Ahora le toca al gas: En abril aumenta al menos un 300%
El Gobierno oficializó este martes el aumento de las tarifas de gas natural por red, que entrarán en vigor a partir del lunes 1 de abril, eliminando los subsidios para hogares de altos ingresos, comercios e industrias. El precio del gas, uno de los componentes de las facturas, se triplicará al menos el próximo mes y experimentará otro incremento adicional entre mayo y septiembre.
El impacto de estos aumentos se sentirá principalmente en invierno, cuando el mayor consumo se combine con los precios más altos de la energía. Se espera un aumento de al menos el 300%, aunque en el sector y entre los consultores se cree que podría ser aún mayor.
La decisión oficial llega con dos meses de retraso. La Secretaría de Energía y el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) tenían todo listo para implementar los aumentos en febrero, pero el ministro de Economía, Luis Caputo, ordenó esperar para intentar mantener la inflación en niveles más bajos.
Debido a la situación fiscal -el Gobierno debe reducir en 3.000 millones de dólares los subsidios energéticos- y al contexto del sector, la decisión no podía esperar más.
Según pudo saber Diario Cuatro Vientos, la resolución 41/2024 de Energía establece los nuevos precios mayoristas del gas (en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte, PIST), que forman parte de la mezcla de abastecimiento de producción local y de las importaciones. Es importante señalar que el gas es solo una parte de las facturas, que también incluyen los márgenes de transporte, distribución y los impuestos.
Un vistazo a los cambios en las tarifas
Este aumento, que representa un cambio importante en el costo de vida de los argentinos, se produce en un contexto de necesidad de reducción de subsidios por parte del Estado y de ajuste en los precios de los servicios públicos.
Uno de los cambios más notables es el aumento en los precios para los hogares de Nivel 1 (N1) de la segmentación y los usuarios "Servicio General P" (usos no domésticos). En abril, el precio del gas para estos usuarios casi se triplicará, alcanzando valores de entre 2,79 y 2,95 dólares por millón de BTU, dependiendo de la provincia. Esto representa un aumento significativo en comparación con el precio anterior, que equivalía a aproximadamente 1 dólar por millón de BTU.
Los usuarios residenciales N2 (ingresos bajos) también experimentarán un aumento considerable en sus tarifas de gas, que oscilarán entre 0,74 y 0,78 dólares por millón de BTU en abril, en comparación con los aproximadamente 0,40 dólares que pagaban anteriormente.
Por otro lado, los hogares N3 (también de ingresos bajos) pagarán entre 1,10 y 1,17 dólares por sus bloques de consumo subsidiados, y los mismos valores que los N1 y "P" por el resto de su demanda. Hasta el momento, estos hogares tenían un precio del gas en sus tarifas de alrededor de 0,40 dólares por millón de BTU.
Además, se espera que entre mayo y septiembre los precios del gas experimenten otro incremento, llegando a valores de entre 4,26 y 4,50 dólares por millón de BTU según la zona. A pesar de que la resolución establece estos valores para los hogares N1 y el resto de usuarios, no especifica cómo será el mecanismo de subsidios para los hogares de ingresos bajos y medios, en un período en el que se espera que esté vigente la Canasta Básica Energética (CBE), una nueva forma de asignar los recursos del Estado.
Este aumento en las tarifas de gas se produce en un contexto en el que el Gobierno argentino busca reducir los subsidios a la energía, que en 2023 representaron el equivalente al 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB). La ayuda estatal en el gas se canaliza a través del precio mayorista en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST), y si el Gobierno decide asignar precios del gas por debajo del costo medio de abastecimiento, el Tesoro Nacional debe transferir la diferencia a las productoras de gas (petroleras).
La puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta en agosto del año pasado permitió a Argentina ahorrar sustancialmente en importaciones de combustibles líquidos y Gas Natural Licuado (GNL), lo que contribuirá a reducir el costo medio de abastecimiento energético en el país. Sin embargo, a pesar de estos avances, los aumentos en las tarifas de gas representan un desafío significativo para los argentinos, especialmente para aquellos de bajos ingresos, y plantean la necesidad de buscar formas de mitigar su impacto en los sectores más vulnerables de la sociedad.