Intendente desesperado: La foto que Rojas no necesitaba y el falso apoyo de Juntos a su lista
Desde que sufrió la aplastante derrota de septiembre en las PASO, donde el apoyo popular que lo puso en la intendencia con el 60% de los votos se derrumbó al 16%, el intendente Arturo Rojas y el vecinalismo que inventó para participar en los comicios, Nueva Necochea, parecen haber perdido todo rumbo y apela a toda suerte de ideas desesperadas en el camino.
Mientras que a través de su aparato de prensa emprendió una obstinada campaña de desprestigio contra quien percibe como su principal adversario, el radical Gonzalo Diez, Nueva Necochea cambió su perfil y pasó de ser una lista de funcionarios que defendían la gestión antes de las PASO a ser la lista de un intendente que se presenta en solitario como la víctima de un contubernio de opositores que intenta impedir su avance. Lo cierto es que esa soledad es lo único que no es impostado, dado que tras perder en septiembre las filas de su partido no han hecho más que reducirse.
Con una clara necesidad de conseguir nuevos apoyos y compensar la fuga es que la campaña de Nueva Necochea buscó aprovechar de manera cuestionable la imagen de otros partidos a los cuáles no pertenence, literalmente renunciando a su "identidad vecinal" (si es que su empresa política tiene algo de eso realmente) para tratar de beneficiarse del alto perfil de los candidatos nacionales y provinciales a ambos lados de la grieta. Tal es así que los carteles de Nueva Necochea se mostraron pegados al kirchnerismo en Quequén y al macrismo en el centro de la ciudad.
Precisamente tratando de pegarse a la coalición de la que salió en 2020, Juntos por el Cambio (ahora Juntos), es que en un local de calle 66 donde en los últimos años funcionó un centro de reuniones del PRO local el intendente puso su imagen junto a la del candidato macrista Diego Santilli ploteando la vidriera del local.
Aunque el movimiento generó hondo rechazo entre los dirigentes PRO en Necochea, José María Dodds y María Eugenia Vallota, que emitieron un comunicado explicando abiertamente que Rojas no pertenence a su espacio, el intendente siguió su desesperado derrotero realizando un acto en el local anunciando a viva voz que "los espacios de la coalición Juntos brindaron su respaldo a la Lista de Arturo Rojas".
Mejor perderlo que encontrarlo
El acto desesperado del intendente además arrojó una foto que Rojas seguramente preferirá olvidar en cuanto pasen los comicios: uno de los dirigentes, el ex precandidato por UNIR, Carlos Martín Orlando, es reconocido en la ciudad no sólo por cierto "transfuguismo" político sino por haber sido condenado por “explotación económica de la prostitución ajena”.
Posando junto al intendente, que lo presentó como su aliado, Orlando llegó para aportar a la campaña de Rojas como anteriormente lo hiciera con Axel Kicillof, dirigentes peronistas locales como Marcelo "Chelo" Rivero o incluso el conocido neonazi marplatense Carlos Pampillón, cuando UNIR no estaba en Juntos y militaba dentro del massismo. El perfil de "versatilidad" de Orlando es en realidad una completa falta de identidad política real, algo en lo que termina pareciéndose al intendente Rojas.
Orlando además fue condenado en 2019 a tres años de prisión condicional cuando fue hallado culpable del delito de “explotación económica de la prostitución ajena” de un total de 10 víctimas por parte del Juzgado Federal N°3 de Mar del Plata.
De acuerdo a la sentencia del juez y en base al material probatorio recabado a lo largo de la causa, que tuvo su punto central en los allanamientos concretados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) el 18 de diciembre de 2013, Orlando y los otros 5 acusados ocupaban distintos roles en dos prostíbulos de la ciudad de Balcarce.
El intento fallido de conseguir la simpatía de los votantes de Juntos mediante esa lógica ha sido interpretado incluso como una falta de respeto por parte de los dirigentes macristas en la ciudad. Es que el rechazo a la identificación con el espacio de Rojas es más que notable dentro de Juntos: por ejemplo, José María Dodds dijo que la gestión de Rojas ha sido "desastrosa" y la concejal María Eugenia Vallota fue de las primeras en reclamar que el intendente diera explicaciones por la fiesta clandestina de la que participó violando las restricciones sanitarias por el CoVID19 que él mismo debía hacer cumplir.
