COCINA SOLIDARIA
Inda House y Ciudad Frutal: Enseñando a los chicos a cocinar sano
Una conjunción entre el grupo Solidaridad en Marcha, Ciudad Frutal y los cocineros de Inda House puso en marcha una suerte de "escuelita de cocina" para que chicos de barios carenciados puedan aprender a cocinar más sano con alimentos cultivados por ellos mismos.
NECOCHEA (Cuatro Vientos) - El proyecto aglutina de manera solidaria a tres emprendimientos que se manejan de manera independiente pero que tienen muy en claro su rol comunitario y de espíritu solidario: la gente de la agrupación Solidaridad en Marcha, que funciona en barrios periféricos asistiendo a gente necesitada; los activistas de Ciudad Frutal, horticultores y cultivadores en diferentes puntos de la ciudad; y los cocineros emprendedores de Inda House, Leo López y Nicolás Bruno.
La conjunción de los tres grupos dió lugar a una serie de encuentros que permite que chicos de los barrios aprendan recetas para preparar comidas con hortalizas y verduras que ellos mismos pudieron cultivar, incentivandolos así a acercarse a una alimentación más sana que la que habitualmente tienen.
La idea es basicamente enseñar a los chicos contenidos por Solidaridad en Marcha (que ya han participado junto a los activistas de Ciudad Frutal en alguno de sus proyectos) a preparar comidas con la asistencia de los cocineros de Inda House. Solidaridad en Marcha asiste a los activistas de Ciudad Frutal en la huerta del Hospital local, la "hospihuerta".
"La idea fue de Juan (N del R: de Ciudad Frutal) que se nos acercó y nos dijo: 'che, estamos haciendo esto con una ONG y con los pibes, los pibes comen bastante mal, ¿da para tirarles una onda?', así que hicimos una prueba piloto un lunes y nos gustó tanto a todos que nos dijimos que teníamos que darle continuidad", explicó Leo López acerca de los orígenes de la movida.
Ya se han realizado cuatro encuentros, todos ellos celebrados en el salón de Terra, ubicado en calle 4 entre 87 y 89, los lunes a las dos de la tarde. "Todos los lunes el grupo que Ciudad Frutal trae a los chicos del barrio, los que quieran porque es voluntario, los chicos vienen al restaurante, nosotros cerramos el restaurante para ellos, proponemos un menú que siempre tiene que ver con la huerta y comida saludable y económica y que los chicos puedan cocinar", explicó López sobre la mecánica de los encuentros.
Al recibirlos, los cocineros ya tienen listas todas las herramientas ("cada uno tiene su tabla y su cuchillo") y atienden a cada uno de los chicos en las diferentes tareas que implican el trabajar en una cocina. "Siempre se trata de verduras y les pedimos que sean ellos los que cocinen. Nosotros no somos los que cocinamos aunque estamos ahí explicándoles cómo lavar la verdura, cómo utilizarla, como usar los cuchillos, cómo mantener el orden e el trabajo, cómo ser solidarios con los compañeros y estar atentos al grupo", dijo el cocinero.
La iniciativa tiene mucho de "experimento" y busca que los chicos se lleven la experiencia a sus casas para intentar repetirla en el seno de su familia. "Les proponemos que vayan a sus casas y ellos mismos propongan hacerlo otra vez", dijo López, que agregó que a cada chico le entregan estampados con las recetas para poder replicar la experiencia.
Hasta el momento, los chicos, que tienen edades que oscilan entre los 10 y los 13 años, han ido reiterando la experiencia cada vez. "Hay continuidad por parte de los chicos, dijo el cocinero y agregó que "mientras los chicos quieran seguir viniendo, nosotros todos los lunes a las 2 de la tarde en Terra les hacemos una especie de escuelita de cocina".
El proyecto integral busca que los chicos no sólo sepan cocinar las verduras sino que además participen en el cultivo de sus propios alimentos a través de la participación en las huertas de Ciudad Frutal.
Después de cocinar, los cocineros y los chicos se sientan todos juntos a comer en la misma mesa, cerrando así el círculo de claro espíritu comunitario de la experiencia.
Tanto el entusiasmo de los chicos como de los cocineros y los activistas de Ciudad Frutal prometen la reiteración y ampliación del proyecto, que promueve un acercamiento a la alimentación sana y económica de los sectores más postergados de la sociedad.
Inda House
Inda House es un proyecto culinario de "cocina solidaria" que llevan adelante Leo López y Nicolás Bruno con un espíritu comunitario novedoso para la ciudad. "Lo que hacemos nosotros es presentar un menú, hacer las compras, cocinar, recibir la gente, poner la mesa, comer con la gente y luego dividir los gastos entre todos", explicó López.
Entre otras particularidades, Inda House muestra a todos los comensales en la misma mesa, asistiendo en el salón para poner los platos y los cubiertos y luego pagando la comida haciendo una "vaquita". El proyecto es completamente abierto y lo único que hay que hacer para participar es reservar un lugar con anticipación vía Facebook.
Los encuentros se realizan todos los martes a las 21 horas en Terra. "Nos sentamos y comemos y conocemos gente y esa es la idea", explicó López.
La experiencia resulta por lo menos interesante para aprovechar una salida y hacer algo diferente, con la oportunidad de conocer gente nueva y colaborando con un proyecto que viene funcionando ininterrumpidamente y no para de crecer.
