Se desplomó el consumo de carne por la inflación y se espera un nuevo aumento
El consumo de carne vacuna ha sufrido un duro golpe como resultado de la escalada inflacionaria que ha sacudido los precios tanto en el campo como en los mostradores. Este fenómeno se ha desarrollado en paralelo al crecimiento de las exportaciones, las cuales han experimentado un impulso considerable gracias al levantamiento de restricciones, contribuyendo así al encarecimiento de los productos en el mercado interno.
Así lo indicó el consultor privado de ganados y carne vacuna, Víctor Tonelli, quien además precisó que en lo que va del año el índice del novillo, en el Mercado Agrogranadero de Cañuelas (MAG), se ajustó en torno al 18%, "pero si se toma en cuenta el valor de noviembre, cuando todavía estaba el ciclo de liquidación funcionando, el ajuste fue casi del 70%".
Según los análisis, el repunte en los precios de la carne vacuna se explica no solo por una corrección debido al rezago que presentaban, sino también por el aumento de las exportaciones, las cuales han llegado a representar más del 30% del total en diciembre y cerca del 33% en enero. Este fenómeno, según Tonelli, es una consecuencia directa de la eliminación de las prohibiciones y restricciones que antes limitaban las exportaciones.
En contraparte al crecimiento exportador, se ha observado una disminución notable en el poder adquisitivo y en el volumen de consumo interno, que ha caído hasta alrededor de los 40 a 42 kilos por habitante por año, todo ello como consecuencia directa de la inflación que ha erosionado los ingresos de los consumidores.
Los precios actuales de la hacienda, rondando entre los $1.700 y $1.800 por kilo vivo, junto con los precios del Índice de Novillo en Cañuelas, han mantenido una tendencia estable durante febrero, lo que implicaría un aumento del precio promedio de la carne a alrededor de $6.000 a $6.500, representando un incremento del 10% respecto a enero.
Sergio Pedace, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), ha afirmado que los precios tenderán a afirmarse y a aumentar gradualmente, siguiendo el ritmo de la inflación. Sin embargo, señaló que este aumento ya no está condicionado tanto por el consumo interno, dado que los consumidores han buscado alternativas más económicas como el cerdo y el pollo, cuyos precios se mantienen más estables.
Pedace también subrayó que el precio de la carne vacuna dependerá en gran medida del valor del dólar, de las exportaciones y de la disponibilidad de novillos para exportar en Argentina. A su vez, señaló que la sequía ha provocado una reducción significativa en el número de terneros y hembras, lo que podría afectar la oferta en el futuro próximo.