Miguel Lunghi

Sin apoyo de sus pares radicales, el intendente de Tandil se volvió a acoplar al sistema de fases de la Provincia

jueves, 24 de septiembre de 2020 · 11:05

Luego de la controversia de las últimas semanas desde que el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, decidió abrirse del sistema de fases de la cuarentena un llamado del gobernador Axel Kicillof se abrió “un periodo de transición” y se compatibilizarán los sistemas. Una de las calve fueron los fondos de ayuda para el turismo, que serían unos 3 millones de pesos. Mientras tanto, los jefes comunales radicales no se pronunciaron ante la rebelión.

La resolución del conflicto se dio durante una diálogo telefónico entre Kicillof y Lunghi que se realizó ayer –tras lo cual se contactaron sus jefes de Gabinete, Carlos Bianco y Oscar Teruggi- pero esa conversación estuvo precedida por una trama política que incluyó cierto fastidio de los intendentes del radicalismo con la movida de su par tandilense, a la que juzgaron inconsulta y arriesgada, por lo que no la respaldaron públicamente.

Tandil anunció su decisión unilateral de abandonar el sistema de regulación del ASPO por fases que había establecido Kicillof, lo que generó fuertes críticas del gobierno. Bianco, por caso, dijo que con esa decisión Tandil parecía “una república separatista” y llamó a reflexionar a Lunghi, que sin embargo no se retractó: avanzó con un sistema de señales llamado “semáforo” y se vio obligado a endurecer las medidas por se disparó el número de casos.

Esta semana el conflicto escaló, luego de que el ministro de Producción, Augusto Costa, anunciara públicamente que el municipio quedaba afuera del reparto de fondos del Fondo para la Reactivación Cultural y Turística debido a que en una de las cláusulas de los convenios firmados por los municipios para implementarlo se estipulaba como requisito “cumplir y hacer cumplir” las disposiciones sanitarias de la provincia sobre la pandemia.

Así planteada, la controversia escaló a tensión política hasta que ayer Kicillof y Lunghi mantuvieron una charla telefónica –en cuya concreción tuvo un rol relevante Costa, de buena relación con el gabinete tandilense- que fue calificada por ambas partes como “positiva y cordial”. Allí, se arribó a un acuerdo político que consiste primero de bajar la tensión y abrir el espacio político para se resuelva en términos técnicos la controversia sobre la ASPO.

Según la agencia DIB, el sistema provincial seguirá vigente y habrá una “compatibilización” del que se estableció en Tandil. Fuentes de la comuna explicaron a esta agencia que entienden que una vez establecido ese nuevo esquema, los fondos –que estiman en unos $ 3 millones- llegarán a Tandil.

En términos políticos, más allá de esa necesidad de fondos, el gesto de rebeldía no fue bien recibido por los pares intendentes de Lunghi. El jefe comunal no recibió el respaldo institucional del Foro de Intendentes del radicalismo, que integran alcaldes del interior bonaerense, muchos de ellos de distritos vecinos, cuando Bianco cruzó al municipio ni ahora, cuando Costa anunció el bloqueo de los fondos.

“Lunghi no consultó nunca a nadie, los intendentes necesitan los fondos, Tandil es un distrito rico que puede permitirse ciertos desafíos, otros no”, le dijo a DIB un intendente de esa fuerza. Los alcaldes fueron reticentes a verse arrastrados a una pelea política que no estaba en  su ánimo dar, aunque tampoco cuestionaron a Lunghi en público.

La única instancia institucional de la UCR Bonaerense que se pronunció por iniciativa propia por el Comité Provincia, a través de su titular, el exgobernador Daniel Salvador.  “Repudiamos esta represalia que afecta a los vecinos tandilenses y reclamamos que reconsideren esta situación”, dijo Salvador.

El PRO tampoco se pronunció de modo institucional. Pero Lunghi había tenido un roce con su par de OIavarría. Ezequiel Galli –cercano a Jorge Macri- cuando en ese distrito se dispararon los casos.

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