la investigación de una violación ocurrida hace ocho años y que involucra a "hijos del poder" de Chubut, porque entre los acusados hay nietos de un ex gobernador, de un senador y de un conocido empresario de la provincia.

La frase fue utilizada por el Rivarola fue utilizada en el pedido de juicio abreviado contra tres de los imputados y el sobreseimiento de otro de acuerdo a lo que consigna el Diario de Puerto Madryn.  

Críticas

La frase del fiscal Rivarola generó el repudio de personalidades del ámbito social y político, entre ellos varios ministros del Gabinete nacional, y el reclamo de falta de perspectiva de género en las investigaciones judiciales.

A partir de la enorme repercusión pública de la frase del fiscal y el pedido de juicio abreviado, el Ministerio Público Fiscal (MPF) emitió esta tarde un comunicado de prensa en el que afirmó que "cambiaron el sentido de los términos" de los dichos atribuidos a Rivarola, y que "fueron sacados de contexto, sobreexponiendo a la víctima y poniendo en riesgo aspectos cruciales del proceso penal".

Sobre el término "desahogo sexual doloso", explicaron: "En palabras simples, el abuso sexual es justamente una conducta que busca el desahogo sexual del autor sabiendo que lo hace sin el consentimiento de la víctima, que va a cometer un ataque sexual, que se trata de un delito, y consciente de ellos avanza sin consideración del daño que va a provocar en esta. Eso es dolo".

La asesora general tutelar, Yael Bendel, entendió que "utilizar la frase 'desahogo sexual' da cuenta de la falta de perspectiva de género y de infancia que tiene el fiscal Rivarola".

"El fiscal debería rectificarse inmediatamente y que se evalué si es idóneo para perseguir delitos tan aberrantes como lo es el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes. Esta violación es un delito que tiene una pena tipificada en el código penal con un máximo de 15 años, pudiendo elevarse a 20 años por la participación de dos o más personas u otros agravantes", aseguró.

"Es indignante que en una fecha como hoy, en la que se conmemoran 5 años de la marcha por #NiUnaMenos, tengamos que escuchar de quiénes tienen que impartir justicia frases tan retrógradas y violatorias de los derechos humanos", cerró

La causa

El caso fue denunciado por la víctima a través de las redes sociales en enero de 2019 y en agosto llegó a la Justicia. El hecho sucedió en la ciudad de Puerto Madryn y fue realizado por los miembros de la llamada "manada de Chubut".

A partir de la denuncia que realizó la víctima, cinco jóvenes, todos ellos hijos de conocidos empresarios y familiares de políticos de la zona, fueron acusados de violar a una menor de edad en la localidad de Playa Unión, en medio de una fiesta privada.

Al tomar la causa, Rivarola pidió la imputación de sospechosos por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante. Sin embargo, el fiscal modificó luego la carátula por "abuso sexual simple agravado por la comisión de tres personas".

El relato de la víctima

El relato que hizo la víctima es impactante; “Fuimos a pasar la semana de la primavera a Playa Unión, Rawson, con un grupo de siete amigas. Estábamos en una fiesta que era en la casa de Robertino y Francesco V. y a poco tiempo de llegar perdí la consciencia y es ahí cuando una de mis amigas me encontró en una habitación siendo abusada por un grupo de cuatro varones: Ezequiel Q., Leo DV., Luciano M. y Robertino V. Joaquín P. era testigo y Tomás S. sostenía la puerta evitando que entre alguien o que yo pueda salir”, indica el texto.

“Yo estaba en estado de shock y entre varias personas me intentaron calmar. Como estaba desnuda, buscaron mi ropa que estaba desparramada en la habitación oscura y llena de camas donde sucedió la violación. En ese momento el dueño de la casa echó a todo el mundo de la fiesta, al grito de 'no cuenten nada'”, relató.

“Al volver a Madryn tuve un intento de suicidio, me encontraron mi mamá y mi papá y les conté lo que pasó, me llevaron al médico e hicieron el protocolo para la atención integral de víctimas de violencia sexual. Robertino V. se comunicó conmigo pidiéndome que 'no lo denuncie porque sus padres se estaban por separar'. Para lavar su nombre, Joaquín P. habló con mis papás mintiendo sobre su participación y confesando que me drogaron para someterme. A los días, una amiga los escuchó hablando, tranquilizándose entre ellos porque yo no había hecho la denuncia", recordó la víctima.

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