Ajuste municipal: Recortaron un 55% los gastos para tramitar quejas de vecinos

Los recortes presupuestarios en Necochea no sólo han alcanzado, por citar un ejemplo, a las horas extra de los trabajadores municipales o al pago de adelantos de algunas obras cuyo monto debe ser abonado por la Comuna. En otro orden de las cosas, la atención a los reclamos de los vecinos ha sufrido un severo ajuste.

Si bien la Comuna anunció la semana pasada que mantenía un operativo de recepción de quejas y sugerencias por los barrios de la ciudad, cuestión que maneja el ex secretario privado del intendente, Marcelo Ansean, la posibilidad real de que los vecinos arriben a una resolusión concreta de sus problemas a través de reclamos a la OMIC quedó reducida drásticamente en virtud de las cifras recientemente publicadas.

En las últimas horas se conoció que una deuda de varios meses de antigüedad que mantenía la Comuna con el Correo Argentino (encargado de enviar las carta documento de la OMIC a filiales porteñas de las grandes empresas que suelen ser las demandadas luego de tramitar los reclamos) había ralentizado la labor de la oficina a tal punto que en 60 meses practicamente no había efectuado ningún informe reportando su actividad tal como venía haciéndolo.

Resulta que la deuda que mantenía la Comuna con el Correo ya había afectado el envío de cartas documento, que asciende a casi 400 pesos cada una. Desafortunadamente, la deuda obligó a la OMIC a solicitar que las cartas documento las paguen los demandantes, desfinanciación que desalentó la tramitación de numerosas demandas legítimas de los vecinos.

Así, de las 93 audiencias conciliatorias que se anunciaron en enero se pasó a solo 42 en agosto, con una reducción en los trámites del 55% aproximadamente.

"Basicamente la carta la tiene que pagar el damnificado: si podés pagarla, se hace la audiencia y si no, te quedás sin reclamo", señaló a Cuatro Vientos una fuente cercana a la oficina. "Si la municipalidad no va y paga lo que tiene que pagar al Correo, la oficina no puede subvencionar a todos los que van a hacer reclamos", agregó la fuente.

Aunque la tramitación de los reclamos se venía realizando de manera gratuita, los atrasos de los pagos obligan a los demandantes a pagar sus propias cartas, con una consecuente caída de numerosos trámites, sobre todo de gente que no está en condiciones de efectuar un trámite que, a priori, venía siendo gratuito.