Siguen los accidentes y la Comuna no gastó ni un peso de los millones asignados a Seguridad Vial

En lo que va del año (sobre todo en el último mes) se han registrado importantes accidentes en nuestra ciudad, con choques de motos, peatones atropellados por vehículos y muertos en las rutas, que visibilizan a las claras un problema crónico en el distrito: el estado del tránsito es malo y circular por la ciudad es riesgoso.

El problema se agrava cuando se hacen algunas observaciones acerca del estado de la infraestructura y la laxitud de la División de Tránsito a la hora de realizar controles. Tal es así que se vio el ejemplo apenas se conoció el pase a la Fase 3 y la vuelta de clases presenciales, cuando el comentario de los vecinos fue masivo en las redes sociales: "vuelven los coches en doble fila en la puerta de los colegios".

Y al problema crónico se suman por un lado la práctica política proselitista, que interpreta la seguridad vial como una cartelera para mostrar gestión, y por el otro una desinversión algo indolente de sucesivas gestiones municipales, que pasan una tras otra sin dignarse a aplicar un plan serio de ordenamiento de tránsito. Basta con ver las principales avenidas de la ciudad, que en la mayoría de los casos ni siquiera cuentan con divisores de carriles ni sendas peatonales, aún en las esquinas más importantes.

Si bien recientemente la Comuna anunció que compró una máquina para demarcar sendas peatonales y lanzó un modesto programa de pintado de cordones y restauración de carteles de señalética en el centro de la ciudad, los avances de los trabajos no pasaron de la foto de campaña, porque la pintura no aparece en prácticamente ningún lado. 

De hecho, según el informe de gastos realizados por la Comuna en este 2021, cuando entramos en el final del segundo cuatrimestre del año no se gastó ni un solo peso de los más de 8 millones que están asignados en el presupuesto para un programa de "Seguridad Vial".

Sucede que el primer ítem del resumen de la evolución de gastos de la Comuna publicado en la web oficial muestra el estado de situación: de los 8.200.000 pesos previstos para el programa de Seguridad Vial (con un preventivo de más de 1,4 millones) no se comprometió, ni devengó ni pagó nada. En otras palabras, el gasto en seguridad vial fue de 0 pesos.

No se trata el tema en serio

La desinversión en seguridad vial refleja uno más de los ítems en los que el Ejecutivo ha decidido ahorra para conseguir el tan mentado "superavit presupuestario" del que hizo gala durante la revisión de cuentas del año pasado: literalmente la oposición señaló que el superávit era producto de una amplia desinversión en numerosos aspectos que hacen a la gestión municipal.

Si bien los concejales no mencionaron los recortes en "seguridad vial", el informe municipal lo hizo por ellos y la realidad lo confirma todos los días: a la cantidad inusitada de accidentes registrados en el último mes se suman episodios que siembran más dudas que certezas en la división de Tránsito, como fue recientemente el incendio del depósito de coches en Aguas Corrientes (hay un integrante del área sospechado) o el episodio por el que un grupo de inspectores de tránsito estuvo peleando a los cascazos limpios con un infractor.

Empeorando el panorama, los anuncios para instalar señaléticas o demarcadores con pintura en las calles ha quedado en el anuncio electoral: semanas atrás se anunció la renovación de la cartelería en el centro, algo que se iría extendiendo hacia el resto de la ciudad, cosa que ha quedado relegada hasta la nueva foto de campaña.

La frutilla del postre son las entregas compulsivas de licencias de conducir: aunque salta a la vista de cualquiera que la mayoría de los conductores no practican cuestiones básicas de manejo, como encender luz de giro, no estacionar en doble fila o utilizar cualquier espacio para circular (no solo camionetas en la playa, sino coches estacionados en plazoletas, sobre rampas para discapacitados y demás) la Comuna entrega y renueva licencias de conducir con una velocidad vertiginosa: hasta fines de mayo la Comuna había entregado en lo que va del año 3500 licencias.

La falta de seriedad para el tratamiento de la cuestión por parte del área dependiente de la Secretaría de Gobierno a cargo de Jorge Martínez (actual candidato a concejal por Nueva Necochea) es clara: el funcionario puesto para encargarse de la emisión de las licencias es un joven comerciante gastronómico de la ciudad abocado a la cocina, bien lejos de cualquier diploma que certifique pericia para la gestión de la seguridad vial en la ciudad.