NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Agustín Orión tiene un amplio historial de violencia. Es una realidad que dejaría en ridículo a los mejores abogados del país. Siempre fue un jugador temperamental, tanto en San Lorenzo y Estudiantes como en Boca, donde más acumula hechos cuestionables.
En el equipo xeneize tuvo dos cruces fuertes, que derivaron en varias conjeturas y juicios personales sobre el arquero. El historial es innegable.
Uno de los primeros fue en una práctica informal frente al juvenil Leandro Paredes, hoy en la Roma de Italia, con una entrada fuerte que lo pudo haber lesionado.
En marzo de este año, en San Juan, le provocó una fractura de tibia y peroné a Carlos Bueno, delantero de San Martín.