El Casino no se vende: Denuncian que hay "intereses económicos personales" en la entrega del Complejo

domingo, 19 de febrero de 2023 · 09:28

Con un estado de abandono voluntario y un incendio intencional que nunca se resolvió, las intenciones de venta del Complejo Casino por parte de la gestión del intendente Arturo Rojas ha resultado llamativa a más de uno, al punto que el vecinalismo de Necochea, la Agrupación Comunal Transformadora, dejó entrever ciertas dudas acerca de todo el procedimiento impulsado por el Jefe Comunal y se refirió a la existencia de "intereses económicos personales" alrededor de la cuestión.

Es que bajo el título "The Usual Suspects", el texto publicado este domingo por el concejal vecinalista Juan Pedro Arabarco en su cuenta de Facebook se refirió a la intención del Ejecutivo de vender el Complejo Casino haciendo referencia a la película de Bryan Singer que le valió el Oscar de Mejor Actor de Reparto a Kevin Spacey en 1995. 

En su texto, Arabarco se refiere en principio al Casino como Patrimonio Histórico Municipal declarado así en el año 2000 y considera que por esa condición el debate para el futuro del Casino debe trascender la sola propuesta de venta que   ha hecho el Jefe Comunal como única propuesta de solución al tema.

Vale decir que la gestión Rojas ha dejado completamente abandonado el complejo al punto de ni siquiera dedicarle tiempo a remover los vidrios rotos, tapiar sectores vulnerables o siquiera establecer algo de seguridad alrededor del edificio para prevenir hechos vandálicos. Con ese abandono permanente, la Comuna enseña a toda la comunidad un estado ruinoso del edificio para sostener sus argumentos de la necesidad de vender todo.

Con ese panorama planteado, el concejal representante del verdadero vecinalismo local señala algunos interrogantes a la población del distrito que la Comuna intentó dar por zanjados en la operación express que lanzó para vender el complejo en plena pandemia cuando la comunidad estaba confinada con las restricciones y completamente sumida en la prevención sanitaria que imperaba en agosto del 2020, cuando el incendio intencional nunca aclarado consumió el Teatro Auditorium y puso en marcha el plan.

¿Por qué vendemos bienes del estado sin una debida consulta popular? ¿Cuál es el valor real, en términos económicos, de ese sector de la ciudad? ¿Se hizo un estudio serio, con profesionales legitimados por su experiencia, de factibilidad para llevar adelante una remodelación y su costo? ¿Se hicieron gestiones a nivel provincial o nacional con el propósito de conseguir fondos para la remodelación de este Patrimonio Histórico Municipal? ¿Hay realmente voluntad en pensar en toda la comunidad del Distrito o solo  es un negocio entre los de siempre pero con patrimonio municipal?, que lamentablemente existen varios hoy por hoy. ¿No sería oportuno convocar a una Audiencia Pública, al menos como para escuchar las voces de todos?", se preguntó Arabarco en su texto.

Las preguntas obedecen a una completa falta de información pública en la que incurrió el Estado Municipal al mando de Rojas para tratar de forzar su intento de venta como si el Casino se tratara de un simple terreno fiscal sin mayor importancia. Tal fue el apuro por imponer su voluntad que un proceso judicial iniciado por los vecinos terminó revelando que la Comuna estaba intentando vender un usucapión sobre el terreno más grande del complejo debido a que ni siquiera había ordenado los papeles para conseguir la escritura...

Este es el texto completo del concejal, que hace sus señalamientos en vistas de las renovadas esperanzas del Ejecutivo de volver a impulsar su proyecto de venta, caído por las irregularidades y retomado con nuevos bríos este año a caballo de la agenda reelectoral de Rojas y su equipo de funcionarios:

The Usual Suspects

Por Ordenanza 4372, en el año 2000 se declara Patrimonio Histórico Municipal al Complejo Casino Necochea, ratificándose esa declaración en el año 2010 con la Ordenanza 7106, que deroga la anterior, pero que incorpora el listado de inmuebles y sitios declarados como Patrimonio Histórico Municipal de la Ordenanza del año 2000.

A la fecha, la Ordenanza 7106/10 está plenamente vigente.

Este espacio público antes era de todos, pero hace unos años atrás se fue llenando vidrios rotos, de óxido, de escombros, de saqueos, de llamas intencionales, de grafitis, de colchones ajenos, de vandalismo.

Gracias al periodismo, mayoritariamente oficialista, vemos azorados como los especuladores urbanos del oficialismo están tratando de vender uno de los sitios simbólico y patrimoniales que tiene el municipio de Necochea, con la anuencia de una porción mayoritaria de la oposición que asiste a ese atropello.

Sorprende que dicha operación inmobiliaria la realiza el propio Gobierno Municipal, que debería estar a cargo de la tutela y custodia del Complejo, al cual previamente lo han liberado a un abandono llamativo. Lo fueron vaciando de funciones, que serían totales si no fuera por la tozudez de los empleados de la sala de juegos.

En la actual sociedad, que no tiene ideales fijos y, como resultado, tampoco una clara división entre el bien y el mal, existe una técnica de comunicación política que permite cambiar la actitud popular hacia conceptos considerados totalmente inaceptables, esta técnica es la Ventana de Overton.

Así, con un manejo intencionado de los medios masivos de comunicación y declaraciones de diferentes funcionarios del oficialismo y algún que otro opositor aliado, siguiendo a la perfección el manual de esta práctica maquiavélica de informar y administrar bienes públicos, intenta introducir en los habitantes del Distrito la idea de peligrosidad del complejo, el concepto de “anti postal” de la ciudad y su imposibilidad de remodelación con ingresos propios ni con gestiones en otros estamentos gubernamentales.

Ante estas circunstancias, se da por sentado que las soluciones posibles para el Complejo Casino son la implosión o la venta.

Pero a varios vecinos del Distrito nos surgen algunas preguntas:

¿Por qué vendemos bienes del estado sin una debida consulta popular?

¿Cuál es el valor real, en términos económicos, de ese sector de la ciudad?

¿Se hizo un estudio serio, con profesionales legitimados por su experiencia, de factibilidad para llevar adelante una remodelación y su costo?

¿Se hicieron gestiones a nivel provincial o nacional con el propósito de conseguir fondos para la remodelación de este Patrimonio Histórico Municipal?

¿Hay realmente voluntad en pensar en toda la comunidad del Distrito o solo es un negocio entre los de siempre pero con patrimonio municipal?, que lamentablemente existen varios hoy por hoy.

¿No sería oportuno convocar a una Audiencia Pública, al menos como para escuchar las voces de todos?

Se habla de una política de urbanización y de fomento del turismo a la hora de promocionar esta venta, a muy bajo precio por cierto, pero a su vez se pierde una de las características simbólicas más importantes del Distrito, en una zona donde la eventual construcción de unidades habitacionales se encontraría con el grave problema de infraestructura de servicios como agua, gas, cloacas, pluviales, etc. (afirmaciones hechas por los representantes de la cámara de constructores en una reunión mantenida a mediados del año pasado). Además esos módulos habitacionales romperían, urbanísticamente, el dialogo entre el parque y la playa, que sí supo establecer la construcción del Complejo.

Esta operación inmobiliaria, solo de eso se trata, beneficia, en principio y sin dudas, a la visibilidad del arco político oficialista y principalmente, al “Alcalde” del Distrito que piensa en su reelección y que entiende que crea una imagen de eficacia y dinamismo con estas medidas, aunque algunas de ellas repercutan solamente en los bolsillos de los “sospechosos de siempre”.

Los valores de un edificio no son solamente los materiales, si no también, muy especialmente, los intangibles que lo ayudan a convertirlo en patrimonio.

El Complejo Casino, es una obra arquitectónica muy singular y por ello su valor arquitectónico descuelle sobre las propias historias de la vida del Complejo. Tal es así que fue la Municipalidad misma que valoró su significado arquitectónico, cultural e histórico hace pocos años con la declaratoria de Patrimonio Histórico y ahora llama poderosamente la atención, que la gestión municipal impulse el desprendimiento de su Patrimonio declarado, generando una triste confirmación como que esta gestión pública, hoy en día, no tiene afectos con los sitios históricos y sí intereses económicos personales con los mismos.

Nos cabe la reflexión en este tipo de gestiones, léase gestiones inmobiliarias dirigidas y con patrimonios municipales, que existe por parte de esta nueva Necochea, una ausencia de compromiso con la historia de la Ciudad, donde lo importante es, claramente, la visibilidad y el negocio para unos pocos.

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