“Si Yunes y los 40 ladrones se hubiesen dedicado a no robar hoy Rivadavia sería el PSG”

Algunas voces de apoyo a través de las redes sociales se hicieron notar tras el escándalo que en este último tiempo atraviesa el Club Rivadavia, una de las entidades deportivas más gloriosas de Necochea empañada por una disputa entre asociados, incumplimientos de un concesionario, amenazas a su presidenta Sol Birgé y andanada de abogados y policías que terminó en la clausura del salón del “Decano”.

Un ex jugador del club dejó su opinión a través de Facebook. Martin Jaureguiberry, expresó que la presidenta debe “meterse con intereses de tinte gordo” y que “la sede es una sucursal de Las Vegas”.

El texto completo:

“AS/DS (Antes de Sol/Después de Sol)

Es la primera vez en 105 años de vida que Rivadavia tiene una presidente mujer y es la primera vez que un presidente intenta acercar la sede de 64 a la cancha de la 82. Desde que tengo uso de razón que esas dos partes que formaban un todo, nunca se amalgamaron. Rivadavia siempre fué una tortilla en la cual la papa y la cebolla nuca se unieron porque los huevos de los dirigentes estaban vencidos. Los pibes del barrio (que jugamos toda la vida en el club) y crecimos pateando en el Zugazúa, solo conocimos la sede el día que bajamos (fiesta de egresados). Me crié escuchando una frase que hasta hoy me resuena "Rivadavia es un club de viejos de mierda". Ufff que calentura me agarraba, porque yo no era eso. Era un pendejo que dejaba la vida por esos colores. Que me cagaba a trompadas (equivocado o no) adentro y afuera de la cancha por ese escudo. Pero con el correr de los años lo asumí con resignación. Hasta hoy. Porque hoy tenemos una presidente con ovarios y honestidad. Una piba del barrio que quiere acercar la sede al panamericano y al piso de deportes.

Pero para eso tiene que meterse con intereses de tinte gordo, manejados por gordos. Hace décadas que es vox populi que la sede es una sucursal de Las Vegas. Si Yunes y los 40 ladrones se hubiesen dedicado a no robar hoy seríamos el PSG. Y eso se tiene que terminar. Por eso esta cuenta banca fuerte y apoya a Sol Birgé. Una piba del barrio que más allá de amenazas va al frente como baston de ciego. Una piba del barrio que quiere al club desinteresadamente. Una piba del barrio.”