A partir del próximo lunes, los precios de la nafta y el gasoil en Argentina experimentarán un aumento promedio de hasta un 4%, según informaron fuentes destacadas del sector de refinación a Infobae. Este incremento está vinculado principalmente al ajuste del 1% en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) definido por el Gobierno desde el 1 de julio, la devaluación mensual del 2% del tipo de cambio oficial, y el último aumento en los biocombustibles, que también fue del 2%.
Impacto en los precios de YPF en Necochea
La nafta súper de YPF, la empresa líder en el mercado argentino con cerca del 60% de participación, verá un aumento significativo en sus precios. En Necochea, el precio por litro de nafta súper pasará de $1079 a $1122, reflejando así el impacto de los ajustes mencionados.
Contexto económico y medidas gubernamentales
En el Ministerio de Economía se reconoce el esfuerzo de las petroleras como YPF, Shell, Axion y Puma, por implementar el menor incremento posible en un intento por contribuir a la desaceleración de la inflación, en un contexto de expectativas de mejora macroeconómica. Desde la asunción de Javier Milei, los combustibles han experimentado un aumento promedio superior al 110%, lo que ha provocado una caída consecutiva de las ventas durante los últimos seis meses en comparación interanual.
El ministro de Economía, Luis Caputo, decidió nuevamente diferir el incremento del ICL previsto en el decreto 466/2024, tal como lo hizo en mayo y junio, para evitar un mayor impacto inflacionario. Una fuente oficial reveló que, de haberse aplicado el aumento previsto, la nafta habría subido un 15% y el gasoil un 10%, solo por el componente impositivo. Los cálculos privados sugerían un incremento mínimo del 18%. Finalmente, el impacto será de solo 1% sobre los precios finales.
Medidas complementarias para aliviar el bolsillo de los consumidores
Para mitigar el impacto en los consumidores, Caputo también suspendió la indexación por inflación prevista para las tarifas de luz y gas, especialmente considerando que los usuarios residenciales de ingresos medios y bajos sentirán el efecto de la eliminación de subsidios aplicada en junio, justo cuando el consumo es mayor debido a las bajas temperaturas. Esto se traducirá en facturas de servicios más altas en los próximos meses.
Felipe Nuñez, asesor del Palacio de Hacienda, explicó en su cuenta oficial de X: “Las tarifas energéticas no van a aumentar en el mes de julio. Esto estaba planificado así en virtud de los aumentos realizados en junio y teniendo en cuenta la estacionalidad. En relación a los combustibles, se decidió aumentar el 1% el componente de impuestos a los combustibles. El grueso del ajuste está hecho y ahora hay que pasar de la motosierra al bisturí”.
Recalibración del ajuste fiscal
La decisión de Caputo no solo apunta a asegurar un camino hacia la desinflación, sino que también se basa en el superávit fiscal conseguido hasta mayo y la aprobación del paquete fiscal en el Congreso, lo que permite al Ministerio de Economía contar con más margen para recalibrar el ajuste. Aunque la inflación ha mostrado signos de desaceleración durante cinco meses hasta mayo, la eliminación de subsidios en junio podría ejercer presión sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC y poner en riesgo esa tendencia, motivo por el cual el Gobierno busca reducir la presión para julio.
Impacto en el consumo y las ventas de combustibles
El Gobierno también intenta aliviar la presión sobre los debilitados bolsillos de los consumidores en un contexto de aumento de la pobreza, desigualdad y desempleo durante el primer trimestre del año. Este deterioro en las condiciones sociales se ha reflejado en el consumo general y, en particular, en las ventas de combustibles.
De acuerdo con un informe de Politikon Chaco basado en datos de la Secretaría de Energía, en mayo de 2024 se confirmó una baja en las ventas de combustibles al público en todo el país. Se comercializaron aproximadamente 1.406.758 metros cúbicos de combustible, incluyendo naftas y gasoil. Comparado con mayo de 2023, las ventas mostraron una disminución del 8%, marcando el sexto mes consecutivo de descensos. Sin embargo, respecto al mes anterior (abril 2024), las ventas mostraron un leve repunte del 8,5%.
En resumen, aunque el ajuste en los precios de los combustibles busca minimizar el impacto inflacionario, sigue siendo un desafío en el contexto económico actual de Argentina. La combinación de medidas fiscales y políticas energéticas pretende estabilizar la economía y aliviar la carga sobre los consumidores, pero el panorama sigue siendo complejo y dinámico.