Demolición del ACA: La incongruencia del Ejecutivo y los intereses ocultos

lunes, 21 de noviembre de 2022 · 10:44

Practicamente desde que asumió su mandato, el intendente Arturo Rojas está intentando, de manera desesperada, sin un plan objetivo real y "a los ponchazos", vender el complejo Casino luego del incendio intencional que destruyó el Teatro Auditorium, siguiendo un derrotero plagado de irregularidades al amparo de un aparato de propaganda que evitó difundir datos concretos construyendo un relato que apuntalara las intenciones de entrega de la gestión.

La desesperación de Rojas por la venta tiene que ver más que nada con su necesidad de obtener fondos propios para evitar la dependencia del gobierno nacional y provincial, que lo condicionaría en sus aspiraciones políticas para renovar su mandato, algo que ha hecho que se tomaran toda suerte de medidas tendientes a la entrega del complejo, en principio, dejándolo abandonado a su suerte para exhibir el deterioro como una vidriera que argumente en favor de la necesidad de deshacerse de las instalaciones.

El movimiento de abandono evidente fue de la mano del desinterés por resolver el caso del incendio y al día de hoy la Comuna no sólo nunca ha mencionado el tema sino que ni siquiera inició una investigación para determinar las responsabilidades por semejante pérdida de patrimonio. El dinero del seguro que debía percibir la Municipalidad fue cobrado en parte, y aunque el HCD había dispuesto que esos fondos estuvieran destinados a la restauración del lugar, lo cierto es que la gestión lo utilizó para otras cosas.

En medio de ese arrebato para entregar el complejo, en tiempo récord la Comuna consiguió una tasación con intervención de colegios de profesionales (aunque no de los organismos pertinentes, algo que está siendo dirimido en una causa judicial iniciada por los vecinos) y luego trató de "colocar" el edificio y sus terrenos sin siquiera tener todos los papeles en regla, intentando literalmente vender una "usucapión" sobre el terreno más importante de los tres que conforman el complejo. Obviamente el llamado a licitación se cayó y la Comuna intentó dejar su intento debajo de la alfombra.

En ese contexto de irregularidades y apuro es que la gestión del intendente Rojas sumó en su intento de entrega al ex Balneario ACA, incluyéndolo en el paquete de la oferta sin ofrecer demasiadas explicaciones. Y como el Casino no se ha podido vender ni demoler por los graves fallos administrativos/legales en los que incurrió la Comuna, ahora la intención es demoler las instalaciones que otrora fueran uno de los mejores balnearios de la ciudad.

Al igual que el Complejo Casino, la Comuna dejó abandonado el predio del ex Balneario ACA, aunque tuvo unos años de tenencia de un concesionario vinculado al actual secretario de Legal y Técnica de la Comuna, Ernesto Povilaitis, quien se desempeñaba en ese área municipal desde el gobierno de Horacio Tellechea. 

La concesión fue entregada por pocos años en el interinato de Vidal con intervención de Povilaitis, aunque luego fue abandonada

El estado de abandono y deterioro del lugar, al igual que con el Casino, justifica la idea de la gestión Rojas de demoler las instalaciones con un plan que suena extraño: comprar una máquina que sería a la vez la licitación para la demolición, una iniciativa llena de puntos negros que causan más dudas que certezas, como viene siendo en la mayoría de las contrataciones que está haciendo la Comuna.

Aunque el balneario está en condiciones de seguir plenamente utilizable por otro concesionario, la Comuna no deja de presentarlo como si fuera una ruina, tratando de forzar la necesidad de tirarlo abajo. Además de esa presentación, la Comuna ha mencionado su intención de remover los edificios para que sea visible el horizonte en el mar desde la Avenida 2, algo que ha resultado más bien una excusa de tinte "ambiental" si se tiene en cuenta que en la línea de balnearios se ha autorizado al menos la construcción de dos estructuras diferentes en los últimos meses (una piscina y containers).

En ese contexto sospechoso es que la Asociación Civil El Parque No Se Vende, que ya ha estado vinculada a dos procesos judiciales primero por las irregularidades para vender el Casino y luego por el proceso de intento de entrega de terrenos del parque a amigos de la gestión, elevó una nota al Ejecutivo solicitando detalles sobre la concesión y las intenciones de demoler los edificios.

"Solicitamos disponer de la vista del expediente correspondiente a la Concesión del ex Balneario ACA, así como de los motivos por los que es intención del Ejecutivo municipal demoler los edificios en ese lugar", indicó la ONG en su nota.

"La información solicitada queda comprendida dentro de la ley de libre acceso a la información pública ambiental (ley 258319 por lo que nuestro reclamo está ampliamente por esta, de la ley 11723 que refiere al derecho público de vista de los procedimientos de factibilidad urbano ambientales, y del resto de la legislación ambiental vigente así como por el Código Civil en lo que se refiere a daño o destrucción de bienes públicos", argumentó la organización.

Hasta el momento sólo la intervención de los vecinos agrupados en la ONG ha conseguido revisar en detalle el plan de la Comuna para la venta del Casino, lo que terminó revelando las severas irregularidades en las que estaba incurriendo el Ejecutivo para su iniciativa. Recientemente se conoció que el Ejecutivo evalúa hacer una especie de canje del complejo a cambio de una deuda que mantiene la Comuna con el concesionario de la recolección de basura por el servicio de disposición final que nunca se realizó. Una vez más, el secretario de Legal y Técnica Povilaitis está en el centro de la cuestión, con estrechos vínculos con la empresa y a la vez desempeñándose como el responsable legal de la municipalidad, algo que la ONG ambientalista conoce en detalle, lo que motiva las sospechas en un primer momento.

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