ESLABÓN PERDIDO
Nuevas revelaciones confirmarían que el submarino hallado es nazi
Un objeto podría confirmar que la nave hallada por el grupo Eslabón Perdido frente a Costa Bonita es un submarino nazi. Se trata de otro pecio, desconocido hasta el momento, que confirmaría que los restos náufragos encontrados a 28 metros de profundidad y a 4 kilómetros de la playa pertenecería a la flota de la Kriegsmarine, la marina de guerra de la Alemania nazi.
En una crónica publicada este lunes por el diario La Nación, Eslabón Perdido indica que se descubrió un nuevo pecio de carácter “indubitable” que correspondería al sumergible militar alemán fue detectado entre los escombros del naufragio.
El fragmento, que puede verse en las imágenes que tomaron los buzos, es de color amarillo, tiene dos números impresos de color negro y sería parte de la chapa identificatoria de la escotilla de un submarino de la Kriegsmarine, la marina de guerra de la Alemania nazi.
El coloso diseñado para el combate naval y la guerra subacuática, de casi 80 metros de largo y 10 de ancho, habría sido hundido deliberadamente en la costa bonaerense durante el invierno de 1945, tras el final de la segunda Guerra Mundial, luego de desembarcar a su tripulación, de acuerdo con la interpretación histórica de quienes siguen la pista de los “lobos grises” luego de la rendición del Tercer Reich conducido por el führer del Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán, Adolf Hitler.
El buzo técnico Fabio Giuseppe Bisciotti, miembro de la Liga Naval Italiana y perito de parte del equipo de exploración, confirmó a La Nación que podría tratarse de “una chapa identificatoria de una escotilla, similar a la que tenían todos los submarinos alemanes, pero para confirmarlo necesito ver la pieza en vivo y en directo”.
De hecho, fue Bisciotti quien detectó el nuevo pecio luego de analizar más de 8 horas de filmaciones. Las mismas fueron tomadas por los buzos de Eslabón Perdido, primero, y por la Prefectura Naval Argentina después, durante la incursión que confirmó el naufragio frente a las playas de Costa Bonita, si bien esta fuerza de seguridad federal aún no confirmó si se trata de un sumergible o no, alegando, sugestivamente, que “no se puede determinar si es un barco o un submarino”.
“En la captura de la imagen se ve la chapa identificatoria con dos números: no puedo determinar si es el número 65 o el 55, y no sabemos si es parte de un número mayor. Después de una interconsulta con mis colegas, coincidimos en que se trata de la chapa identificatoria de la escotilla de un submarino alemán”, dijo el miembro de la Liga Naval Italiana, sección Foggia, al mencionado medio.
Y argumentó: “¿Por qué? Por varias razones, entre ellas porque conserva el color amarillo característico de las chapas identificatorias particulares de cada sumergible alemán. Ese color servía para que pueda ser vista por la tripulación desde el interior del submarino que estaba iluminado con luces rojas”.
Polémica y dudas sobre el hallazgo del submarino nazi
La noticia sobre el hallazgo del presunto submarino de la Alemania nazi fue reproducida en todo el mundo y si bien causó asombro, no fue una novedad para quienes siguen de cerca el derrotero histórico de los sumergibles de la flota de guerra alemana tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, este hallazgo tiene un antecedente en un relato histórico: el famoso incidente de la estancia Moromar. En 1945, el comisario de la policía bonaerense Luis Mariotti recibió la denuncia de parte de un vecino de Necochea sobre desembarcos furtivos en una playa solitaria. Dijo haber visto señales de luces, huellas de camiones y uniformes desconocidos.
“La policía va y comprueba en base a huellas de camión y pisadas de que se ha producido un desembarco, y siguen esas huellas, pero cuando llegan a la puerta de la estancia Moromar, un grupo de hombres extranjeros los recibe a punta de fusil, y los obliga a retroceder. El policía informa a sus superiores pero la orden política es que no se metan”, cuenta Basti, quien en base a este relato histórico comenzó la investigación para hallar el submarino.
“Esa playa coincide exactamente con el naufragio y corrobora el protocolo de los desembarcos alemanes: primero se produce el desembarco de personas y valores, la nave se retira de la costa lo suficientemente lejos pero no tanto como para que los últimos en abandonarla puedan volver a la playa”, agregó.
Otros expertos que accedieron a los videos que obtuvo Prefectura Naval Argentina pusieron en duda que lo hallado sea un submarino alemán y coinciden en que la evidencia todavía no es concluyente, como es el caso de Julio B. Mutti y Laureano Clavero, quienes se mostraron cautos sobre el hallazgo.
“De ser cierto que es un submarino alemán, sería una noticia de impacto mundial, pero todavía no hay suficiente evidencia”, indicó Mutti. Todavía más, Clavero dijo que después de mirar una y otra vez el material de video pudo detectar la presencia de dos anclas en la zona de proa que no pertenecen a un submarino.
“Una es de tipo Hall y la otra es un ancla más pequeña de tipo cepo en donde se logra ver claramente el cepo, la chaveta, la caña y el pico de loro de la misma”, describió. “Los submarinos alemanes no llevaban este tipo de anclaje doble, el cual era más común en otro tipo de embarcaciones como los barcos draga”, afirmó.
Consultado por este contrapunto, Basti no negó que en el lugar del hallazgo existieran anclas y otros elementos que no pertenecen a un submarino, por el contrario. “Sí, hay muchas anclas porque hay muchos enganches en esa zona, pero estamos tranquilos porque hay dos pericias que sostienen que se trata de un submarino, y para derribarlas son necesarias dos pericias que afirmen lo contrario. Y eso no es lo que ocurre”, consideró el líder de la expedición.
¿Un submarino nazi en Necochea?
Abel Basti es un periodista y escritor de 66 años que lideró la expedición que halló la embarcación hundida en Necochea. Durante una conversación con el diario La Nación, el autor de cuatro libros sobre la vida de Hitler dijo no tener dudas de que los restos del naufragio de Necochea son de un submarino alemán y que la chapa identificatoria encontrada pertenece a la escotilla de un sumergible nazi con el grado de “indubitable”.
Esta chapa identificatoria de escotilla permanece actualmente apoyada sobre los escombros del naufragio encontrado en la costa bonaerense y se suma a otros elementos que se corresponden con un submarino, como el periscopio de ataque, las estructuras de cubierta y la torreta (la cual se ve muy difusamente porque no fue grabada por Prefectura, sino solo por los buzos de Eslabón Perdido).
Esta correspondencia entre los pecios analizados del naufragio con las piezas de un sumergible fue establecida por los ingenieros navales argentinos Juan Martin Canevaro y Andrés Miguel Cuidet, los peritos que participaron del análisis de las imágenes subacuáticas.
“La pericia argentina confirma, primero, que no se trata de un barco. No se observan chimeneas, mástiles, ojos de buey, barandas, timonera, todos elementos propios de una embarcación de superficie, y en cambio tenemos una torreta con su deflector, un periscopio y una chapa identificatoria de escotilla”, consideró Basti, y agregó: “La Prefectura, que prepara una nueva incursión, confirmó que había ‘una escotilla’”.
“Por las dimensiones creemos que se trata de un sumergible alemán del tipo IX, pero vuelvo a insistir: es mi hipótesis personal que podremos confirmar cuando se extraigan algunas partes del naufragio”, aclaró el buzo italiano Bisciotti.
“Hay otros elementos que apenas fueron vistos por los peritos no dudaron de que se trataba de un submarino, y son las estructuras de soporte de cubierta, situadas sobre el casco de presión, donde se apoya la cubierta”, explica Basti.
“Esa estructura es muy característica, porque es completamente diferente a la de los barcos. Apenas la vieron los peritos, dijeron ‘esto es un submarino’. Como se ve en las imágenes de Prefectura, estas estructuras son triangulares en la proa, delante de la torreta, y rectangulares en la popa, detrás de la torreta”, agrega.
“Con mi equipo creemos que estamos hablando de un submarino, pero no puedo confirmarlo porque estoy en Italia, tengo que ir a la Argentina para ver el pecio”, cuenta Bisciotti. “Esto es una teoría personal: creo que el carácter del número impreso sobre la chapa identificatoria de la escotilla es reconducible con una tipografía alemana, pero no estoy seguro”, añade el buzo técnico italiano que ha participado de otras investigaciones, actualmente en proceso, como la búsqueda de submarinos italianos y británicos naufragados en las aguas del mar Adriático durante la Segunda Guerra Mundial.
“La Armada Argentina o la Prefectura deberían retirar un fragmento para analizarlo. Si queremos completar el trabajo, es muy importante analizar algunas partes, solamente de esta manera podemos estar seguros 100 por ciento; de lo que estoy seguro es que no es un barco”, afirma Bisciotti.
“Estoy abierto a todas las teorías. Hay muchos investigadores hablando del tema y podemos unirnos para resolver la cuestión: nosotros somos apasionados, buceadores e investigadores, pero debemos trabajar todos juntos”, concluye el italiano.