El Bolsón: Un paraíso cordillerano lleno de leyendas y realidades

Quizá muchos no saben que El Bolsón, fue la primera ciudad hippie de Argentina y aún hoy en día mantiene esa mística, que la transforma en una ciudad turística por excelencia. Se encuentra distante a 1.410 kilómetros de la ciudad de Necochea.

Hasta no hace muchos años, llegar a El Bolsón no era tarea sencilla. Ya fuera por la precariedad de los caminos o los rigores del clima patagónico, donde esta pequeña ciudad cordillerana gozó de un relativo y saludable aislamiento.

Aseguran que transcurría el año 1.620 cuando, animado por el deseo de encontrar la codiciada Ciudad de los Césares, el Capitán español Juan Fernández eligió este lugar para armar su campamento, en lo que hoy se conoce como El Bolsón. Seguramente en ese momento, el Capitán que no era el mismo Juan Fernández que de tan buen navegante, fue tomado por brujo a fines del siglo XVI; no imaginó que, lejos de develar un antiguo mito, iba a dar comienzo a uno nuevo que, si bien más modesto, iría a ser mucho más perdurable: el Mito de El Bolsón.

Año tras año, un número cada vez mayor de viajeros de todo el mundo visita este rincón de la Patagonia cautivado por su belleza y su inconfundible halo de misticismo.

Poblada inicialmente por colonos que llegaban desde Chile, fue recibiendo con el tiempo a inmigrantes europeos que convirtieron la zona en un importante centro agrícola especializado en lúpulo y frutas finas. Pero fue a partir de fines de la década del 60, con la llegada de los hippies que venían atraídos por las Energías Cósmicas y Telúricas del lugar, que la sociedad de El Bolsón encontró su carácter único y particular.

Entre las Historias Reales y Fantásticas que se han tejido en la fabulosa gesta bolsonera, hay tres que resultan muy pintorescas.

Una es la que da cuenta de un incalculable Tesoro que se encontraría enterrado en el Cerro Fortaleza por el Cacique Foyel, y el que nunca se encontró, a pesar de algunas búsquedas.

Otra más agresiva quizá, es la de un fallido intento de fundar una República de El Bolsón.

La tercera y más memorable es la que inventó o no, el Sheriff norteamericano Martin Sheffield, a comienzos del año 1.900, cuando aseguró haber visto un Plesiosauro vivo en la laguna de Epuyén. Como estos reptiles gigantescos se habían extinguido hacía sesenta y cinco millones de años, la noticia conmocionó al mundo científico. Los gobiernos argentino y norteamericano organizaron una costosa expedición a la zona, que por supuesto resultó infructuosa.

Los atractivos principales de El Bolsón se encuentran en las increíbles montañas que la rodean. El cerro más importante del lugar es el Cerro Piltriquitrón (en mapuche Colgado del Nubes o del Cielo), una imponente mole de piedra que domina todo el valle. Hay un mirador al cual se puede acceder en vehículo y un Refugio de Montaña, al que se puede llegar caminando. Desde allí se tienen imponentes vistas de la Cordillera de los Andes. El Piltriquitrón es también punto de despegue de los Vuelos en Parapente y es el Hogar del fabuloso y más que nombrado Bosque Tallado, donde se encontrarán un conjunto de fantásticas esculturas talladas en árboles quemados, por distintos artesanos del país.

Otro cerro importante es el Perito Moreno, muy visitado en verano por turistas que hacen trekking y en invierno por esquiadores. Posee un Centro de Esquí y un Refugio de Montaña muy bien equipado.

Camino al cerro se pueden conocer dos cascadas: la Cascada del Mallín Ahogado y la Cascada Escondida, enmarcadas en bosques donde se combinan árboles nativos como el Coíhue y el Radal con otros, como el Cerezo y el Castaño.

Para los caminantes, las posibilidades son casi infinitas: acompañar el curso de los ríos hasta sus nacientes cordilleranas, internarse en la montaña en busca de refugio y aventuras, o visitar algunos de los gigantes de hielo eterno que duermen en las altas cumbres. Por otro lado, El Bolsón es el sitio ideal para hacer base si se quiere recorrer la también mística Ruta 40, ya que la misma cruza por la mitad a toda esta ciudad.

Finalmente, la Feria Artesanal ocupa un lugar destacado dentro de los atractivos de El Bolsón. Desde hace más de 30 años se dan cita aquí músicos y finos artesanos que trabajan la madera, la arcilla, el cuero o el metal, junto a productores de fruta fina y alimentos orgánicos; conformando una de las Ferias más completas e importante de América del Sur.

En los últimos años, y en concordancia con las necesidades de esta época, mucha gente de El Bolsón se ha dedicado a la producción orgánica y a la elaboración artesanal de alimentos. Cervezas casera, harinas, conservas, licores, lácteos, frutas y hortalizas son algunos de los productos que más se ven en la zona.

Y es en la Feria Artesanal el lugar indicado para conseguir esas frutas y verduras orgánicas y ver justamente a estos habitantes trabajar las artesanías, que allí mismo venden. En la mayoría de las confiterías y restaurantes de la ciudad, pueden degustarse las muchas variedades de cervezas artesanales y comidas tradicionales bien cordilleranas.

El Cajón del Azul y la Cabeza del Indio son otros dos sitios que vale la pena visitar, como también el Cerro Amigo, donde desde su mirador se puede observar, si las nubes lo permiten a toda la ciudad bolsonera.

Sin lugar a dudas, El Bolsón cautiva por su belleza y el halo de misticismo que rodea a sus habitantes; como bien se dice: será por su onda hippie, será por su mística, será por sus leyendas o simplemente será por su realidad; pero es El Bolsón, la ciudad turística por Excelencia al momento de elegir vacacionar por el sur de Argentina.

Nestor Jacinto Procopio