La "militancia" de Rojas en Necochea: De defender al represor Bicarelli a inaugurar carteles por la memoria de los desaparecidos

Sin dudas la participación del intendente Arturo Rojas en actos por los derechos humanos, sobre todo en lo que respecta a los desaparecidos en la última dictadura militar en Argentina, tiene mucho más de cinismo y necesidad electoral que de protocolo o compromiso con la causa.

Esto fue patente en los últimos días, cuando el intendente participó en un acto de inauguración de un cartel en aveniza 59 y calle 26, donde se conmemoró a Daniel Garramone, un obrero metalúrgico secuestrado en esa misma esquina durante la dictadura. Sin declaraciones oficiales, la prensa municipal mostró al intendente junto a militantes de los DDHH descubriendo uno de los 26 carteles que se instalarán por toda la ciudad con motivo de la conmemoración.

La participación de Rojas en el acto, lejos de ser una presencia protocolar, respondió a la lógica proselitista que lleva el intendente prácticamente desde que asumió, y que profundizó notablemente este año electoral: el intendente que asumió por Juntos por el Cambio y luego devino en "vecinalista" intenta vender una imagen que seduzca a kirchneristas desencantados mostrando cierta "militancia" en causas como los desaparecidos, la igualdad de género y otras que le son más que extrañas y presentan semejante contradicción que lo dejan en evidencia sobre sus intenciones.

La inauguración del cartel fue un claro ejemplo de esa situación, algo que fue debidamente recordado por referentes de la militancia por los Derechos Humanos con verdadero compromiso ciudadano, como es el caso del ex detenido durante la dictadura, Cali Del Prado.

A través de su muro de Facebook, Del Prado expuso la contradicción del intendente en un breve texto en el que recordó que mientras Rojas usa la causa de los desaparecidos para tener una foto y hacer campaña, protegió al represor Héctor Bicarelli durante una votación en el HCD.

Este es el texto completo de Del Prado, quien sin pelos en la lengua aplicó un ejercicio de memoria que bien podría ser un elemento de análisis sobre el más que flexible discurso del intendente Rojas en su carrera por una reelección que se le presenta más que incierta, obligándolo a salir a buscar votos incluso en las antípodas de su posición política:

Daniel Garramone fué secuestrado en la zona de av. 59 y 26 . Esa noche, el grupo secuestrador pasó por la subcomisaría de Villa Diaz Vélez y arregló la " zona liberada" con el comisario a cargo en ese momento, el inefable Bicarelli.

Enterada la esposa de Garramone de lo ocurrido con su marido, concurrió a la subcomisaría a efectuar la denuncia, que no se le recibió. No sólo eso, sino que fué maltratada y basureada por el valiente comisario.

Pasada la dictadura, Bicarelli gozó de impunidad durante muchos años, e incluso, en el colmo del disparate, tuvo cierta protección de parte del Partido Justicialista de la época, llegando incluso a tener un cargo de "asesor en temas de seguridad",durante la gestión municipal del "montonero arrepentido" Julio Miguel Municoy.

Cuando militantes de derechos humanos intentaron que Bicarelli fuese declarado " persona no grata" por parte del HCD ( como se habia hecho con Martinez de Hoz a principios de los 80), entre los concejales que defendieron a Bicarelli, entre varios peronistas y radicales, apareció el actual intendente Rojas.

Nadie lo defendió diciendo la verdad, es decir, que era uno de ellos, afiliado hasta no hace mucho al Partido Justicialista. El argumento fué que " habia pagado su deuda con la justicia", después de 7 años de cómoda detención.

Es cierto, con la justicia pagó.

Con los que todavia no pagó es con los familiares de Garramone y con el resto de la sociedad, eso recién lo hará el día que diga todo lo que sabe ( y seguro que sabe) sobre los secuestros en Necochea. La única forma de pagar la deuda con la sociedad que tienen todos los represores es rompíendo los pactos de silencio. No hay otra.

Luego de esa vergonzosa defensa del represor, Rojas, un genuino producto de áquel PJ necochense de hace unos años, llegó a la Intendencia.

Los tiempos han cambiado.

Hoy, manifestar preocupación por el tema de los Derechos Humanos es " politicamente correcto", está bien visto, y puede ser útil cuando se necesita contar con el beneplácito de un gobierno provincial.

Seguramente por eso, ayer aparece el intendente Rojas señalizando un sitio de memoria y participando en un homenaje a...Daniel Garramone.

Para remate, el viernes 24 a las 16 hs , es decir, en el mismo horario del tradicional acto central, Nueva Necochea proyecta la película 1985 en su local de av.59.

Será pura casualidad ? Descuido ?

De lo que no hay dudas es que hasta los temas más sensibles pueden ser bastardeados y manoseados, buscando un beneficio electoral , acomodaticio, de imagen , sin ningún escrúpulo ni principio.

Algún día se dará vuelta la taba.

Por ahi vi algun posteo donde se habla de cinismo...es una muy generosa definición.