Juicio por jurados: Hallaron “no culpable” a Héctor Leguizamón por la muerte de Yefri Ledesma Arias
El jurado dictó un veredicto de “no culpable” a favor de Héctor Leguizamón (50), quien estaba acusado por el homicidio del joven dominicano Yefri Ledesma Arias (20).
El joven fue apuñalado en confusas circunstancias en la noche del 20 de abril del año 2018 en calles 61 y 96 de nuestra ciudad. Horas después falleció en el hospital Ferreyra, a causa de las heridas recibidas con su propio cuchillo a la altura del abdomen.
Yefri Ledesma Arias, armado con un cuchillo, ve a un hombre hablando por teléfono adentro de su auto a la salida de un boliche. El hombre no era otro que Leguizamón, que se encontraba repartiendo pollos asados. Yefri le abre la puerta del auto, lo amenaza con su cuchilla en la garganta y le roba su billetera.
Los amigos de Leguizamón escuchan el asalto por el celular y salen en auto en defensa del trabajador. También lo hicieron varias personas y el dieron tremenda paliza a Yefri y un puntazo con su propio cuchillo.
De la riña generada, el joven dominicano se fue caminando, herido de arma blanca, hasta la Avenida 59 y 96 donde fue hallado y trasladado en ambulancia hasta el hospital Municipal donde los médicos que lo asistieron no pudieron salvarle la vida.
Por el homicidio llegaron a estar imputadas cinco personas, pero finalmente fue Leguizamón el único que llegó a juicio como imputado de “Homicidio simple” por la fiscalía.
La defensa sostuvo durante el juicio que el acusado (quien se encontraba en prisión domiciliaria) había actuado en legítima defensa de un tercero, aunque tampoco quedaba muy claro si él fue quien utilizó el cuchillo. Esa duda razonable fue crucial para el veredicto del jurado de no culpable.
Leguizamón se mostró consternado y abatido ante la magnitud de haber puesto fin a una vida.
La dirección del juicio estuvo a cargo de la jueza Luciana Irigoyen Testa quien instruyó al jurado sobre el derecho aplicable y les brindó las opciones de veredicto. Entre ellas, el exceso en la legítima defensa.
Mientras el jurado deliberaba, los presentes que aguardaban en la sala de audiencias se aventuraban a debatir resultados posibles. Muchas de esas personas consideraban que se trataba de un claro caso de legítima defensa, mientras que otras entendían que se trataba de un exceso.
Finalmente, y tras dos horas de ardua deliberación, el jurado volvió a la sala con un veredicto de no culpabilidad. La sala se inundó de vítores para el acusado, pero también de insultos, golpes y alaridos de los familiares de Yefri: "¡En esta ciudad de mierda no quieren a los negros! ¡Lo mataron como un perro entre cuatro!"
La jueza Yrigoyen debió desalojar la diminuta sala para evitar que la trifulca pasara a mayores.
