CADA VEZ MENOS SERIO

Basura: Ahora la Municipalidad habla de cambiar de lugar el basurero y ponerlo donde estaba hace 22 años

miércoles, 21 de diciembre de 2022 · 11:31

En Necochea el tema del nuevo convenio para la recolección y disposición final de la basura no está siendo tratado con seriedad: a la falta de información oficial y la desinformación paralela lanzada por su aparato de propaganda, ahora se ha sumado una propuesta de último momento para modificar la locación de la Planta de Tratamiento de Residuos (RSU) planteada en el proyecto.

El Departamento Ejecutivo aceleró el tratamiento en medio de los festejos del Campeonato Mundial de Fútbol Qatar 2022 y en días previos a las fiestas de navidad y año nuevo: entre el viernes y el lunes pasado el Concejo Deliberante celebró dos reuniones de comisión de Política Económica para "analizar" el proyecto. La idea era tratar el tema en una sesión esta semana, aunque las modificaciones quizá provoquen algunas dilaciones.

Los concejales recibieron el viernes a una funcionaria de segunda línea de la Secretaría de Legal y Técnica para explicar la iniciativa. Teniendo en cuenta la importancia del contrato, que haya sido una funcionaria menor la que presentara el proyecto fue al menos sugestivo y no se explicó por qué no fue el secretario Ernesto Povilaitis quien hiciera la presentación, sobre todo teniendo en cuenta que el convenio es de una trascendencia superlativa. 

El lunes pasado la comisión hizo lo propio con el titular de la empresa Relisa, Guillermo Martínez, cerrando así las explicaciones que dio el Ejecutivo para el contrato más importante de la ciudad para los próximos 20 años. En medio de la pasión mundialista en todo el país, las reuniones pasaron de largo sin mayores observaciones.

Sin embargo, desde la semana pasada se conocieron detalles sobre el proyecto que ni los concejales ni el Ejecutivo ni la empresa habían mostrado a la opinión pública: en el convenio no sólo se estipulan amplios beneficios para el concesionario (como la legitimación de una deuda por servicios no prestados y la remoción de multas, entre otras cosas) sino que además se planteaba la instalación de una planta de tratamiento de residuos a las puertas del Paseo de la Ribera, en calle 106 y 31.

Cuando se conoció la locación, que para colmo se trata de terrenos que la empresa le compró a la constructora de más negocios con la Municipalidad y con fuertes vínculos con funcionarios de esta gestión, los vecinos protestaron y recién en ese momento el Ejecutivo tuvo que ponerse a evaluar su decisión.

A través de los medios de su propaganda la Comuna deslizó que el intendente "escuchó la queja de los vecinos" para replantear parte del proyecto. Ironicamente, publicó imágenes renderizadas de un proyecto para la planta de tratamiento con un cartel de hormigón que dice "Neco Recicla" presentando con espíritu proselitista el proyecto, aunque a la vez sigue adelante en su intención de condonar todas las multas por el grave daño ambiental que ha producido la empresa por sus incumplimientos durante décadas.

"Neco Recicla" reza el cartel del render electoral mientras la Comuna avanza para quitar todas las multas por el daño ambiental ocasionado durante décadas

"El mandatario oyó las voces en contra del proyecto y decidió, como alternativa, presentar el predio donde funcionaba hace 22 años el viejo basurero municipal como una nueva opción para su instalación, resurgiendo en tal sentido un proyecto de integrantes del Radicalismo", señaló la propaganda municipal. Si bien se publicaron algunas fotos del encuentro, el intendente no estaba presente en el lugar, cuyos vecinos forman parte (o quizá formaban parte) de un sector que da su apoyo del intendente pero que se vieron decepcionados con la iniciativa que la gestión pretendía aprobar de espaldas a la opinión pública.

"También se evalúa la instalación de dicha planta de reciclado en una cava en la zona industrial de Quequén, lo que serviría también para sanear la misma", anunció la propaganda a modo de promesa y sin dar mayores detalles sobre la idea.

La municipalidad ha evitado en todo momento mencionar que quiere eliminar todas las multas por el gravísimo daño ambiental ocasionado en décadas por los incumplimientos y la extensión de nuevos intereses en una financiación de una deuda por un servicio que no se dio y ocasionó ese daño ambiental. La empresa reclama 884 millones de pesos, de los cuales la mitad aproximadamente corresponden a servicios no prestados. En cambio, la propaganda sólo menciona una quita del 20% sobre esa deuda disputada como si se tratara de un beneficio para la Comuna.

La propaganda municipal además pareciera estar interesada en mantener oculta la locación que evalúa el intendente y en lugar de publicar la dirección de dónde pretende localizar el nuevo basurero, dio la locación catastral (Circunscripción XIII; Secc. A; Chacra 27, Partida Inmobiliaria número: 076-001041-3; y Circunscripción XIVI; Secc. G; Quinta 77, Partida Inmobiliaria número: 076-093737-1) con la clara intención de no abrir la información al público de manera coloquial, en una nueva muestra de cómo "informa" la gestión Rojas, con toda serie de mensajes sesgados, datos manipulados y una clara intención de ocultar cualquier información que sea percibida como negativa para las aspiraciones reelectorales del intendente.

Además, en su reporte de prensa la Comuna "recordó" que el intendente recibió a los concejales la semana pasada para tratar la cuestión, aunque la reunión nunca fue publicada por la web municipal y la única mención que ha hecho al tema de la basura en todo diciembre fue para anunciar el cambio de frecuencias por la temporada de verano. Una vez más la falta de seriedad en el tratamiento del tema se hizo presente dando cuenta de lo capcioso y turbio de todos los movimientos.

Las irregularidades se ven por todos lados y se traslucen incluso en la incoherencia de la comunicación que está usando la gestión, con datos sesgados, información presentada de manera capciosa, omisiones varias y un sospechoso silencio sobre el tema por parte de los concejales, dando la muestra de que no sólo la dirección tomada por el intendente puede cambiar si algún vecino de los que considera sus votantes protesta, sino que en realidad no hay una política clara al respecto de sus intenciones, que parecen estar más enfocadas en un eventual negocio de algunos de sus funcionarios vinculados a la empresa que a un contrato que puede ser determinante para los próximas décadas en la ciudad.

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