VIOLENCIA DE GÉNERO

#NiUnaMenos Necochea: Radio Abierta y movilización en el Paseo de la Memoria

El colectivo por la igualdad de género #NiUnaMenos está convocando para esta tarde (19-10) un paro de mujeres y movilización. En nuestra ciudad la convocatoria es en el Paseo de la Memoria.
miércoles, 19 de octubre de 2016 · 08:54

Este miércoles 19-10 agrupaciones necochenses contra la violencia de género, en el marco del colectivo #NiUnaMenos, convocan a una marcha y "paro de mujeres" en consonancia con el resto del país.

La convocatoria comienza por la tarde con un paro de actividades de una hora (de 13 a 14 hs) de todas las mujeres en sus puestos de trabajo. Para las 17 horas se convoca a una concentración en el Paseo de la Memoria. A las 18 horas se realizará una movilización y a las 19 horas una radio abierta.
 
Si bien el disparador de la manifestación es el aberrante crimen sobre Lucía Pérez, una joven de 16 años que fue violada, empalada y asesinada en Mar del Plata días atrás, el colectivo sigue una línea de visualización de problemáticas que atañen a las mujeres en general más allá de la violencia física.
 
El Movimiento Popular Patria Grande emitió un comunicado en el que reclaman acciones al estado, incluyendo al estado municipal:

Este 19 de Octubre estaremos nuevamente alzando la voz, poniendo el cuerpo ante los femicidios, travesticidios y transfemicidios que siguen arrebatándonos la vida. Este 19 de Octubre estaremos, además, exigiendo políticas públicas que permitan efectivamente prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista y patriarcal en nuestra sociedad.

Nuestra lucha nace de la indignación. Nace de Lucía, que con sus 16 años fue violada y asesinada en Mar del Plata. De Marcela de 54 años, asesinada por lesbiana. De Diana Sacayán, asesinada por la violencia patriarcal y por la injusticia, y de todas aquellas que cada 28 horas son asesinadas por el simple hecho de ser mujeres.

Nuestra lucha nace de la indignación. Nace de la represión policial sufrida en el último Encuentro Nacional de Mujeres realizado en la ciudad de Rosario y del cuestionamiento misógino, eclesiástico, patriarcal y machista hacia las formas de autoorganización y empoderamiento de nuestro género.

Nuestra lucha nace de la indignación. Nace de la feminización de la pobreza. La devaluación y la inflación han provocado que nuestros sueldos o ingresos no nos permitan llegar a fin de mes. Los despidos y suspensiones crecientes nos afectan. La negativa de empresarios y del gobierno a reabrir las paritarias agudiza la situación y el crecimiento exponencial de la pobreza en pocos meses incide fundamentalmente sobre las mujeres.

Nosotras también movemos la economía mundial. Tenemos trabajos socialmente respetados, como ser presidentas, juezas, docentes, científicas...Sin embargo, estamos destinadas a la precarización laboral, a percibir menor remuneración por el simple hecho de ser mujeres, a estar expuestas al acoso sexual en nuestros lugares de trabajo. Estamos destinadas, por ser pobres, al trabajo doméstico o a la prostitución, o a ser amas de casa y depender de hombres que nos sometan y violenten. Toda una cultura silenciándonos diariamente, invisibilizando nuestros derechos, matándonos, golpeándonos, sometiéndonos a todo tipo de violencias.

Porque la violencia de género es una cuestión estructural y enfrentarla significa transformar estructuras sociales que los poderes económicos y políticos más concentrados no están dispuestos a tocar. Mujeres, trans y travestis nos encontramos desprotegidas, indefensas frente a la violencia debido a una sucesión de vulnerabilidades a las cuales nos somete el sistema y frente a una cultura que reproduce nuestro sometimiento. De esta manera, luchar contra la violencia de género es también luchar por el acceso al trabajo no precarizado, a la salud, a la educación, a la vivienda, a políticas públicas que garanticen recursos (refugios, asesoramiento integral, acceso a la justicia) y por nuestros derechos sexuales reproductivos y no reproductivos.

En este sentido, la estrategia adoptada por el gobierno municipal no es distinta a la que se aplica en otros ámbitos: dejar que el agua corra y se borren solas las heridas, mientras desde el pueblo intentamos sostener los derechos que nos corresponden.

Porque combatir la violencia machista y los femicidios no implica solamente crear redes de contención para las personas víctimas de violencia de género, actuando sobre el hecho consumado. Implica además diseñar de manera activa y positiva políticas públicas orientadas a erradicar el pensamiento machista y patriarcal en nuestra sociedad. Políticas públicas que atraviesen todas las áreas de gobierno: salud, educación, desarrollo humano y social, cultura....Por todo esto, necesitamos que el Estado Municipal le otorgue a la Dirección de Políticas de Género un rol protagónico, tanto desde lo político como desde lo presupuestario.

Poner un freno a la violencia de género no depende solamente de cada mujer que denuncia y puede mantenerla por vía judicial o policial: la violencia de género es una cuestión colectiva y juntas debemos enfrentarla.

Por eso, este miércoles 19/10 estaremos en nuestros lugares de trabajo y en las calles exigiendo:

….una justicia a la altura de nuestras necesidades. No más represión ni castigo. ¡Basta de policías, jueces y fiscales patriarcales!

…abordajes integrales desde el Estado, con recursos y personal capacitado para dar respuestas a las mujeres en situación de violencia.

…campañas de prevención y sensibilización.

…la implementación de la ley de Educación Sexual Integral en todo el país, que combata los estereotipos de género y la desigualdad.

…igualdad de acceso a las tareas laborales e igual salario que los varones por los mismos trabajos.

…¡Cupo laboral travesti - trans! ¡Reconocer es reparar!
-          Queremos un Estado laico para poder decidir sobre nuestros cuerpos.

-          ¡Basta de violencias machistas! ¡NI UNA MENOS! ¡Vivas y en las calles nos queremos!

No queremos más mujeres, trans y travestis muertas en ningún lugar. No queremos ni una Lucía, ni una Beatriz, ni una Salomé, ni una Marcela, ni una Diana menos. No queremos que nadie se entrometa en nuestros cuerpos, nuestra sexualidad, nuestro deseo, nuestro futuro. En nuestras gargantas nos quema la bronca, la angustia, la rabia y un grito: VIVAS NOS QUEREMOS, Y MÁS JUNTAS Y ORGANIZADAS QUE NUNCA.


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