Casino: Ya casi está la escritura aunque la Comuna tiene mucho que explicar antes de tratar de vender

jueves, 15 de septiembre de 2022 · 10:40

A través de un escueto comunicado la Comuna anunció que el intendente Arturo Rojas firmó en La Plata, más precisamente en la Escribanía General de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la titularidad del dominio del Complejo Casino, lo que reaviva su intención de poner a la venta el complejo, algo en lo que falló estrepitosamente en 2020, cuando quiso forzar la entrega tras un sospechoso incendio en el teatro Auditorium en plena pandemia por CoVID19.

La gestión del intendente Arturo Rojas anunció que dio uno de los pasos que se salteó durante su intento de venta express y, aunque en ningún momento reconoció que había lanzado una licitación completamente irregular (cuyo primer oferente retiró su propuesta en cuanto se enteró que la Comuna no tenía todas las escrituras y con un segundo llamado a licitación desierto), ahora presenta la firma de la escritura como si se tratara de una gestión transparente que habilita su iniciativa de poner en venta el complejo una vez más.

En su comunicado, la gestión acusó un error "que data de hace 25 años" para justificar el papelón que significó intentar vender una usucapión en un apuro más que sospechoso en el que abundaron las irregularidades. Tantas fueron que un grupo de vecinos inició un proceso judicial para contener la intención del Ejecutivo, que en el arrebato cometió serias irregularidades que no se condicen con la seriedad que amerita el desprendimiento de semejante patrimonio público.

Entre los cuestionamientos, los vecinos señalaron que no se llamó a audiencia pública para desarrollar opciones con la participación ciudadana y que la tasación del complejo no fue realizada por los organismos correspondientes. Fue en ese proceso que solicitaba suspender los llamados a licitación que se hizo público el dato de que la Comuna había querido vender la usucapión del terreno más grande del complejo (el del playón de estacionamiento).

La gestión Rojas evitó las explicaciones del caso hasta el día de hoy y mencionó que se trató de un retraso del gobierno provincial y que el único oferente había retirado la oferta sin mostrar las verdaderas razones, que estaban vinculadas a la imposibilidad de la Comuna de entregar un título de propiedad del que no disponía.

Semejante apuro, en medio de una pandemia que impedía que la gente se convocara o se reuniera para tratar la cuestión por fuera de las reuniones privadas que mantuvieron los funcionarios para motorizar la venta por debajo de la mesa, fue de la mano con las irregularidades mencionadas por los vecinos en su presentación judicial, lo que ha producido un verdadero manto de sombras que la gestión Rojas sigue tratando de naturalizar.

Arturo Rojas firmando el trámite (Foto: Prensa Municipal)

Además de esas irregularidades sin explicación oficial, todavía resta aclarar las responsabilidades que hubo en el incendio intencional por el que se encontraron dos focos diferentes: a poco del incendio la Municipalidad denunció que el intendente y funcionarios habían recibido amenazas más nunca movilizó ninguna clase de investigación ni se hallaron responsables del hecho, algo que debiera ser un primer paso para comenzar un debate sobre el destino del complejo. 

Abandono intencional (como el incendio)

De cualquier manera, a pesar de los anuncios, la Escribanía General de Gobierno debe seguir con los trámites para su inscripción en el Registro de la Propiedad Inmueble de la Provincia de Buenos Aires, por lo que lo que se propone como una puesta a punto para llevar adelante las intenciones de venta aún tiene mucho camino por recorrer, dado que la Comuna debe regularizar una gran cantidad de procedimientos antes de proponer siquiera un nuevo proceso de venta.

En el camino, vale decirlo, el estado municipal aprovechó para dejar completamente abandonado el complejo, contrariando el propio discurso del intendente de la "renovación" de la ciudad, ha dejado a su suerte el complejo sin siquiera darle un mínimo mantenimiento a los sectores más deteriorados, aunque sea solamente por una cuestión estética: vidrios rotos, pinturas en las paredes, agua estancada en las piletas, importantes pérdidas de agua y una evidente situación de peligro para los vecinos configuran un panorama ruinoso que la Comuna pareciera estar interesada en mostrar para reforzar su intención de vender el complejo.

Curiosamente, el propio intendente Arturo Rojas había señalado en 2019 durante la campaña electoral que estaba completamente en contra de la venta del complejo en la situación en la que se encontraba, sin ponerlo en valor, porque valdría "2 con 50", refiriéndose a que el estado ruinoso bajaría mucho la cotización del lugar. Una vez electo intendente, cuando no se había cumplido ni un año de esa declaración, Rojas intentó forzar la venta incluso con el complejo en peor estado tras la destrucción del interior del Teatro Auditorium. Al no conseguirlo, dejó el complejo completamente librado a su suerte.

Falta debate

Para terminar de cerrar el ciclo de complejidades alrededor de la cuestión, la Comuna además se ha comprometido con el gobierno provincial a realizar una serie de reparaciones menores para que se pueda habilitar el uso de la sala de juegos que reclaman los trabajadores del Casino, que llevan años de incertidumbre y lucha para preservar sus fuentes de trabajo. La reapertura de la sala está ligada al cumplimiento del intendente del compromiso de acondicionar parte del complejo y choca diametralmente con su intención de ejecutar la venta, por lo que el cumplimiento del compromiso es al menos dudoso.

Así es como el panorama que rodea al Complejo sigue mostrando mucho camino por recorrer antes de que se concrete lo que la gestión Rojas intentaría conseguir de manera desesperada y por lo que cometió una serie de irregularidades escandalosas si se tiene en cuenta la importancia que reviste una operación de esta envergadura. La idea de Rojas y su equipo sería usar los fondos de la venta para seguir financiando su campaña de cara al 2023, consiguiendo una financiación que le permitiría realizar su voluntad sin depender de financiación de la provincia o la nación.

Hasta el momento, en otro acto de falta de transparencia, la gestión Rojas no ha dicho qué podría hacer con los fondos de una venta semejante ni ha señalado ninguna clase de plan para aprovechar los recursos, algo que tampoco fue planteado en el Concejo Deliberante cuando se impuso la intención de venta express en medio de la pandemia. Habrá que ver si de una vez se da inicio a un debate serio sobre la cuestión o si, por el contrario, las declaraciones del Ejecutivo sigan con un formato de avanzada proselitista con más anuncios que concreciones y sin más plan que el de conseguir recursos para el proyecto político del intendente. 

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