MARZO 2018

El INTA emitió un informe sobre el estado de cultivos y situación agroclimática en Necochea

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria informó el panorama agrícola y la situación de los cultivos de soja, maíz y girasol. Las lluvias de marzo beneficiaron al sector luego de las altas temperatura y la sequía de enero y febrero.
domingo, 8 de abril de 2018 · 11:45

La Agencia de Extensión Rural Necochea del INTA, emitió un informe correspondiente al estado de los cultivos y la situación agroclimática en los partidos de Necochea y Lobería en el mes de marzo, luego de la sequía que afectó a los campos de la región y las primeras lluvias del año que llegaron en el tercer mes.

De esta manera, el INTA informó el panorama agrícola y la situación de los cultivos de soja, maíz y girasol.

SOJA:

En diversos ambientes del área, el común denominador ha sido la deficitaria oferta de lluvias durante el mes de febrero que, sumando a la reducción del nivel freático durante el periodo estival, influyó de manera considerable sobre el desarrollo del cultivo en su etapa de diferenciación y definición de rinde. Las siembras de primera que se encuentran en últimos estadios reproductivos (R6 a R7,5), presentaron un crecimiento limitado sobre todo en áreas continentales hacia el oeste de la zona considerada. Observándose aborto de vainas y reabsorción de granos que recortaran productividades, al reducir el potencial de rinde esperado.

Dentro del territorio se dieron algunas áreas del partido de Lobería aledañas a San Manuel, Napaleofú y Dos naciones, en las que el nivel de precipitaciones durante los meses de enero, febrero y marzo fue suficientemente abundante como para un desarrollo óptimo del cultivo. En relación con los lotes ocupados por cultivos de segunda época de siembra transitan estadios reproductivos de diferenciación de vainas a comienzo de llenado (R4/R5,5), se vieron también influidos por el disminuido régimen hídrico, presentando un atraso significativo en su crecimiento inicial y desarrollo, con disminución de número de plantas lo que sumado a las bajas temperaturas registradas podrían afectar el normal llenado de grano.

En general, se observa una recuperación del nivel de humedad de algunos ambientes gracias a la buena distribución y volumen de agua caída durante el mes de marzo que revierte en parte la situación comprometida del cultivo. No obstante, cabe resaltar que, la mayoría de los lotes de segunda, tienen un nivel de desarrollo que seguramente implique niveles de rendimiento por debajo de los de indiferencia. Se infiere que las condiciones mencionadas generaran una marcada variabilidad de rindes unitarios y promedios que pueden estar por debajo de la media histórica para ambas fechas de siembra.

MAIZ:

Si bien en la región sudeste el avance de cosecha es cercano al 5 %, podemos decir que en el área considerada aún no se ha dado inicio de recolección. En ambientes con buena capacidad de retención de humedad sin limitaciones de napa y oportunidad de lluvias en periodo crítico, las expectativas de rinde son buenas expresando su potencial productivo (8500 Kg/Ha promedio), correspondiendo a siembras tempranas transitando fines de llenado a madurez fisiológica (estadios R5/R6). Para estas fechas de siembra, en general el fenómeno de sequía llego lo suficientemente tarde como para afectarlos en forma considerable. Pues el nivel de carga del perfil durante el transcurso del ciclo en su fase de implantación hasta el período crítico fue lo suficientemente alto como para garantizar un piso de rendimiento considerable.

Las mayores pérdidas para esta fecha de siembra se dieron en llenado de granos, que en general siempre tienen menos impacto en rinde. Para los maíces implantados más tardíamente aún resta culminar llenado de grano (R3 a R4), donde algunos cuadros se han visto comprometidos por el deficitario  balance hídrico y consecuente lento desarrollo que repercutirá en los resultados finales. Sin duda, esta fecha de siembra, verá disminuido su rendimiento en relación a las condiciones históricas de potencialidad de la misma.

GIRASOL:

Con un inicio de cosecha algo retrasado en la región sudeste respecto a campañas anteriores, el avance de recolección en el área cobro una mayor fluidez después de las lluvias acontecidas durante la primera quincena. Las productividades en la zona costera de Necochea y Loberia han sido muy buenas superando las expectativas considerando la escasez de lluvias y altas temperaturas durante el periodo.

En este ambiente de suelos profundos y napa cercana, los cultivos han expresado el máximo potencial con rinde unitarios que superan holgadamente las 3,5 ton/ha. El rango de rendimientos considerado para los distintos ambientes esta entre 1200 a 2300 kg /ha en suelos someros y de 3200 a 3800 kg/ha en suelos profundos. Podemos observar que en general el nivel de rendimiento del cultivo de girasol, ha sido por encima de lo normal para la mayoría de los ambientes de la región.

Cierra el primer trimestre del año con una beneficiosa oferta de agua en distribución y volumen (cuadro 1 y 2), que atempera en parte la situación de regular a mala condición de cultivos por el stress sufrido por altas temperaturas y ausencia de lluvias. Contexto que intenta recuperar parcialmente el terreno perdido con productividades aceptables sobre todo en cultivos de soja y maíz en épocas de siembra tardía que han sido los más comprometidos en ambientes de suelos someros (área continental de la ZAH).

El área costera perjudicada por un periodo (ene- feb) de mínimas precipitaciones registradas en la red de pluviómetros, ha logrado recuperar la recarga del perfil gracias a las lluvias acontecidas en marzo (cuadro 3), situación favorable para lo que resta del periodo reproductivo de los cultivos.

 

La primera semana continuaron elevadas temperaturas por encima de los 30 °, dando continuidad al comportamiento termométrico estival, condición extrema que posteriormente fue morigerada con la ocurrencia de precipitaciones de variada intensidad y distribución a lo largo del mes, con una temperatura media cercana a los 20 °C. Los bajos registros de los últimos días del mes, se correlaciona con síntomas de afectación por bajas temperaturas en algunos bajos sobre cultivos de soja y maíz en la zona.

La línea negra en los gráficos indica la evolución del contenido de agua en el suelo (mm) a lo largo de la campaña en curso, estimado según un modelo propio de balance hídrico diario (ver metodología de balance hídrico). Para poder evaluar la situación de la campaña en curso, se ha graficado también la evolución de los valores normales de las reservas de agua en el suelo para el cultivo correspondiente, según estadísticas desde1970 a la actualidad. Estos valores normales constituyen el borde superior del área verde. Es decir, si la línea negra desciende dentro del área verde, significa que el contenido de agua en el suelo es actualmente inferior al promedio estadístico. Por el contrario, si permanece por encima, significa que el mismo es superior a la media.

Para saber si el defecto de humedad en el suelo es eventualmente muy marcado, se han consignado también los valores más bajos de almacenaje obtenidos para esa fecha en el periodo 1970-actualidad. Estos niveles de reserva récord (mínimos en la estadística) corresponden al borde superior del área amarilla. O sea, si la línea negra desciende tanto como para ingresar en el área amarilla, significará que nunca antes se han registrado niveles tan bajos de almacenaje hídrico en esa fecha. Tanto la evolución del contenido de agua en el suelo en la campaña en curso (línea negra) como las reservas normales (área verde) deben ser inferiores a la capacidad de campo del suelo característico de la zona, que representa el máxima contenido de agua posible y se visualiza en el gráfico como una línea horizontal azul. Niveles inferiores al punto de marchitez permanente, representado por una línea horizontal roja, indican falta total de agua útil, es decir, sequía absoluta. Para cada cultivo se han resaltado el periodo crítico para déficit hídrico, y las fechas de siembra y cosecha marcadas como líneas verticales (puede consultarse para cada caso la fenología de los cultivos).Los eventuales excesos hídricos, es decir, oferta de agua superior a la que el suelo es capaz de contener, se señalan en el día correspondiente con puntos celestes sobrepuestos a la línea de capacidad de campo.

El seguimiento de las reservas de agua en suelo superficial se realiza hasta los 30 cm. de profundidad. En tanto que el balance hídrico profundo se realiza, dentro de las posibilidades, hasta 100cm.También se marcan en el gráfico, con rombos azules, las fechas en las que ocurren heladas agronómicas (<3ºC) por fuera del período normal (consultar fecha media de primera y última helada agronómica).

La referencia de agua útil de la región pampeana refleja solo el caso de una cobertura de pradera permanente y no el de una cobertura de cultivo que en este momento son absolutamente diferentes de acuerdo a cada cultivo, a su fecha de siembra y al período de barbecho previo. Considerar en sequía absoluta las áreas con 0% de agua útil, en sequía condicional las áreas entre 0 y 50% de agua útil y en humedad óptima las áreas entre 50 y 100% de agua útil.

 

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Satisfacción
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Esperanza
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Tristeza
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