Municipales marchan por el centro de la ciudad y hay quite de colaboración en casi todas las áreas
En el marco de las negociaciones salariales que llevan adelante el Sindicato de Trabajadores Municipales (STMN) y la Comuna, una nutrida columna de manifestantes con empleados de distintas dependencias marchó por el centro de la ciudad para visibilizar su protesta.
Resulta que los municipales habían recibido la promesa de una readecuación salarial en diciembre tras aceptar el 65% atrasadísimo que el intendente terminó ofreciendo a sus empleados tras una extendida negociación que decantó en un atraso notable de los ingresos de los trabajadores que, en medio del clima inflacionario, han visto seriamente afectada su economía por las dilaciones.
El acuerdo establecía que se podían reabrir las negociaciones en diciembre para acomodar las diferencias de cara al 2023, sin embargo, tras nuevos atrasos (adjudicados al vínculo estrecho que mantienen el intendente y parte de la cúpula sindical del STMN), la oferta del Ejecutivo consistió en una readecuación de aproximadamente el 6% del salario actual, dado que se ofreció un 20% sobre los salarios de marzo.
La medida no conformó a los trabajadores, que tras rechazar la propuesta iniciaron un plan de acciones que incluyó un quite de colaboración y la convocatoria a una marcha que se realizó con buena concurrencia y recorrió ruidosamente las calles del centro esta mañana.
Tras recorrer el centro de la ciudad, la columna de unos 200 trabajadores se congregó en el hall de entrada del Palacio Municipal, mostrando así la fuerza de su reclamo y continuando con el plan de protestas que se prolongará durante la semana mientras el Ejecutivo intenta desestimar los reclamos y lanza "aprietes" a los trabajadores.
Apretada
Lejos de buscar alguna clase de consenso y luego de la irritante dilación que puso a las negociaciones, la Comuna ha tomado una vez más el camino del apriete y la amenaza como forma de respuesta a los reclamos, algo que viene siendo una constante de la gestión Rojas cada vez que se escucha un reclamo de cualquier naturaleza.
Es que ante el anuncio del quite de colaboración dispuesto para este martes por el sindicato, la respuesta de la Comuna fue la de aclararle a los empleados que el quite de colaboración implicaba presencia en el lugar de trabajo sin movilización. La intención del Ejecutivo es que la protesta no sea visible para que no afecte la imagen del intendente Rojas, que busca la reelección y cuya falta de gestiones para resolver problemas de fondo ya comienza a recordar a fracasos del pasado.
La aclaración del Ejecutivo fue percibida por los empleados como un "apriete" para desmovilizar, sintiendo sobre sus hombros la amenaza que imponía el memorando que lanzó directamente la Secretaría de Legal y Técnica, convertida una suerte de "policía" municipal con múltiples poderes que ha dejado por un momento de facilitar los negocios de la gestión para tratar de bajar línea y amedrentar a sus propios empleados.
El recurso usado por la secretaría comandada por el secretario Ernesto Povilaitis no funcionó para desmovilizar a los empleados, que coparon el hall municipal y elevaron su protesta con fuerza marcando un punto de inflexión en las negociaciones y reflejando que la tensión con el sindicato está llegando una vez más a un punto crítico a pesar del intento normalizador de la propaganda municipal, que ha hecho caso omiso a los reclamos de los trabajadores durante años y hoy se encuentra ante la evidente posibilidad de encontrarse con un clima de protestas que nubla el cierre del año.