Dos jueces necochenses denuncian aprietes y espionaje del macrismo

Los avances bochornosos del macrismo sobre el Poder Judicial para avanzar sobre causas de presunta corrupción del kirchnerismo (muchas de ellas quedaron más en lo mediático que otra cosa) están siendo gradualmente revelados a través de los relatos de sus propias víctimas.

En las últimas semanas dos jueces oriundos de Necochea pero que desarrollan sus actividades en Buenos Aires se refirieron a estas cuestiones de suma gravedad institucional, donde el Poder Ejecutivo Nacional pretendió dictar los rumbos de causas en la Justicia con intencionalidad política. Para decirlo más llanamente: el macrismo impulsando modificaciones en la Justicia para conseguir sus objetivos sin respetar la división de poderes.

El caso del ex camarista Eduardo Freiler sin dudas resultó paradigmático de la intención falta de escrúpulos de los macristas de librarse de jueces incómodos o independientes.

En una entrevista reciente brindada al canal C5N, el ex juez se refirió a las noticias falsas que se propagaron en su contra para impulsar una causa que terminó destituyéndolo, algo que debidos procesos judiciales en marcha están mostrando regularmente a medida que avanzan.

"Después de algunas fakenews se me lleva a un proceso de investigación donde no se me permitió a que realicen una pericial caligráfica (…) con eso bastó para decir que hubo mal desempeño y con eso quitarme del medio", dijo Freiler en diálogo con Gustavo Sylvestre.

Apartado de la Cámara Federal Porteña, Freiler señaló que también fue obligado a renunciar el camarista Jorge Ballesteros y se apartó a Eduardo Fara. "En la otra sala desde hace años está siendo ocupada por una sola persona, y parece ser que no hay apuro para ocupar esas dos vacantes", denunció respecto a Martín Irurzun.

Sugestivamente Irurzun quedó al frente de la Cámara Federal y además tiene a cargo la sala de escuchas. Irurzun "no solamente tiene al frente de la Sala de Escuchas, es el presidente de Su Sala y es casi vitalicio de su Cámara", recordó Freiler. Dicha sala de escuchas es parte de la Dirección de Captación de Comunicaciones (DaJuDeCO), precisamente el elemento que se usa para intervenir llamadas y que fue cuestionada por el espionaje ordenado por el macrismo contra sus adversarios.

Respecto a su destitución, freiler definió como "causas objetivas" una serie de posturas públicas que obviamente molestaban a los macristas. Freiler fue uno de los que confirmó el procesamiento a Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales cuando era Jefe de Gobierno de CABA.

"Otra de las causas puede ser que, entendí que aquella denuncia del entonces Fiscal Nisman contra la presidenta Cristina Fernández, no tenía ningun sentido, ni posibilidad, ni andamiaje para ser considerados delitos (…) Fuimos apartados quienes eso dijimos", explicó.

La situación de Freiler resultó ser ampliamente conocida a través de los medios, aunque su reivindicación en los mísmos términos aún parece pendiente y la atención mediática no parece centrarse tanto en su restitución como lo hizo a la hora de derribarlo. 

Presión también por fallos sobre despidos

Freiler no es el único magistrado que señala las maniobras del macrismo. Otro juez oriundo de Necochea, Luis Raffaghelli se presentó a declarra en la causa que investiga la "mesa judicial" del macrismo. Raffaghelli ya se ha expresado publicamente acerca de presiones que recibió junto a otros magistrados.

En particular, Raffaghelli hizo mención a las presiones de la "mesa judicial" macrista por su intervención en las causas por despidos en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y en la agencia nacional de noticias Télam, así como otros conflictos como los de Pepsico y la paritaria de la Asociación Bancaria. 

Así presentó el tema el periodista Mariano Martín el pasado 11 de junio en Ámbito Financiero:

La citación se formalizó ayer y fue consecuencia de la declaración que había presentado por escrito la semana pasada la camarista de Casación Ana María Figueroa, en el mismo expediente, quien apuntó contra el actual fiscal general porteño, Juan Bautista Mahíques, como el funcionario que intentó presionarla para acelerar su voto sobre la constitucionalidad del memorándum con Irán apenas asumido Mauricio Macri, en diciembre de 2015. Los dichos de ambos jueces motivaron la radicación de una denuncia por parte de diputados y senadores del Frente de Todos.

Los espías lograron “acceso remoto e irrestricto, en tiempo real y con usuario propio, a las cámaras de seguridad instaladas e los accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

Figueroa y Raffaghelli habían sido entrevistados el mes pasado, con una semana de diferencia, en AM 750 y ambos dijeron haber sido víctimas de intentos de presión por parte de funcionarios de la anterior administración. Los legisladores del oficialismo se tomaron de aquellos dichos para presentar una denuncia contra la denominada “mesa judicial” en la que señalaron como integrantes a Mahíques y al propio Macri, al exministro de Justicia Germán Garavano y otros exfuncionarios como José Torello, Pablo Clusella, Bernardo Saravia Frías, el exjefe de Inteligencia Gustavo Arribas, así como al abogado Fabián Rodríguez Simón y al expresidente de Boca Daniel Angelici.

En el caso de Raffaghelli, su denuncia pública apuntó a supuestas maniobras del macrismo en su contra por no haberse “dejado apretar ni presionar” y haber emitido resoluciones “incómodas para el Gobierno” anterior, señaló luego al canal C5N. 

Mencionó, en ese sentido, su intervención en las causas por despidos en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y en la agencia nacional de noticias Télam, así como otros conflictos como los de Pepsico y la paritaria de la Asociación Bancaria.

González le envió al camarista un cuestionario similar al que debió contestar la jueza Figueroa, en el que le pedirá explayarse sobre las supuestas presiones que dijo haber sufrido y en particular la visita de Triaca y su gabinete de asesores a la Cámara laboral. También le solicitará precisiones sobre su referencia a “operadores” del entonces oficialismo. En la entrevista radial Raffaghelli no dio nombres pero ante la consulta puntual del entrevistador acerca de si se trató del abogado laboralista Juan José Etala, cercano al macrismo y a la anterior gestión en Boca Juniors, y señalado por su labor de asesoría en la exconducción de Télam al momento del despido en masa de 357 trabajadores de prensa, el camarista asintió.

El juez de la Sala VI relató en aquella ocasión que “hubo muchos episodios” de intentos de presión. “Lo que buscaban era disciplinar: aquel que no aceptaba la presión se disciplinaba o se manejaba como podía”, agregó. Cuando se refirió a la visita de Triaca dijo que junto a su entonces equipo el exministro sugirió “consensuar” la jurisprudencia laboral a aplicar en momentos en que esa gestión buscaba avanzar con un proyecto de flexibilización de las normas.

“La Justicia laboral estuvo en el ojo de la tormenta durante la gestión de Cambiemos”, denunció en aquella ocasión. Y agregó: “los que nos resistimos a ser genuflexos con esa gestión tuvimos como consecuencias denuncias ante el Consejo de la Magistratura”.

A partir de las denuncias públicas de Figueroa y Raffaghelli otros jueces y exmagistrados refirieron haber sido víctimas de acciones similares. Fueron los casos de los jueces Martina Forns o Luis Carzoglio y de exmagistrados como Eduardo Freiler o Luis Arias, entre otros.

En su presentación por escrito de la semana pasada, Figueroa no sólo apuntó a Mahíques, entonces integrante por el Poder Ejecutivo del Consejo de la Magistratura, sino que dijo haber sido “la primera víctima del lawfare” (guerra judicial) a cargo de la gestión de Macri, porque después de aquel episodio aseguró que le sucedieron notas y tapas en medios periodísticos que de manera sistemática referían que su desplazamiento era inminente, así como tres denuncias ante el órgano de designación y enjuiciamiento de magistrados que terminó por instruir el propio actual fiscal general porteño.