VIOLENCIA INSTITUCIONAL

Caso Noa: Un mes y medio para conocer el resultado de las pericias

Las pericias de la Corte sobre la muerte del joven Michel Suarez en la Comisaría de Quequén tomarán cerca de un mes y medio, según informó el abogado de la familia del joven. El Ministro Casal está al tanto del caso.
viernes, 26 de diciembre de 2014 · 11:10

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Todavía no se conocen nuevos avances en el caso de la muerte de Michel Suárez (Noa) quien murió hace dos semanas luego de estar detenido en la comisaría de Quequén.

Hasta ahora, el caso no mereció importantes declaraciones por parte de las autoridades, aunque desde el kirchnerismo del Movimiento Evita, el concejal Luciano Lescano inició gestiones frente al gobierno provincial y al gobierno nacional.

Entretanto, el abogado de la familia Suárez, Sebastián Barletta, expresó que está a la espera de los resultados de la pericia en busca de determinar "cuáles fueron las características físicas que presentaba Michel Suárez al momento de su muerte”. Las declaraciones de Barletta se conocieron gracias a una entrevisa del portal La Nueva Comuna, de Alfredo Barros, que viene siguiendo el caso desde que se conoció. 

El letrado explicó que la autopsia realizada el día posterior a la muerte del joven sólo tiene un carácter preliminar. Ahora resta conocer el resultado de las pericias que realizan los peritos de la Corte, con un informe más detallado sobre el estado del cuerpo de Noa.

Según el abogado, el resultado de las pericias demorará "entre 21 y 45 días" y arrojarán la información necesaria sobre las características del cuerpo minutos antes de fallecer, "elementos que pueden dar un mayor grado de certeza sobre la posibilidad de que el cuerpo haya sido sujeto a vejaciones antes de fallecer” y que podrían corroborar la hipótesis de la defensa sobre una supuesta "tortura seguida de muerte”.
 
Barletta agregó que el ministro de Justicia de la provincia, Ricardo Casal, "está interiorizado de este tema, ha mostrado preocupación y ha manifestado la necesidad de que se haga justicia real".
 
Entretanto el Frente Popular darío Santillán publicó un comunicado cuestionando el trabajo de la policía en el caso: 
 
El 6 de diciembre de 2014, Noa, como le decían sus familiares y amigxs, apareció muerto en la comisaría 2da de Quequén. Había sido aprehendido horas antes, tras ser inmediatamente señalado como responsable de los  daños ocasionados sobre la vidriera de un local del Partido Fe, encabezado por Gerónimo Momo Venegas. Existen muy pocos datos concretos sobre el caso, datos que se contradicen y que no logran concordar con los hechos… evidentemente algo huele mal en Necochea y debe remarcarse que la Policía otra vez está involucrada.

La explicación oficial que da la policía es que Noa se suicidó colgándose con los cordones de la malla dentro del "locutorio” de la dependencia policial. Hipótesis que claramente deja muchos baches: ¿no es de rutina sacar los cordones a los aprehendidos? ¿Qué hacía Noa en el "locutorio”, cuando el procedimiento que conllevaba su aprehensión no ameritaba que fuera retenido allí? ¿Dónde estaba la persona que tenía la función de controlarlo? Sumado a estos interrogantes, se plantea que la contextura física de Noa y la altura de donde supuestamente se colgó, no concuerdan con la posibilidad de un deceso producto de asfixia por rotura de cervicales. Además, el cuerpo de Noa fue entregado a su familia con varios golpes (se puede observar un desplazamiento de cráneo en la altura del ojo derecho y diversas contusiones en el resto del cuerpo, lesiones claramente visibles en el testimonio filmográfico presentado por la familia), ¿Los mismos fueron anteriores a la muerte de Noa? ¿En qué circunstancias se produjeron?
Hasta ahora no existe ninguna explicación oficial, sólo el comisario Guillermo Farías, responsable del lugar del hecho, se refirió a la causa y descartó la existencia de golpes por no encontrarse reflejados en la autopsia que, por cierto, es de dudosa profesionalidad. Son muchos los puntos flacos y ante esta versión, que podemos presentar como ingenua, la policía sin embargo no queda exenta de responsabilidad: un pibe más se murió bajo supervisión policial.

Considerando los hechos ya descriptos, creemos que se abren dos posibilidades, ninguna descartada ni confirmada por el momento: La primera es que las lesiones podrían haber sido producto del accionar de los funcionarios (cabe destacar que la comisaría 2da de Quequén cuenta con un grave prontuario que incluye antecedentes de violencia institucional). Ahora, si por el contrario Noa ingresó a la comisaría con las heridas provocadas con anterioridad, esto convierte a la policía en cómplice, la pregunta es de quién.

Por otro lado, el procedimiento judicial deja mucho que desear. Hasta ahora, el accionar de la Fiscalía en lugar de apuntar a esclarecer el hecho, ha generado muchas dudas en cuanto a su intencionalidad. La primera irregularidad radica en que la encargada de realizar la investigación de la causa de muerte y de recolectar pruebas en el lugar del hecho fue la propia policía, parte implicada en la muerte de Noa y que, por lo tanto, debería haber sido desplazada de esta función. La segunda irregularidad consiste en la poca disposición judicial para cooperar con la familia de Noa, negándole el acceso a la causa, y llevandolxs al desconocimiento de las pruebas con las que se cuenta y del estado del expediente.

¿Por qué él? Según dichos de familiares y amigxs, era hostigado por la policía cada vez que se topaba con un móvil, impidiendo que lleve una vida común y corriente, en la que caminar por la calle no representa una amenaza para un pibe de barrio.

 Hasta acá, reflejamos los datos con que se cuenta y las muchas sospechas que despierta la muerte de Noa. No somos tan crédulxs como para dar por sentada la versión del suicidio. Tenemos la certeza de que hoy le tocó a Noa, pero no se trata de un caso aislado. En Necochea existen antecedentes de violencia policial y gatillo fácil, como son el caso de Saúl Canessa, Gastón Díaz o Romina Benavidez, entre otros tantos. Hablamos de un sistema que está podrido desde la raíz, la maldita policía es causa del problema y no de la solución. Más policía en las calles representa mayor inseguridad, porque es la que recluta mano de obra descartable de los barrios más humildes para el robo y hostiga a quienes se niegan a trabajar para ella o simplemente "poseen carnet de pobre”, porque no es un policía que se equivocó o se excedió, no es un policía descarriado. Es toda la institución.

Sabemos que existe responsabilidad policial en el caso de Noa y que es necesario esclarecer lo sucedido, sabemos que el sistema está hecho para que todo termine en el olvido y los responsables vuelan a patrullar por las calles, pero también sabemos que sólo mediante la presión popular y la continua movilización vamos a obligar a la justicia a actuar como debe para no permitir que se sigan matando pibes de nuestros barrios y terminar con la  impunidad. Así nos lo demuestran los casos  de Luciano Arruga, Kiki Lezcano y muchos otros pibes víctimas de este accionar perverso.

¡Lucha y organización es la consigna!
¡Ni un pibe menos!

Frente Popular Dario Santillan

 

 

 

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