LLAMANDO A RELISA
Fotos: Un basural en una plaza en Villa Zabala
El lugar es un terreno fiscal en el que, según los planos, está destinado a una plaza y reservado para dependencias públicas. Sin embargo, usado como cava, el terreno se llena de basura que dejan algunos vecinos y que nadie limpia.
NECOCHEA (Cuatro Vientos) -Puntos en los que florecen microbasurales en la ciudad hay por todos lados. La Municipalidad recientemente comunicó sobre el cobro de multas a la empresa Relisa por incumplimientos de servicio durante dos mese el año pasado y a pesar de eso, las deficiencias en el servicio siguen causando molestia entre los vecinos.
Sin embargo, la basura es arrojada por los vecinos en lugares que no corresponde y la responsabilidad de la prestadora del servicio se vuelve limitada al accionar correcto de las autoridades.
En este sentido, la proliferación de un basural en una plaza de Villa Zabala es un ejemplo de la necesidad de ejercer un mayor control sobre la empresa prestataria del servicio y de someter a multas a vecinos que dispongan de sus desechos en cualquier lado.
"Este es un terreno fiscal reservado para la construcción de edificios públicos según vimos en el plano de catastro", dijo a Cuatro Vientos el señor Almada, vecino de Villa Zabala, mientras señala la cava en la que se acumula la basura. "Se supone que acá se podría poner una salita de primeros auxilios, una escuela, una dependencia policial o algo por el estilo", agregó.
Según los planos, la plaza está entre las calles 177, 175, 62 y 64, en un cuadrante limítrofe de la villa. La manzana frente a la plaza tiene los terrenos fiscales para la disposición de los edificios mencionados. Hoy en día esos terrenos (y parte de la "plaza") son una cava.
"Acá años atrás han venido a sacar tosca", dice Almada y muestra la bajada de camiones que puede verse al costado de la basura. La bajada es usada hoy día por camionetas y autos que día a día se acercan al lugar para tirar cosas que descartan.
Entre palas viejas, inodoros, escombras, partes de autos, cajas y latas vacías, el lugar no solo es un foco infeccioso para los cada vez más habitantes de la villa, sino que además representa un peligro de incendio.
"La gente a veces viene, tira la basura e intenta quemarla", dijo el vecino. Un árbol con sus ramas negras y chamuscadas es prueba de un incendio que se produjo en enero. "Se podría prender fuego todo el barrio con cosas como estas", agregó.
"Yo me preocupo porque este espacio público es el lugar donde en el futuro podrían jugar mis hijos, aunque ahora está lleno de basura", dijo el vecino, que tiene una casa a pocos metros de la cava.
Por lo pronto, la Muni ha prometido intensificar los controles sobre la empresa prestataria y se han realizado algunos trabajos, aunque al parecer, todavía queda mucho trabajo por hacer.