RADIACIÓN

50 rescatistas de EEUU en Fukushima enfermaron de cáncer

Cáncer de tiroides, leucemia y tumores cerebrales han sido diagnosticados a soldados (la mayoría veinteañeros) luego de haber participado en las tareas de asistencia a la central nuclear Fukushima en 2011.
martes, 17 de diciembre de 2013 · 11:05
NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Decenas de marineros del portaaviones estadounidense que participaron en las operaciones de rescate tras el accidente en la central nuclear japonesa de Fukushima en 2011 sufren cáncer.

Más de cincuenta miembros de la tripulación del portaaviones USS Ronald Reagan han denunciado sufrir diferentes tipos de cáncer como el resultado directo de su participación en la operación Tomodachi, la misión de rescate tras la catástrofe de Fukushima en marzo de 2011. 
 
A los tripulantes, muchos de los cuales tienen tan solo unos 20 años, les han diagnosticado diferentes tumores malignos, incluido cáncer de tiroides, leucemia y tumores cerebrales. No obstante, el Departamento de Defensa asegura que la Armada tomó todas las medidas preventivas para ''mitigar los niveles de contaminación radioactiva".

Charles Bonner, abogado de los afectados, dijo en una entrevista a 'Nuclear Hotseat Podcast' que durante su misión los miembros de la tripulación no solamente tuvieron que estar en el agua contaminada rescatando a las personas, sino que bebían agua de mar desalinizada, que también usaban para preparar la comida, hasta que finalmente el capitán del USS Ronald Reagan informó al equipo de que estaban expuestos a altos niveles de radiación. 
 
De acuerdo con Bonner, la tripulación no fue informada sobre la estancia en la zona afectada hasta después de pasar un mes a unos kilómetros de la costa contaminada.

Actualmente los miembros del equipo de USS Ronald Reagan exigen a Tokyo Electric Power (Tepco), empresa operadora de Fukushima, una indemnización de 40 millones de dólares por persona y 1.000 millones de dólares para crear un fondo de gastos médicos para el tratamiento del cáncer.

Muertes

Ya asciende a 1.605 el número de muertes indirectas causadas por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 en la prefectura de Fukushima, en el norte de Japón.

La cifra la certificó en un informe, que llega hasta el 30 de noviembre de este año, el gobierno de la prefectura de Fukushima.

El documento indica que los decesos están relacionados, sobre todo, con la prolongada evacuación que está teniendo lugar en la provincia por la crisis nuclear causada por el tsunami de 2011, según un informe de las autoridades locales recogido hoy por el diario Mainichi, citado por EFE.

Esta cifra prácticamente iguala a las 1.606 personas que fallecieron en Fukushima por causas directas en el desastre, es decir, ahogadas, sepultadas o a causa del impacto psicológico producido por la catástrofe.

En la prefectura de Fukushima, se registraron un año después del terremoto y tsunami 761 muertes indirectas, cifra que ascendió a 1.000 en agosto de 2012 y hasta 1.500 a finales de agosto de 2013.

En las otras dos prefecturas costeras más afectadas por el terremoto y tsunami de 2011, las de Miyagi e Iwate, el número de muertes indirectas registradas hasta la fecha asciende a 878 y 428, respectivamente.

El informe de la prefectura de Fukushima señala que la mayoría de las muertes registradas hasta ahora se deben al agravamiento de enfermedades por no recibir el tratamiento adecuado o al empeoramiento de las condiciones de vida de los evacuados, lo que propició incluso suicidios.

La grave crisis nuclear causada después de que un tsunami azotó a la central de Fukushima mantiene a unas 52.000 personas desplazadas, que muchos casos residen en viviendas temporales y desconocen si podrán retornar algún día a sus casas.

"En Fukushima hay mucha gente que padece una evacuación muy prolongada", dijo Fukudome Kunihiro, profesor asociado de la Universidad de Tohoku, al rotativo.

"Por ello, esta situación no se puede comparar con otros terremotos anteriores. Las causas de muerte son muy variadas y para evitarlas se necesita mejorar las condiciones de vida de los desplazados", aseguró.

Los expertos señalan que según pasa el tiempo cada vez resulta más difícil establecer con claridad las causas de las muertes indirectas, lo que dificulta la gestión de las indemnizaciones.

En el caso de Fuskushima, las autoridades aceptaron el pago del 80 por ciento de las compensaciones reclamadas, que pueden llegar hasta los 5 millones de yenes (unos 35.270 euros).

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