Accidentes en Cargill: ¿Miente la empresa sobre sus índices de seguridad industrial?

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - La planta de Cargill en la entrada de Quequén se encuentra nuevamente sumida en un conflicto que podría devenir en una paralización de actividades debido a lo que los trabajadores denuncian como un grave incumplimiento por parte de la compañía en materia de seguridad industrial.

"Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias", contó a Cuatro Vientos Sebastián Scott, secretario gremial del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Necochea, Quequén y Sudeste de la Provincia de Buenos Aires.

Sucede que en la noche del sábado 16 de mayo pasado un empleado sufrió una grave quemadura en sus dos manos, lo que lo obligó a ausentarse de su puesto de trabajo por 8 días.

En ese contexto, la reacción de la empresa con respecto al accidente fue altamente insatisfactoria para los empleados: según Scott, los encargados de seguridad de la planta apenas si dieron una atención de primeros auxilios al accidentado e intentaron hacer que el trabajador se presentara a trabajar inmediatamente, sin otorgarle a priori los días de reposo que le corresponden por ley.

"El trabajador se quemó las manos con vapor y a tal punto llegó la quemadura que el vapor derritió los guantes que llevaba y la goma se le quedó adherida a la piel, sufriendo laceraciones y quemaduras de primer grado", contó Scott. "Las palmas de ambas manos le quedaron derretidas y vendadas y la empresa dejó trabajando al trabajador sin trasladarlo a una clínica", aseguró el aceitero.

Scott relató que el sindicato al tomar conocimiento de la situación, fue a buscar al trabajador y lo llevó a una clínica para que se le realizaran las curaciones según dispone la ART. La primera sorpresa de los trabajadores fue que la empresa no realizó la denuncia a la ART y al día siguiente del accidente reclamaba que el accidentado se presentara en su puesto de trabajo.

"El día lunes (21-05), el trabajador se presentó frente al médico de la ART y recibió un llamado de la doctora Viviana Perfumo, de Cargill, pidiendo que el trabajador fuera a trabajar", comentó Scott, quien agregó que el médico de la ART se quejó de la pretensión de Cargill para que el trabajador vuelva a su puesto cuando era evidente que no estaba en condiciones de hacerlo.

"Hay riesgo de muerte día a día, ya que la seguridad solo se aplica a los papeles y en la realidad a los trabajadores se los lleva hasta quebrados a trabajar: es común que el médico de la empresa llame al médico de la ART para que los mande a cumplir el horario a los accidentados", se lamentó Scott.

"Sabemos de manera fehaciente que la orden del gerente local de la planta, Fabián Zicarelli, fue que el accidente no figurara en las estadísticas de accidentes en la planta. Fue una orden que le dió al encargado de seguridad Lucas Ojeda, que a su vez ni siquiera cumple con los requisitos que la ley exige para que se desempeñe en una planta industrial", señaló Scott. El gremialista denunció que la doctora Perfumo tampoco está calificada según la ley para realizar las tareas que realiza en la planta.

La tergiversación de las cifras de accidentes en la planta de Cargill es visible hasta hoy, donde un cartel señala la cantidad de días sin accidentes laborales. Al día del accidente, el cartel mostraba el impresionante record de 7835 días sin accidentes, contabilizando 16 días sin atención médica alguna (foto de portada). Semanas después del accidente, el cartel mantenía su cuenta como si nada con el mismo índice de seguridad (0,09), provocando la indignación de los trabajadores.

 

 

 

"Seguimos sujetos al atropello que llevan adelante estas grandes empresas y personajes que tienen de responsables ed la planta y de los trabajadores, que hacen cualquier cosa con tal de ganar y ganar a costillas de cualquier cosa", recalcó Scott.

"Vamos a tener un accidente fatal y van a tirar el cuerpo del trabajador fuera del predio para sostener sus estadísticas, que sólo obedecen al dinero que reciben en concepto de premio la gerencia y sus subordinados", se quejó Scott.

Los Aceiteros ya han elevado sus quejas tanto a la gerencia nacional de Cargill como a la ART y al Ministerio de Trabajo, aunque todavía no han recibido una respuesta concreta. Los reclamos por las condiciones de seguridad en la planta se vienen sosteniendo incluso antes de que se produjera el incidente del 16 de mayo (ver nota relacionada).

 

Cuatro Vientos intentó varias veces establecer contacto con la multinacional aunque no consiguió mayores respuestas.