BARRIO DUNAMAR

Vecinos se quejan por el desmonte de 15 pinos antiguos

La talade 15 árboles de más de 60 años en el barrio Dunamar, en Claromecó, generó una fuerte reacción de indignación de los vecinos, que ven que la tala se realiza progresiva e ininterrumpidamente.
jueves, 29 de agosto de 2013 · 14:07

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - Fuerte malestar generó entre vecinos de Claromecó la tala de una veintena de árboles en el barrio privado Dunamar. Aparentemente, las protestas de los vecinos fueron desoídas y los propietarios de los terrenos del barrio privado Dunamar siguieron con las tareas progresivamente.

 El diario La Voz del Pueblo relata lo sucedido:

 

El malestar por la tala de árboles en un terreno privado de Dunamar y un proyecto de obra violando expresamente todas las normativas existentes, ha sido notorio a través de las redes sociales por parte de propietarios de ese barrio parque de Claromecó, y fundamentalmente de la Sociedad de Fomento de ese sector, hecho público a través de una nota que remitieran a distintos funcionarios municipales y a la que tuvo acceso La Voz del Pueblo, solicitando fundamentalmente una reparación de los daños efectuados.

No es el primer caso de esta naturaleza, pero sobre el mismo se pudieron conocer algunos detalles de la sucesión de hechos que culminaron con la situación ya conocida, donde fueron talados unos 15 pinos que datan de sesenta años y formaron parte de la forestación que los pioneros de Dunamar, las familias Gesell y Fangauf, llevaron adelante a fuerza de mucho sacrificio.

El terreno en cuestión está ubicado en Remedio de Escalada y Santa Fe, donde además fueron talados otros pinos que se encontraban en la vereda y otro en la zona de retiro edificatorio obligatorio, que también ha sido tomada para la futura construcción, por lo que en todo lo actuado se han violado las ordenanzas vigentes, con presunta anuencia municipal.

De acuerdo a lo que se pudo saber, cuando vecinos de Dunamar advirtieron el inicio de la tala de árboles, se dirigieron a hablar con el profesional responsable de la futura obra y para lo cual fueron derribados los pinos, quien habría mencionado que desconocía la ordenanza vigente, lo que llamó la atención atento a que es alguien que lleva muchos años trabajando en el rubro y fundamentalmente en Claromecó.

Cuando se lo habría consultado acerca de los movimientos a efectuar, el profesional, que se trataría del maestro mayor de obras Miguel Soriano, indicó que ya tenía los planos aprobados por la Secretaría de Obras Públicas y que por ende estaba autorizado a realizar la tala de plantas, pero que igualmente tratarían de evitarlo. 

Pero atento a los hechos no fue para nada así, y en ese momento los planos no estaban aprobados, sino que eso se concretó cerca de un mes después, y habrían actuado los arquitectos Izurieta y Monsalvo de la Secretaría de Obras Públicas, aprobando esa documentación y lógicamente violando la ordenanza.

Posteriormente hubo un hecho sobre el cual estuvo el alerta mayor, pero quienes debían intervenir desde el Organismo Descentralizado Claromecó Servicios Turísticos no lo hicieron, o por alguna circunstancia no lo pudieron hacer. La tala y quema de ramas y plantas en ese terreno llevó a que tuvieran que intervenir los bomberos, lo cual habla de la situación generada. 

Esto fue el motivo de una denuncia ante las autoridades competentes, por lo cual hubo otro compromiso de palabra del profesional responsable de la futura obra y los propietarios del terreno de reconsiderar el proyecto, pero a la semana siguiente continuaron talando plantas y pese a que se habría advertido al delegado director del organismo descentralizado, Luis Brito, no se hizo nada para controlar y revertir la situación, por lo que todo siguió igual y se avanzó hasta cortar los árboles de la vereda. En la víspera se habría terminado de consumar la tala.

En todo ese contexto, se habría suscitado un hecho por demás llamativo, cuando los funcionarios actuantes de Obras Públicas mantuvieran una reunión con integrantes de la Sociedad de Fomento de Dunamar, y solicitaron llegar a un supuesto acuerdo para que no se hablara más de esta situación con el compromiso de que no volverían a suceder este tipo de maniobras, lo que fue rotundamente negado por los fomentistas, quienes se mantienen firmes en su posición de acuerdo a la nota remitida al intendente Sánchez en cuanto a que se tomen las medidas del caso, sin tolerar absolutamente nada.

Incluso los fomentistas de Dunamar sienten que se han burlado de la institución desde los ámbitos municipales donde recurrieron en todo ese proceso llevando su reclamos, y fundamentalmente porque no se ha tenido desde todas las partes involucradas el más mínimo respeto a los pioneros del barrio.

 

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