En un intento por mitigar el impacto de la escalada inflacionaria tras la reciente devaluación, el Gobierno argentino se apresta a lanzar un conjunto de medidas destinadas a brindar alivio económico a diversos sectores de la sociedad. Las acciones, anunciadas por el Ministro de Economía, Sergio Massa, comprenden una "suma fija" para los trabajadores en empleos formales, un aumento en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y un bono adicional para jubilados y pensionados.
Massa manifestó: "Va a haber una suma fija para los trabajadores". Al abordar la preocupación por la pérdida del poder adquisitivo ocasionada por la inflación, el Ministro enfatizó en que "la gente tiene que saber que sabemos lo que le pasa a la gente".
No obstante, en medio de la anunciada compensación, Massa recordó la influencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la situación financiera del país: "La gente tiene que saber que al Fondo no lo traje yo". Esta declaración no dejó de generar un matiz político al debate, en un contexto donde el papel del FMI en la economía argentina es objeto de discusión y controversia.
Las medidas anticipadas por el Ministro de Economía también apuntan a frenar el malestar generado por la inflación sostenida. Massa anunció que "desde mañana se van a conocer anuncios respecto a estabilidad de precios y situaciones de compensación del daño que la inflación provoca en el bolsillo de la gente". Este enfoque busca paliar las consecuencias económicas que afectan directamente a los ciudadanos, así como aminorar la creciente frustración derivada de años de desafíos económicos y sociales.
En este escenario, el aspecto laboral emerge como uno de los puntos centrales. La propuesta de otorgar una "suma fija" a los trabajadores en blanco, sin embargo, no fue recibida con total aceptación por parte de los sindicatos. Sectores gremiales argumentan a favor de la reapertura de paritarias, exigiendo un ajuste más dinámico y escalonado para resguardar los salarios frente a la inflación. Ejemplos notables de esta postura son los sindicatos de Camioneros y los bancarios, quienes plantearon recientemente sus propias demandas en este sentido.
Massa, en su reaparición mediática después de las elecciones internas, no eludió la complejidad del panorama político y económico. Reconoció que "la Argentina viene de muchos años de frustración, de fracasos, de dificultades que van reapareciendo". Estos factores, sumados a las tensiones inflacionarias, han dado lugar a un escenario electoral inesperadamente dividido, caracterizado por una competencia equilibrada entre fuerzas políticas en las primarias.