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Mirá el show de The Strokes en Lollapalooza Argentina 2017

Dieron uno de los mejores shows musicales de los últimos años. Cumbia, rock de guitarras, elogios a Messi y riffs pegadizos: los neoyorquinos dejaron todo en la cancha.
domingo, 2 de abril de 2017 · 17:29

Aunque ninguno de sus integrantes lo manifieste abiertamente, hay bastante de supervivencia en la versión 2017 de The Strokes. A 15 años y contando de la publicación de su álbum debut, con el paso de los años el desgaste interno y la sequía creativa tuvieron a la banda de Nueva York en la cuerda floja en varias ocasiones, por lo que ver a sus cinco integrantes juntos sobre un mismo escenario y en buena forma esconde un espíritu triunfal y una cuota de alivio, por más que sus propios protagonistas se encargasen de no hacerlos visibles. Al menos, bastante de eso pareció respirarse arriba del tablado en el cierre de la segunda jornada de la edición 2017 de Lollapalooza.

Mirá el show de The Strokes en Lollapalooza Argentina 2017:

Los aires renovados dieron su primera muestra poco antes de que The Strokes saliese a escena. Después de que se apagasen las luces del predio, por los parlantes del Main Stage 1 empezó a sonar el remix en clave cumbia de "Reptilia” de Oscar Coronel, una muestra de que su sentido del humor sigue siendo indescifrable aun a la fecha. A continuación, Julian Casablancas y compañía ocuparon sus puestos sin mediar palabra, con "The Modern Age” y "Soma” (ambas de Is This It, de 2001), con el mismo audio pastoso de sus originales de estudio. En menos de cinco minutos, ambas condensaron pasado y presente de la música neoyorquina, ya fuera en los ribetes allá Tom Verlaine de Albert Hammond Jr., o en el pulso garagero y machacante de la banda, como una versión trendy y menos autodestructiva de The Velvet Underground.

 

 

"Drag Queen”, del EP Future Present Past, publicado el año pasado, dio una muestra de que la banda todavía puede navegar aguas conocidas sin que el resultado final sea repudiable, pero la comparación con cosechas previas se hizo inevitable cuando le siguieron "Someday” y "12:51”. Poco después, una versión fiel de "Reptilia” puso las cosas en orden, con Hammond Jr y Nick Valensi repartiéndose el protagonismo guitarrero del tema: uno en los estribillos, el otro en los solos. Casi en continuado, "Is This It” borró con el codo el fervor de su predecesora y lo reemplazó por un clima de displicencia propio de las madrugadas en las que ya no queda qué ingerir y el sueño no se presenta como una alternativa viable.

 

 

Después de una versión algo apagada de "Threat of Joy” en la que Casablancas se dedicó a acosar al bajista Nikolai Fraiture ("Me encantan tus movimientos, quiero hacerte el amor por 17 horas”, le dijo al terminar el tema”) y una ejecución correcta de "Automatic Stop” (o el rasgueo reggae aplicado a la música de la Gran Manzana), el mejor costado de The Strokes despertó con "New York City Cops”, el hit que debía serlo y no fue gracias al atentado del 11-S. Pero como en su universo la inestabilidad parece ser el motor principal, las cosas volvieron a ponerse raras en "Electricityspace” y su riff pseudo metalero, una escena que tuvo un remate aun más extraño, con un pedido del cantante: "Sean buenos con Messi”.

El uno-dos de "Barely Legal” y "Last Nite” tuvo tanto de efectivo como de jugada segura, pero también de recordatorio de cuán importante fue la aparición de estos cinco pibes al borde del cambio del milenio, cuando traer de vuelta las guitarras al rock parecía una utopía. De ahí en más, un final desabrido víctima de un desentendimiento entre público y banda. Primero, una tanda de bises que tardó bastante en llegar y garantizó el primer éxodo del predio antes de que sonasen "Heart in a Cage”, el retrofuturismo electrónico de "80’s Machine Comedown” y "Hard to Explain”, y lo que debía ser el final de la noche no fue tal, ya que The Strokes regresó dos veces más para satisfacer temas a pedido (primero "You Only Live Once”, después "Take It or Leave It”), con suficiente tiempo muerto entre una salida a escena y otra como para que varios entendiesen que todo había llegado a su fin. La explicación llegó de la boca de Casablancas, con el campo en plan retirada: "Supuestamente debíamos irnos, pero queremos tocar más”. Haberlo dicho antes, Julian.

FUENTE: Silencio.com.ar

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