Padrastro y ex policía abusaron de tres hermanitos y fueron condenados
En una sala de tribunal cargada de tensión, el Tribunal Criminal Oral dio a conocer hoy la sentencia para dos hombres cuyos actos han dejado una marca indeleble en la vida de tres hermanitos. El padrastro y un ex policía, ahora convertido en pastor evangélico, enfrentaron acusaciones de abuso sexual contra los menores. La semana pasada, la fiscalía, bajo la dirección de Marcos Bendersky, solicitó una pena de 35 años de prisión para ambos.
Las Penas Impuestas
Finalmente, los jueces tomaron la decisión de fijar 19 años de prisión para el padrastro, Hugo Osvaldo Gavilán. Su culpabilidad se sustentó en una serie de delitos aberrantes: abuso sexual simple triplemente calificado por aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente, abuso sexual con acceso carnal triplemente calificado, abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado y promoción y facilitación de corrupción de menores agravado. Estos crímenes atroces fueron cometidos contra tres hermanitos, hijos de quien entonces era su pareja. El tribunal también revocó el beneficio de prisión domiciliaria que Gavilán había disfrutado hasta ahora debido a problemas de salud, ordenando su traslado a una Unidad Penitenciaria.
En cuanto al otro imputado, Alfredo Orlando Alegre, un ex policía Federal que encontró un nuevo camino como pastor evangélico, recibió una pena de 11 años de prisión. Su culpabilidad se centró en los delitos de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante. Estos actos se perpetraron en reiteradas ocasiones entre los años 2013 y 2017 contra una de las menores. Curiosamente, Alegre comenzó a frecuentar la vivienda de Gavilán y las víctimas bajo la excusa de leer la Biblia.
Un Llamado a la Investigación
El tribunal también respaldó el pedido de la Asesora de Menores en su alegato. Se insta a investigar posibles delitos de acción pública por parte de la madre de los menores víctima. La justicia no solo debe castigar a los culpables, sino también examinar cualquier complicidad o negligencia que haya permitido que estos horrores ocurrieran.