EFECTO TANDIL

Como Lunghi, más intendentes radicales reniegan contra el sistema de fases de la cuarentena

jueves, 15 de octubre de 2020 · 13:07

Luego del famoso salto del intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi, quien decidió implementar su propio esquema de “semáforo epidemiológico” para dar o no habilitación a las actividades sociales y económicas de su localidad, y que le costó un apoyo económico por parte de la provincia; ahora, otros jefes comunales radicales se rebelan y meten presión sobre el sistema de fases que mantiene el Gobierno bonaerense para administrar la pandemia de COVID-19.

El hecho en Tandil derivó en un fuerte encontronazo con el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, quien incluso manifestó que el alcalde podría tener “consecuencias legales” por desoír decretos provinciales y nacionales. Luego de idas y vueltas, el alcalde se reunió con Kicillof y acordaron una tregua.

En las últimas horas, el que implementó sus propias medidas fue el intendente boina blanca de Chacabuco, Víctor Aiola, quien señaló que “el sistema de fases está agotado” y a partir de esta semana aplicó nuevas flexibilizaciones y actividades autorizadas en la localidad de la Cuarta.

“Le he planteado al Gobernador que el sistema de fases está agotado, quien con mucha amabilidad me escuchó y me dio la palabra. Debe considerarse la salud de una manera integral, y como la vacuna no estará hasta octubre de 2021, hay que acostumbrarse a convivir con el virus”, manifestó el alcalde.

Chacabuco, que está en fase 4 con 180 casos de Covid-19 activos y 6 fallecidos amplió el horario de circulación y habilitó a gastronómicos, autocine, arte y cultura, gimnasios, danzas, deportes individuales al aire libre, natación al aire libre o pileta cubierta, entre otros.

Aiola dijo que mantendrá esas medidas “siempre y cuando no colapse el sistema” y aseguró que por el momento no ve "necesario retroceder de fase". "No solo yo, sino también el Comité de Salud y el área de Salud, en quienes me sigo apoyando firmemente porque considero fundamental el cuidado de la salud”, argumentó.

En el mismo sentido, el también intendente radical de General Viamonte, Franco Flexas, señaló que es necesario que retomen las clases presenciales en su localidad además de que manifestó que los controles de acceso “no tenían sentido” y marcó que “es necesario que Provincia escuche”.

“Vemos el sentir de la gente y la necesidad económica, y esto ya no va para más. Estamos a punto de una rebeldía ciudadana en cuanto a la cuarentena. Por eso hay que tener una justa visión del tema, necesitamos que la Provincia escuche y encuentre la manera de hacer apertura porque si no vamos a encontrar a las personas en rebeldía”, señaló Flexas.

En ese sentido, el jefe comunal boina blanca manifestó que junto a su equipo municipal preparan alternativas para presentar ante la gestión de Kicillof para poder ampliar las habilitaciones de actividades.

“Creo que estamos en un punto final de la cuarentena. La gente no aguanta más. Pasamos cinco meses sin contagio antes del brote que comenzó hace dos meses. Además de los perjuicios económicos, también juega lo psicológico y creo que la gente está harta”, sentenció.

Discusión en la Legislatura

Según el portal Diputados Bonaerenses, no solo los intendentes radicales metieron presión sobre el sistema de fases y el mantenimiento de las medidas restrictivas de la cuarentena en la Provincia. Desde la Cámara de Diputados, la radical Alejandra Lordén también fustigó al gobierno por la gestión sanitaria.

“No discutimos la educación, la economía, la presencialidad en las instituciones porque primero está lo sanitario y mientras tanto superamos el 40% de pobreza, hay más de 4 millones de desempleados donde las más perjudicadas son las mujeres, cae el PBI. Todo esto era para que en lo sanitario nos fuera bien pero los resultados muestran que subimos en el ranking de la peor gestión sanitaria”, disparó en diálogo con Diputados Bonaerenses.

Al mismo tiempo, desde la bancada opositora en el Senado bonaerense, el legislador de Junín, Juan Carlos Fiorini, enfatizó en el hecho de poder aplicar protocolos y cuidados para abrir más actividades y pensar en el factor económico.

“La cuarentena argentina no dio los resultados prometidos. El sistema de fases en la provincia ya no funciona tampoco. Después de más de 200 días no se pueden seguir tomando las mismas decisiones que cuando esto comenzó”, marcó el senador.

Además, agregó que “las imágenes de agotamiento y cansancio se repiten en todo el país, locales que cierran, comercios y actividades que no quieren dar marcha atrás, vecinos que no quieren estar más encerrados. No hay peor cuarentena que la que no se cumple”.

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