Nueva ley de alquileres: ¿Cómo cambian las reglas del juego?
El Senado de la Nación Argentina emitió su veredicto sobre la reforma de la Ley de Alquileres que se originó en la Cámara de Diputados, y el panorama del arrendamiento de propiedades en el país está en pleno proceso de transformación. Con un voto de 37 a favor y 29 en contra, la iniciativa ha avanzado, pero con cambios significativos que ahora deberán ser considerados nuevamente por la Cámara de Diputados.
La reforma propuesta por el Senado establece un plazo mínimo de tres años para los contratos de alquiler, una medida que apunta a brindar mayor estabilidad a los inquilinos. Además, introduce la obligación de que "los contratos de locación con destino a vivienda" se expresen en valor único en moneda nacional y tengan períodos mensuales, con ajustes permitidos cada seis meses.
Uno de los cambios más notables es la modificación del mecanismo de actualización de los precios de alquiler. A partir de esta reforma, los ajustes se basarán en un coeficiente conformado por la menor variación entre el 0,9% de la variación del coeficiente de variación salarial publicado por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) y la variación del coeficiente de estabilización de referencia publicado por el BCRA (Banco Central de la República Argentina). Esta nueva fórmula busca equilibrar la relación entre el aumento de los alquileres y los ingresos de los inquilinos.
Otro cambio de gran relevancia es el artículo que establece la exención del pago del Monotributo para los ingresos provenientes de la locación de hasta dos inmuebles. Esto beneficiará a quienes dependen de los alquileres como fuente de ingresos y podrían haberse visto gravados por el impuesto. La medida aliviará la carga fiscal para los pequeños propietarios que alquilan una o dos propiedades.
Además, se ha incorporado un nuevo artículo, el número doce, relacionado con el Impuesto a las Ganancias. Según este artículo, las partes involucradas en un contrato de alquiler podrán deducir el diez por ciento del monto anual del contrato de locación de sus declaraciones de Impuesto a las Ganancias. Esta deducción podría ser un incentivo tanto para los propietarios como para los inquilinos.
En comparación, el proyecto original presentado por la Cámara de Diputados proponía plazos de dos años para los contratos y una actualización de los alquileres cada cuatro meses. Además, permitía a ambas partes convenir el índice de cálculo más conveniente entre el índice de precios al consumidor (IPC), el índice de precios mayoristas (IPM) y el índice de salarios (IS) elaborados por el INDEC, o incluso una combinación de estos.
Otro aspecto destacado del proyecto de Diputados era la posibilidad de que los propietarios solicitaran el pago de meses de alquiler por adelantado, lo que podría haber sido un alivio financiero para muchos de ellos. Además, establecía exenciones impositivas para los rentistas, aunque no se requería el registro de los contratos de alquiler en AFIP.