Diez en la arena política: Una mirada sobre el primer año de Facundo López

El ex presidente del bloque de concejales radicales en el HCD y ex precandidato a intendente por Cambiemos, Gonzalo Diez, trazó un análisis sobre
lunes, 17 de octubre de 2016 · 12:18

El ex presidente del bloque radical en el HCD, Gonzalo Diez, se refirió a la realidad política del distrito haciendo una revisión del primer año de gestión del FR-UNA bajo el mando del jefe comunal Facundo López.

En su texto el ex precandidato a intendente por Cambiemos muestra que sigue plenamente activo en la política local y que sigue de cerca los acontecimientos cotidianos. Para el portal político NDEN, Diez presentó un texto con su mirada sobre los que considera aciertos y desaciertos de López durante sus primeros meses al frente de la comuna:

Estamos transcurriendo el décimo mes del gobierno municipal de Facundo López. En dos meses se habrá consumido un cuarto de su gobierno. Tiempo suficiente para trazar un balance que nos permita prever hacia dónde nos dirigimos y adelantarnos a lo que puede suceder en los próximos tres años.

En primer término, nobleza obliga, es importante subrayar, que a Facundo López le tocó en suerte hacerse cargo de un municipio que se encontraba superando la peor crisis institucional de al menos, los  últimos veinte años. Entiéndase que una  crisis institucional de semejantes dimensiones no sólo implica un desbarajuste en el normal funcionamiento de los mecanismos de funcionamiento del estado municipal. Se lleva puesto asimismo, la relación de confianza que la sociedad civil debe depositar en el estado, fulmina la estructura económico financiera del municipio, anula la posibilidad de planificación y resiente o desaparece la normal prestación de servicios básicos que la sociedad demanda. 

No es el propósito de este artículo adentrarse en las responsabilidades que nos condujeron a este proceso. Sirva como resumen y posición política personal la manifestación que públicamente he sostenido en innumerables oportunidades; la colonización del gobierno del FPV por una banda de vándalos y corruptos nos puso en este lugar.

Bajo este contexto institucional el mapa político que quedó dibujado para las elecciones ejecutivas del año 2015 trazó algunas líneas particulares que el Frente Renovador local, liderado por Facundo López, supo inteligentemente capitalizar para terminar coronando un ajustado triunfo electoral. Entre ellas, se destaca haber conseguido imponerse por sobre la coalición CAMBIEMOS, que parecía se llevaba todo lo que se encontraba en juego. Entendió, rápidamente López, que a los radicales nos había desacomodado la irrupción del Partido Fe en la coalición que iba a poner fin a doce años de kirchnerismo; que el Pro en Necochea era un puñado de buenas intenciones sin conducción y protagonizada por hombres que solo aspiraban a cinco minutos de fama, incapaces  de mirar más allá de sus narices; que Pablo Aued del Partido Fe, su inmediato competidor, llegó a constituirse en candidato luego de desplazar al caballo del comisario, provocando fisuras hacia adentro de su partido, que luego herirían de muerte sus chances. Además la tercera fuerza que terciaria en las elecciones era un conglomerado de hombres de negocios, con intenciones de trasladar sus éxitos empresariales a la arena pública, pero con la paradoja que el sello utilizado, el del FPV, rechazaba por izquierda esos perfiles y su disminuido mercado electoral no se sentía representado por la candidatura de Goicochea. 

Este escenario, más el incansable peregrinar de Facundo López por cada uno de los rincones del Distrito, desde que su figura apareció en el mapa político local, luego que el fenómeno Massa le permitiese acceder a una banca en el Concejo Deliberante en el año 2013, lo ubicaron sorpresivamente en la intendencia de Necochea. 

Producto del escaso recorrido del massismo en Necochea, concentrado exclusivamente en la figura de López, se visualizaron serias dificultades para conformar un equipo que amalgamara experiencia con renovación y que despertara buena expectativa. Sumado a que el Intendente, decidió pagar con cargos políticos, los compromisos asumidos en la campaña con cada uno de los hombres que se autoadjudicaba la representación de una porción de otros partidos políticos distinto al Frente Renovador, es que quedó conformado un equipo con nula experiencia, cuestionables aptitudes y visibles incompatibilidades. Se reiteraron viejas experiencias de importación de recursos de otros distritos, como es el caso del ignoto Secretario de Obras Públicas y se ubicaron en puestos claves a figuras que su pasada actividad privada, vinculada al mundo  al que deben controlar, condiciona su actividad pública presente. La noche no se controla asimisma. En otros casos, se multiplicaron figuras a cargo de áreas que superponen facultades. Es decir, hay un incremento notable del gasto público que hasta ahora no ha justificado su existencia y se siembran dudas sobre funcionarios que esperemos no cosechen certezas de irregularidades.
 
Sin embrago y en un gesto de verdadera madurez y producto de la propia habilidad del Intendente, la oposición política ha mostrado un alto nivel de paciencia y se encuentra a la espera de ser convocada a la discusión de una agenda pública trascendente más allá de temas que se instalan coyunturalmente o que vienen condicionados por la agenda del gobierno provincial o nacional. 

En otros tiempos, la imprudencia mostrada, por ejemplo en el resguardo que debía haber tenido el Departamento Ejecutivo del teatro Auditorium del complejo casino, hubiese ameritado al menos la solicitud de un par de renuncias de algunos de los colaboradores del Intendente; la falta de transparencia y de información respecto a la utilización de fondos públicos para la organización de una carrera de motos que sirviese de promoción turística (Enduropale) no hubiese podido ser tapada por la unánime expresión popular de acompañamiento de un evento que sí pulso a Necochea en una interesante vidriera; el pago desdoblado a los empleados municipales de su salario solo se sostiene en la esperanza de los trabajadores en que ésta situación no se prolongará en el tiempo. 

Estos son solo algunos de los ejemplos que prenden luces de alarma respecto de un gobierno que no logra definir aún su perfil. 

Los desafíos por delante son por demás complejos y requerirán de una madurez que deberá prevalecer sobre un alma audaz y egocéntrica, que sirve para ganar elecciones pero que no ayuda a gobernar una ciudad que se encuentra encerrada en sus propias trampas desde hace varios años. 

Sin duda, empezar a definir un horizonte es tarea que debe conducir el Intendente. La sociedad civil debe comprometerse con su entorno y los partidos políticos ponerse a disposición y exigir ser llamados a la mesa de discusión, evitando la simple suma gregaria de individualidades, que tiene que ver más con la compra venta de voluntades políticas  que con el diálogo maduro entre instituciones. 

Transcurrió ya un año del nacimiento de una nueva esperanza, los que pretendíamos ser los depositarios de la voluntad popular y se nos colocó en la vereda de la oposición  estamos obligados a expresar nuestra mirada y señalar los errores para intentar que se corrijan rumbos. Asimismo, debemos acompañar buenas acciones y celebrar logros, así se ha hecho. 

Estamos también dispuestos a presentar nuestras propuestas para que sean tenidas en cuenta. En campaña dijimos que el municipio debía ser una caja de cristal transparente, donde todos pudiesen ver que es lo que se hacía con los fondos públicos, las herramientas tecnológicas nos brindan una enorme posibilidad de comunicación con la ciudadanía. Ir hacia un Gobierno Abierto, no sólo transparenta las políticas públicas, sino que incentiva la participación ciudadana, posibilitándose el desarrollo de políticas públicas acordes a la real demanda que nace de la sociedad. 

En materia de seguridad propusimos un plan de desarrollo de Puntos Seguros, que permitiese interconectar la ciudad, jerarquizar  los espacios públicos y construir redes de solidaridad que fomente buenas prácticas ciudadanas. 

Sobran ideas y voluntades, falta alguien que las coordine, las reúna, las organice y las ejecute. Ese es el rol del Intendente. Diálogo institucional para la construcción de metas colectivas e implementación de políticas para su logro. 
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