NECOCHEA (Cuatro Vientos) - La interna en el gabinete sigue al rojo vivo. El ministro de Economía Axel Kicillof descartó hoy cambios en el impuesto a los Bienes Personales, después de las declaraciones del titular de la Afip Ricardo Echegaray y del Jefe de Gabinete Jorge Capitanich, que aseguraron que el gobierno iba a enviar un proyecto de ley para usar el valor de mercado en los bienes inmobiliarios que se trataría en sesiones extraordinarias.
"Hoy le preguntamos a la presidenta y lo descartó terminantemente. Lo voy llamar a Echegaray para que me comente la cuestión", afirmó Kicillof en Radio del Plata, desautorizando por completo al encargado del ente recaudador.
"Una medida de este tipo tiene efectos negativos y yo mismo opino que no hay que hacerlo", reforzó Kicillof. De todas formas, el funcionario reconoció que la cantidad de contribuyentes de ese tributo "no parece reflejar la situación de país”. Pero aclaró que incrementar los controles o subir las valuaciones "son dos temas distintos”.
Esta modificación en Bienes Personales desató un duro cruce entre los funcionarios. Ayer el jefe de Gabinete Jorge Capitanich había desechado la propuesta adelantada por Echegaray el viernes pasado, cuando anunció la recaudación de diciembre. "No está determinado el tema de bienes personales no incorporados al proceso económico con respecto a su definición final y definitiva", señaló el jefe de ministros a primera hora del lunes.
Pero el cruce no terminó ahí. Esa misma tarde, el titular de la Afip convocó a una conferencia de prensa y ratificó los cambios en bienes personales que Capitanich había negado tan sólo unas horas antes.
Esta mañana, el chaqueño debió recapacitar y admitir que el paquete "antievasión III” que se enviará a Diputados incluía las modificaciones en el tributo. "Se hace aparecer como una contradicción lo que opinan el jefe de Gabinete y el jefe de la AFIP, pero no hay ninguna contradicción", declaró esta mañana un visiblemente incómodo Capitanich, en un intento de desmentida insólita.
Al final, las idas y vueltas terminaron con las declaraciones de esta tarde de Kicillof. De esta manera, el ministro de Economía no sólo le puso los puntos al cuestionado titular del ente recaudador, sino también al jefe de ministros, acaso en una muestra de la falta de rumbo que reina entre los funcionarios ante la ausencia de Cristina en el comando del país.
La irrupción de Kicillof también confirma que una vez más, la Presidenta eligió a uno de sus jovenes camporistas para mandar un mensaje hacia adentro del gobierno, en este caso a su propio jefe de Gabinete, además de al titular de la AFIP que ante semejante desautorización queda en las puertas de una renuncia.
"No está en nuestra agenda hacer eso de ninguna manera”, aseguró Kicillof, ante la consulta del periodista Marcelo Zlotogwiazda. "¿Entonces no va a haber cambios?”, le preguntó, para dar por saldado el tema. "No”, respondió el ministro en forma categórica.
La confusión llegó a tal punto que mientras el ministro de Economía negaba los cambios por radio, la página oficial de la presidencia todavía informaba sobre los anuncios de esta mañana de Capitanich. "El Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto de ley para modificar el impuesto a los Bienes Personales", rezaba la web oficial.
Esta nueva desautorización a Echegaray vuelve a dejar al titular de la Afip en un lugar muy delicado, luego del escándalo que se desató a raíz de un vuelo costosísimo en Fly Emirates a Río de Janeiro, cuyo destino inicial iba a ser Dubai, y que incluyó una golpiza a periodistas de TN.
El funcionario buscaba sacar como sea del centro de la escena la polémica por su viaje a Brasil, y de paso, cruzar a Capitanich, que no ceja en su intento por echarlo de la administración.
Lo cierto es que no es la primera vez que Echegaray queda mal parado frente al resto de los funcionarios. El titular de la Afip recomendó no extender el blanqueo ante el escaso éxito conseguido, pero al final el ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno y Kicillof decidieron prorrogarlo.
También había dicho que "categóricamente no" iban a aumentar los recargos a los consumos con tarjeta en el exterior al 35%, y unos meses más tarde se desayunó con un decreto en el boletín oficial que promulgada la medida que él había rechazado.
Su insistencia en los cambios en bienes personales-que amenazaba convertirse en un impuestazo- demostró no ser más que una jugada desesperada para seguir en su cargo.