DOS BURROS
Piñera y Cartes aplazados en historia y literatura
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, es un empresario que recipen asume la presidencia. El de Chile es otro hombre de negocios que figuró en la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo. A pesar de sus éxitos, ni uno ni otro saben mucho de historia o literatura...
NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Tanto el presidente de Chile, Sebastián Piñera, como el de Paraguay, Horacio Cartes, tienen su origen en el mundo de la política a través del mundo de los negocios. Esto es: ambos son empresarios que supieron acumular una enorme fortuna haciendo negocios, no dando discursos ni desarrollando su oratoria o desplegando su sabiduría en la vida pública.
Es en ese marco en que se conoció la noticia de que ni uno ni otro, durante el mismo acto, hicieron gala de sus conocimientos. De hecho, cuando lo intentaron, fracasaron estrepitosamente.
Así, durante una reunión en el Palacio de la Moneda de Chile el martes, el mandatario paraguayo tuvo un lapsus durante su discurso al tratar de mencionar a un prócer chileno del que no terminó de recordar el nombre.
"Recordábamos historia, como bien decía José Feliz Bogado, recordamos siempre a un prócer chileno también, eh... Eulogio... Eulogio cómo se... bueno...", habrían sido las palabras del paraguayo de acuerdo con información difundida por el portal chileno Nación. Evidentemente, el mandatario no tenía idea de lo que estaba hablando.
Según el diario paraguayo ABC, esto generó un embarazoso momento para el jefe de Estado, quien no obtuvo auxilio ni de su canciller Loizada, ni del propio Piñera, sentado a su lado. Ninguno de los dos atinó si quiera a soplar el nombre del referido prócer.
Sin embargo, no fue el único. Aparentemente, su par chileno hizo referencia durante su alocución, al libro "A la búsqueda del tiempo perdido", aunque confundió al autor de la novela. El empresario chileno mencionó a Albert Camus, cuando el escritor en cuestión es Marcel Proust.
¿Quién dijo que para ganar dinero hay que saber de historia o literatura? Lo lamentable del episodio es que para ganar dinero puede que no importe, pero para gobernar un país quizá sí sea un poquito necesario.
