AUSTERIDAD NECESARIA

Crisis financiera de Necochea: ¿Se podría bajar el sueldo del intendente?

Una rebaja de las dietas de la planta política y de salarios a funcionarios municipales sería ideal para generar mayores ingresos para una comuna sumida en una crisis financiera. La austeridad se practicó en el pasado en Necochea y se implementa en otros distritos bonaerenses.
domingo, 13 de abril de 2014 · 16:47
NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Cada vez que se consulta a las autoridades acerca de las dificultades por las que atraviesa el distrito (por ejemplo, Ana Asa la semana pasada), los necochenses se encuentran frente a la misma explicación: durante años no se readecuaron las tasas, lo que devino en un desfinanciamiento de la comuna.

Y la explicación, desde luego, no falta a la verdad, sin embargo, omite la posibilidad de que la austeridad se haga presente en los pasillos del palacio municipal. Es sabido que mientras el municipio argumenta que no tiene dinero para pagar el gas oil de las máquinas que arreglan las calles, o que algunas obras están postergadas porque aún no consigue los fondos que provenientes de Nación y Provincia, o que la cobrabilidad de las tasas tiene grandes fallos, nunca se hace mención a un recorte de dietas para los legisladores ni de rebaja salarial para funcionarios o el Ejecutivo.

Lamentablemente tampoco existe un tratamiento del tema entre los legisladores. Ante la crisis financiera comunal y frente a las graves imposibilidades que genera para la comuna esa situación, ningún concejal propuso rebajar las dietas, ni reortar salarios en un gesto de austeridad que pondrí a nivel y como ejemplo a las autoridades locales.

Ni siquiera aquellos que suelen rasgarse las vestiduras frente a la desigualdad social atinaron a una rebaja de su propia dieta, algo que buscó en su momento el ex intendente radical, Daniel Molina, tratando de rebajar en 2009 un 50% los salarios municipales más altos

Por lo pronto se conoce que el intendente de Necochea percibe un salario que supera los 80 mil pesos (incluyendo los gastos de representación). Además, más del 60% del presupuesto municipal está destinado al pago de salarios de funcionarios, arrojando un promedio de 12.300 pesos cada uno. Obviamente, eso no significa que la mayoría de los trabajadores esté cerca de esa cifra, pero sí da una pauta de los elevados salarios que estarían percibiendo quienes más cobran.

Como sea, el llamado a la austeridad no es una crítica a funcionarios que a base de trabajo y antigüedad han sabido gestar una carrera que les permite percibir salarios de acuerdo a su rango. Superando la idea de que una reducción en esos gastos no representaría una diferencia sustancial para las posibilidades financieras de la comuna, el gesto tiene que ver con la coherencia necesaria que debería plantear la dirigencia: si no hay recursos, se hace imperioso recortar gastos. 

En lo que se refiere a salarios se puede hacer un pequeño ejercicio: El presupuesto anual del municipio es de poco más de 387 millones de pesos para 2014. Si ese 60% del presupuesto destinado a pago a los trabajadores se redujera con esfuerzo sólo un 10%, al 50% del presupuesto, se ahorrarían cerca de 40 millones de pesos, es decir más de 3 millones de pesos por mes. La cuenta en realidad pone en números lo que representaría la medida para la ciudad, aunque no logra graficar el ejemplo moral que brindaría a toda la comunidad.

La idea, que no es utópica y fue presentada en el pasado, también se está aplicando en otras localidades, como el caso de San Pedro, al norte de la provincia de Buenos Aires. Así lo relata el diario sampedrino, La Opinión

El costo del salario bruto del intendente alcanzará esa cifra en julio, una vez liquidado el 22 por ciento de aumento para el primer semestre. En el gabinete ordenaron que la planta política no cobre el incremento. Antes del reescalafonamiento, procurarán una modificación que permita establecer categorías especiales para el funcionariado. Los concejales también gozarán del porcentaje.

Como cada vez que los trabajadores municipales obtienen el logro anual de un aumento salarial que reajuste su bolsillo a la realidad de los precios en las góndolas, los políticos se ven beneficiados con suculentos incrementos. Desde el año pasado, el Gobierno de Pablo Guacone decidió que sus funcionarios no cobraran el porcentaje correspondiente y lo mismo hizo ante el último acuerdo salarial con los gremios, del 22 por ciento a julio.

Desde el Ejecutivo informaron a La Opinión que la orden fue actualizar los sueldos hasta la categoría 21 y del personal jerárquico de planta permanente. Aseguran que comporta un ahorro importante para las arcas municipales, que deben soportar el incremento en cuotas: 10 por ciento en marzo; 9 en junio; 3 en julio.

Guacone y los 100 mil

El Intendente municipal es el mejor pago de todo el Estado local. Su sueldo básico se calcula multiplicando por 14 el sueldo de un empleado con 40 horas. A ello debe sumarse el 10 por ciento de gastos de representación y la antigüedad. Ello conforma el costo del salario bruto. Con los descuentos y donaciones, surge el monto de bolsillo.

Antes del aumento, el básico era de 71.777,07 pesos. En julio, cuando ya sume el 22 por ciento, serán unos 15.791 más. Ello llevará el básico a 87.568,0254; los gastos de representación a 8.756,80254; y la antigüedad a 5.254,081524. El salario bruto ascenderá entonces a 101.578,91.

El Ejecutivo firmó un decreto semanas atrás para crear una comisión que en 90 días deberá presentar una propuesta de reescalafonamiento, que luego pasará por el Concejo Deliberante.

En la Secretaría de Economía trabajan en la reformulación urgente de las categorías del personal político, de manera tal que no queden atados a los incrementos de los trabajadores. De la misma manera, piensan en cómo resolver lo del Jefe Comunal.

"Vamos a tratar de mandar la modificación de la categoría de determinación para los políticos cuanto antes”, aseguró a este semanario Roberto Borgo, uno de los que evalúa la situación junto a otros miembros del gabinete. Son los que creen que en estos tiempos de crisis es necesario un gesto de estas características. Hay compañeros suyos que piensan lo contrario.

Respecto al cálculo del intendente, el plan es una categoría fantasma, ya que la multiplicación por 14 detallada más arriba está regida por la Ley Orgánica de las Municipalidades.

Casi 22 mil para los concejales

Los miembros del Concejo Deliberante también gozan del beneficio del aumento que obtuvieron los trabajadores municipales. Su dieta se calcula multiplicando por 3,5 el sueldo básico de un empleado con 40 horas. La cantidad de veces por la que se multiplica lo deciden los propios ediles con su voto. Todos los años levantan la mano sin discusión para aprobar el máximo posible.

Antes del aumento, la dieta estaba en 17.944,27 pesos. Ya en abril, cuando les paguen marzo, será de 19.336,89. El 22 por ciento de aumento en julio les sumará 3.947,7394 al sueldo previo al incremento, lo que llevará su "indemnización” a 21.892,0094 de básico. Hay que sumar antigüedad –en varios casos es un monto muy importante– y luego restar lo descuentos correspondientes, para determinar cuánto va al bolsillo.

"Hay que ver si los concejales toman la decisión de hacer uso del incremento”, se preguntaron dentro del Palacio Municipal luego de analizar el costo que contemplará para el erario afrontar el ajuste del salario de los trabajadores.

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