A UN PASO DE LA DESTITUCIÓN

El Senado de Brasil aprobó el impeachment para Dilma

El pleno del Senado aprobó en la madrugada del miércoles por 59 votos a favor y 21 en contra un informe que pide continuar el juicio político contra la suspendida presidenta Dilma Rousseff, dejando a la mandataria a un paso de su destitución.
jueves, 11 de agosto de 2016 · 11:07
La aprobación del informe, que acusa a Rousseff de irregularidades fiscales que representan un "atentado contra la Constitución", llevará a una nueva y última sesión del pleno del Senado, que deberá celebrarse a fines de este mismo mes.

En esa sesión, que será convocada por el Supremo Tribunal Federal, Rousseff será despojada de su mandato si así lo decide una mayoría calificada de 54 votos entre 81 posibles, dos terceras partes del pleno del Senado, lo que se descuenta.

Así, su mandato que termina el 1 de enero de 2019 será completado por Michel Temer, actual presidente interino y ex vicepresidente.

Entretanto, el Partido de los Trabajadores (PT) anunció tras la aprobación del informe que pide la destitución de la suspendida presidenta Dilma Rousseff que denunció ante la OEA lo que califica como un "golpe de Estado".

La demanda fue presentada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), crítica de la forma en que desarrolla el proceso de destitución.

Los diputados Paulo Pimenta y Paulo Teixeira, ambos del PT, explicaron que la demanda fue preparada por juristas brasileños y argentinos y exige una medida cautelar que "suspenda" el juicio político contra Rousseff, que califican de "ilegal".

En esa denuncia, dijo Pimenta, se presenta "un conjunto de cuestiones que han sido identificadas en el trámite del proceso tanto en la Cámara de Diputados, como en el Senado y hasta la Corte Suprema, que están en desacuerdo con tratados internacionales firmados por Brasil".

"Vamos a pelear en todas las esferas, sean parlamentarias, judiciales, en la calle o en el exterior, para denunciar este golpe y para se restablezca en el país la normalidad democrática", apuntó.

El diputado insistió en que Rousseff "no cometió ningún tipo de crimen y no responde a ningún proceso penal", por lo que el juicio en su contra tiene un carácter "exclusivamente político" que va en contra de lo establecido en la Constitución brasileña.

A lo largo de los debates que se desarrollaron durante unas 16 horas, dirigidos por el presidente del STF Ricardo Lewandowski, los defensores de Dilma Rousseff y los favorables a su destitución cruzaron duras palabras, pese a que fueron instados por el magistrado a despojarse de todas las "pasiones partidarias".

Uno de los más encendidos discursos lo pronunció el senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores (PT), quien denunció el proceso como "un golpe, una farsa, y un fraude" a la Constitución, que atribuyó a la "elite económica" del país.

El presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), senador Aécio Neves, derrotado por Rousseff en las elecciones presidenciales de 2014 por apenas tres puntos porcentuales, afirmó que el proceso ha demostrado la veracidad de la denuncia sobre la "irresponsabilidad" de la mandataria en aquella campaña.

"El país constata ahora lo que dijimos en 2014", pero también "quiere que aquellos que cometieron crímenes respondan por ello", así se trate de "la presidenta de la República, que no puede estar por encima de la ley", declaró.

La mandataria apartada ya tiene planes para el juicio, cuyo resultado se descuenta le será desfavorable: viajar por América del Sur -Chile y Uruguay, preferiblemente- o por algunas ciudades europeas. El periplo, sin embargo, sería de unos pocos meses, ya que Dilma no quiere estar mucho tiempo separada de sus dos nietos, que viven en Porto Alegre, donde ella tiene su domicilio personal, informó Folha de S. Paulo.

Bernie Sanders: "Parece un golpe de estado"

El senador estadounidense Bernie Sanders condenó el proceso contra la presidenta suspendida Dilma Rousseff indicando que "parece un golpe de Estado" e instó al gobierno de Barack Obama a pedir que haya "elecciones democráticas" en Brasil para resolver la crisis.

Sanders, que fue el rival de Hillary Clinton en las elecciones primarias demócratas, afirmó en un comunicado que está "profundamente preocupado por los esfuerzos para alejar del poder a la presidenta elegida democráticamente".

"Para muchos brasileños y observadores, el controvertido proceso se parece más bien a un golpe de Estado", indicó el popular senador por Vermont.

"El intento de alejar del poder a la presidenta Rousseff no es un juicio legal, sino político. Estados Unidos no puede quedarse en silencio mientras las instituciones democráticas de uno de nuestros aliados más importantes son socavadas", argumentó Sanders.

Estados Unidos debe "ponerse del lado de las familias trabajadoras en Brasil y demandar que esta disputa se resuelva con elecciones democráticas", opinó el legislador.

Según Sanders, la suspensión de "la primera mujer presidenta de Brasil" se produjo "por motivos dudosos", y el nuevo Gobierno interino asumió el poder "sin un mandato para gobernar" y "abolió el ministerio de mujeres, igualdad racial y derechos humanos", además de anunciar un gabinete "compuesto únicamente por hombres blancos"

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