Decretaron la quiebra de la cadena Lucaioli y sus exempleados esperan cobrar

jueves, 3 de octubre de 2019 · 08:25

La Justicia Comercial decretó esta semana la quiebra de la cadena de electrodomésticos Lucaioli y Saturno Hogar. Ahora sus empleados de la sucursal de Necochea que perdieron el trabajo en abril esperan cobrar, al menos, algo de los salarios e indemnizaciones adeudas.

Aunque la crítica historia se remonta al año pasado cuando la empresa presentó la convocatoria de acreedores, en las últimas horas se conoció la medida dictada por el juez en lo civil y comercial, Rubén Edgardo Moiola, y decretó la quiebra de las firmas Casa Humberto Lucaioli, Saturno Hogar, Juan Lucaioli, Paula Lucaioli y María Elisa Chiodi.

A partir de ahora lo que resta es que se liquiden los activos de la empresa y que lo obtenido se reparta entre los acreedores, entre los cuales se incluye a los exempleados, bancos y proveedores. En este contexto, voceros sindicales denunciaron en su momento que queda poco por liquidar porque los dueños concretaron lentamente un vaciamiento de la empresa entre la apertura del concurso de acreedores y el cierre de los locales.

En Necochea eran seis empleados los que se quedaron sin trabajo, con un total de 500 en todo el país. Cómo publicó Cuatro Vientos meses atrás, en noviembre de 2017, la sucursal necochense sufrió una reducción del personal de casi el 50 por ciento. En aquel mes, la empresa se desprendió de cuatro empleados más el gerente. En medio de un mar de desprolijidades, se nombró a un nuevo gerente que meses después eligió renunciar a su cargo debido a la situación que atravesaba el local de nuestra ciudad. Desde ahí, hasta su cierre, nunca más se nombró a un gerente.

Humberto Lucaioli fundó hace 58 años una casa de electrodomésticos que fue creciendo y se convirtió en una cadena con fuerte presencia en el interior del país, en especial en la zona centro y sur, en provincias como Chubut, Río Negro, Neuquén y Bahía Blanca. La empresa llegó a tener 2.000 empleados y hace tres años comenzó un fuerte proceso de ajuste.

En 2016, Lucaioli despidió a 75 trabajadores, en 2017 cerró su local de Bariloche y cesanteó a todos los empleados. Mientras en 2018, sólo en Bahía Blanca dejó sin trabajo a 60 personas. Primero empezaron a cobrar su salario en cuotas y en febrero, la empresa dejó de pagar las indemnizaciones a los empleados que habían sido despedidos en 2017.

Hay una porción de los trabajadores que no fue cesanteado pero que no cobra desde abril y no sabe qué será de su futuro.

Más allá de este anunciado final para esta empresa, la realidad demuestra que actualmente todas las cadenas dedicadas a la venta de electrodomésticos enfrentan una complicada situación financiera.

Uno de los casos es el de Musimundo que cerró a mediados de septiembre en Necochea y en otras 15 ciudades en un solo día. Uno de cuyos principales dueños, la sociedad Carsa, continúa cerrando locales. Presentó el concurso preventivo de acreedores y cuando parecía que podía salir a flote incumplió el pago de una de sus ON emitidas en la Bolsa.

Por su parte, Ribeiro presentó la apertura de un procedimiento preventivo de crisis y en el último año sus ventas cayeron 50%. Acumuló en su balance una pérdida de más de $1.378 millones.

 

 

 

 

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2%
Esperanza
11%
Bronca
61%
Tristeza
8%
Incertidumbre
5%
Indiferencia

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