Mar del Plata amaneció empapelada con las caras de los que “vaciaron” el diario El Atlántico

NECOCHEA (Cuatro Vientos) - La vecina Mar del Plata se despertó esta mañana con afiches en sus paredones con los rostros de quienes vendieron el histórico diario El Atlántico, ahora Crónica de la Costa, todo esto mientras sus trabajadores están de paro.

Según reporta 0223, hasta entonces, Raúl y Alejandro Olmossólo eran nombres que remitían al Grupo Crónica, que es propietario de El Atlántico, que fue gerenciado a Néstor Otero hasta diciembre de 2014 por supuestas dificultades de financiamiento.

Sin embargo, desde la madrugada de este miércoles, los dueños de BAE, DiarioShow, Crónica y Crónica de la Costa tienen cara, cuerpo y una denuncia muy concreta: ser los responsables del vaciamiento del mítico diario marplatense.

Mediante una acción de escrache, a través de una réplica de la tapa de El Atlántico, Mar del Plata amaneció empapelada con la cara de los Olmos abrazados a Amado Boudou, el vicepresidente de la Nación.

Según se informa en los carteles, los dueños de Crónica"vendieron el histórico diario a Otero, socio de Florencio Aldrey Iglesias" y "ahora se dedican cínica y sistemáticamente a despedir a los trabajadores de la empresa". "En los últimos 4 años recibieron publicidad oficial por más de $70.000.000", se denuncia.

Por lo pronto, los extrabajadores de El Atlántico, que se emplean en Crónica de la Costa, sostienen el paro que iniciaron el lunes y que se prolongará hasta tanto la empresa dé respuesta a sus reivindicaciones y reclamos. Entre otros, la reincorporación de un reportero gráfico, resolución de la situación de dos compañeros dados por despedidos, recategorización y definición de la estructura de trabajo dentro de la nueva web de noticias.

Las dificultades en el financiamiento y la estrepitosa caída en las ventas de los diarios en papel (sobre todo por el masivo consumo de medios online), hacen que los periódicos tengan que ajustar sus números a la nueva coyuntura, como es el caso de medios locales enquistados a base de costumbrismo conservador.